Inferus

Capítulo 35

Jessica Cooper

El golpe de realidad había sido contundente, según lio que me decía Natalie, había estado tres años en coma, cosa que me sorprendió, al igual que el tiempo había pasado, incluso si mi persona no había cambiado, es como si yo hubiese parado el tiempo pero solo el mío, el de los demás continuo por estos últimos tres años con unos cuantos meses.

Natalie me habló sobre la empresa y como Sara y ella se las habían apañado para suplirme a mi con Joan, el dúo dinámico, incluso si lo último que recordaba era como quiso matar a Rivera, pero otro golpe me dio en cuanto me entregaron un sobre en cuanto pregunté por el paradero Joan.

Sabía que mi padre se lo habían llevado, pero por lo que ella me dijo, le habían dado diez años tras rejas, y que había sido leve su pena, y aunque había llevado unos bueno s a bogados, le visitaría tan pronto pudiese, y lo más probable era que él no tenía ni idea que había despertado. Natalie me dio un poco de privacidad para leer la carta, que hasta el día de hoy seguida sellada y estaba escrita por la letra de Joan.

Lo primero que me sorprendió fue el observar que su letra no era como la usual, era más grande e incluso más desalineada de lo que solía ser con el vistazo que le di, pero me dispuse a leer en mi mente mientras veía una fotografía donde había tras niños y el padre de Rivera.

Querida Jessica Cooper:

El escribirte esta carta solo es para soltarme emocionalmente de lo que he hecho, ya he escrito otra carta para la gente en general, pero esta es más íntima, y mucho más personal.

Lo siento, de verdad, nunca te podré decir cuanto los siento por todas acciones que cometí creyendo que era lo mejor para ti. ¿Recuerdas cuando te decía que la gente se alejaba por no entenderte?

En realidad yo los sacaba de tu vida, la primera vez fue en un episodio de odio hacia aquella chica que se te había acercado en la fiesta de bienvenida de la universidad, no fue hasta que mis manos se encontraban manchadas con su sangre, que me percaté lo que había hecho, y así fue con cada una de las personas que decidí sacar de tu vida, fuesen buenas o no para tu vida.

Desde que mi padre se fugó, me había contado varias cosas que hizo tu padre, que como yo, tomó muchas decisiones queriendo proveer lo mejor para ti, pero no fueron las mejores decisiones, siempre hay una mejor manera de hacer las cosas, solo que en el momento se sintió como lo más sencillo.

Si me hubiese dicho que tu quedarías postrada, jamás hubiese disparado, logré entrar a tu habitación durante el cambio de guardia del hospital mientras fingía ser un paciente para verte, incluso la arrastrada que me dio seguridad hizo que valiera completamente la pena para verte, pero me ponía tan triste verte postrada en esa cama.

Preferiría verte viva, incluso si me odiases y jamás me hubieras querido hablar, pero al menos te vería feliz, incluso si yo ya no me encontraba en tu vida, pero esto no lo comprendí hasta después de la boda de tu padre, siempre me dio mala espina Rivera, pero la razón era que yo ya la conocía, en la foto que está con la carta, se encuentra ella con su padre y nosotros nos colamos por detrás de la foto.

No tenía idea de esa foto hasta que pasé un poco más de tiempo con el señor Rivera quién volvió a irse ya que sus hijos no querían tener ningún tipo de relación, así que solo se fue como yo lo haré de tu vida.

De verdad, lo siento tanto, la culpa me carcome tanto que no soy capaz de seguir viviendo, no soy lo suficientemente fuerte como para aguantar, desde que quedaste postrada han pasado al menos unos seis meses, pero los doctores no creen que despiertes, además yo ya he perdido las esperanzas, sin ellas y con la culpa encima mío, lo único que me queda es la salida fácil, pero es lo único que me quitará este pesar de encima.

Te he dejado todo a tu nombre, en caso de que finalmente te desconecten, todas mis propiedades y dinero se pierdan porque nadie se los merece, solo tú, pero ni siquiera eso podrás disfrutar.

Eras tan joven y me dan tanta tristeza que pasaste desde una etapa temprana tras un escritorio, puede que fueses muy buena en los negocios pero era muy inocente en otros rubros de la vida y eso me da tanta tristeza que no seas capaz de seguir mejorando en ellos, yo siempre te quise desde que éramos muy pequeños pero sé que lo que hice no estuvo bien y espero que me perdonen a todos lo que les hice daño.

Espero que puedas perdonarme algún día, lo siento.

Joan Ajax

 

En ese momento la carta comenzó a llenarse de lágrimas, no podía creer lo que acababa de leer, él estaba muerto, se había suicidado por culpa mía, no podía parra de llorar por tantas lágrimas que se escurrían por mi rostro, comencé a recordar todas las veces que nos tomábamos fotos juntos, los momentos juntos, todas aquellas charlas nocturnas en donde yo le contaba mis planes con emoción mientras él solo me escuchaba, mientras me decía que me apoyaría en todo.

Recordé las últimas palabras que me dio como si me las hubiese dicho ayer, el me había dado mucho de sus tiempos y sentimientos, pero de verdad no los noté, la comodidad y el trato que ambos teníamos era tan cercano que por mi parte jamás pude identificar que esos iban más allá de la gran amistad y confianza que yo le tenía.




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