Inferus

Capítulo 5

Jessica Cooper

La semana había pasado veloz, había mucho que hacer y estábamos abarcando a pasos agigantados en la empresa con todo el papeleo y redacción que se tenía que hacer por el último proyecto, pero me alegraba el haber acabado el trabajo, aunque eso me regresaba a mi triste realidad de no tener a nadie con quien pasar el rato, busqué entre mis contactos de mi teléfono.

Mi padre, quería que fuese a cenar, pero conociéndolo se pondría de pesado sobre el negocio y que conociese a su nueva novia, Joan quién se encontraba en su casa posiblemente disfrutando desde la comodidad de su cama y el resto de los contactos que eran servicios de comida, decidí apagar el celular para no notar la triste realidad de no tener amistades, cuando observé la hora y el día que eran.

Era sábado y a pesar de ser las ocho de la noche, super era una buena hora para ir al club” Inferus” y ver bailar a “La Intocable” con quién no había tenido ningún encuentro desde aquella vez en el baño de la primera planta, muchas veces la gente tenía envidia por la posición en donde me encontraba y esa era la misma razón por la que me cerraba con gente, ya que no sabía si venían a tratar de denigrarme o buscar algún favor que yo pudiera darles y desecharme una vez hecho.

Decidí tomar un baño e irme arreglada con un pantalón sencillo de mezclilla con una camisa que tenía un estampado militar, simplemente me coloqué una cazadora de cuero oscuro por el frío que hacía, y decidí irme en un taxi para llegar al sitio, al entrar al taxi, mi celular comenzó a sonar y decidí contestar.

—¿Quieres salir a beber a algún bar? —. Me preguntó Joan antes que siquiera pudiese decirle hola—. ¿O prefieres quedarnos en tu casa a ver alguna serie?

—Vamos a este club que se llama “Inferus” —. Dije mientras veía como el taxista me miraba desde el espejo retrovisor—. Pagaré lo que tomemos pequeño.

—La veo allá —. Dijo felizmente Joan para después colgarme y que siguiera el silencio en el taxi.

El hombre parecía que quería decirme algo, pero quizás no se sentía en confianza por el rostro que siempre tenía, que era de seriedad, al final el hombre las únicas palabras que me dedicó fue el costo del taxi., el cual rápidamente pagué con un poco de propina y me dirigía al Club en donde estaba repleto de gente que también como yo había llegado para ver bailar a aquella morena.

Decidí mandarle un mensaje a Joan indicándole que estaría en una de las barras del lugar, que aunque se encontraban más retirados de la pista principal, tenían mayor altura y se podía ver mucho mejor desde ese sitio, pedí un mojito simplemente para estar sentada esperando a que el espectáculo o que Joan se apareciera, como el día de hoy venía vestida de forma casual, no tenía miradas de la gente sobre si era una empresaria o no como la otra vez que había asistido al lugar.

Sentí como alguien me dio unas palmas en la espalda y me volteé, cual fue mi sorpresa encontrarme con Rivera quién traía una bolsa en sus manos, posiblemente con sus cambios de ropa que usaría para más tarde, y simplemente me sonrió para después acercarse a mi y susurrarme al oído:

—Disfrute del espectáculo jefa—. Ella simplemente se fue caminando con un andar elegante para darme un guiño y perderse entre el mar de gente que había en el sitio.

Me dediqué a esperar a Joan, quién llegó corriendo mientras me abrazaba con efusividad, simplemente le di unas palmaditas en la espalda como respuesta y nos sentamos en el sitio donde llevaban bastante rato tomando Mojitos para esperar y que no me comentaran algo sobre usar el asiento en donde había dejado mi cazadora de cuero por el calor que comenzaba a hacer en el sitio incluso teniendo aire acondicionado, había un gentío en el oscuro lugar en donde la pista de baile se iluminó y comenzaron a salir bailarinas, pero en ningún lado podía ver a la innombrable.

Observé a Joan quién había llegado con el mismo traje con el que lo había visto aquel día en la empresa, me sentía mal por haberlo invitado, quizás se encontraba haciendo algo y yo le había dicho, él nunca me decía que no a algo, siempre sus respuestas eran afirmativas a todo lo que hacía y si él podía me acompañaba en mis decisiones.

Lo veía entretenido hablando con el mesero del sitio que nos estaba atendiendo, estaban hablando acerca de flujo de gente del sitio, me sorprendía que Joan no se interesara en el baile de las bailarinas, pero siendo sincera, yo estaba esperando a Rivera, su presencia era la que me había arrastrado hasta ese sitio, en donde, pude observar por segunda ocasión a varios empresarios, lo cuales me levantaron una copa al verme y yo simplemente les respondí el gesto.

—¿Sabías sobre el striptease que se daba en este sitio? —. Joan miraba todo maravillado como si hubiese sido la primera vez que viera lucecitas prendiéndose y apagándose al ritmo de la música—. El chico de la barra me dijo que hoy bailará la mejor del club, le dicen “La intocable”, por que muchas chicas de aquí además de bailar prestan servicios sexuales a los clientes, pero ella por mucho dinero que le ofrezcan no acepta, ¿sabías sobre eso?

—No sabía—. Mentí para después darle un sorbo largo al Mojito que recién había pedido.

En ese momento se apagaron las luces nuevamente, se encendieron los reflectores que daban luz tenuemente a la pista principal y observé como salieron las bailarinas que estaban y comenzó la música de fondo, nuevamente era una canción sensual y lenta. Observé como ella arrastraba una silla mientras caminaba galantemente con en la pista mientras todos se encontraban expectantes del siguiente movimiento de la morena.




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