—De acuerdo cuéntame de todo lo que te acuerdes; ¿qué pasó con el jefe Wilson? —preguntó Nathan.
—No recuerdo con exactitud, no aún. Pero creo que se volvió loco y murió.
—¿Exactamente, que le pasó?
—Espera veo mi base de datos —dijo Ayen paciente—. Cuando los colonos estaban tratando de escapar Wilson me noqueó y desperté atada en la sala de asuntos pero estaba oscura y me amenazó: dijo que si me salía y contaba lo ocurrido me encontraría para matarme; yo no quería eso y volví a quedarme inconsciente. Cuando desperté él ya no estaba y todo estaba en silencio pero llegó alguien y ese eras tú, Nathan. Me salvaste, lastimosamente de ahí hacia adelante es lo único que recuerdo, creo que el jefe Wilson se quedó para experimentar porque se obsesionó con lo que podrían llegar a lograr, pero seguro está muerto.
—Cierto, ya me acuerdo pero no de mucho. Necesito que vengas a ver algo.
Nathan enciende la pantalla de ADN.
—De la muestra de sangre que sacamos he vuelto a ver y me he dado cuenta de que —Nathan se paralizó por un momento—. Sus células no solo se multiplican a una velocidad descomunal, no solo cambian y se aceleran indeterminadamente, mas no solo comparten ADN con una especie desconocida, increíblemente también responden a estímulos externos y ellos varían indeterminadamente, dependiendo del estímulo reaccionaran de una manera aleatoria ¿No es aterrador e increíble al mismo tiempo? —dijo Nathan.
—Espera, Ayen mira la sangre —dijo Nathan curioso.
—Que mierda —Ayen empieza a tartamudear—. Está creciendo... ¡Nathan retrasado, tira eso!
Rápidamente la sangre empieza a crecer y a volverse ácida hasta que atraviesa el frasco y deshace el suelo.
A Nathan se le desgarra un poco la piel y repentinamente el espacio empieza a succionar su antebrazo.
—¡Mierda Ayen no te quedes ahí parada haz algo!
Ayen asustada y sin saber que hacer decide usar su módulo de combate y le corta el brazo a Nathan y rápidamente reconstruye la parte que se desintegró de la nave y Nathan empieza a gritar de dolor.
Media hora después Ayen le desinfectó y vendó el brazo, lastimosamente aún no puede hacerle una reconstrucción porque la nave no tiene cápsulas regenerativas.
—Bueno el karma tendría que llegar: no debí de haberme burlado de la efectividad de Steven por no tener un brazo —dice Nathan riendo—. ¿Cuando llegamos?
—No falta mucho, solo 1 hora y estamos listos.
—En cuanto llegué me tirare una siesta de un año, estoy muy cansado —dijo Nathan mientras se estiraba—. ¿Mientras tanto que te parece si jugamos Sudoku competitivo?
—Me parece bien.
Poco más de una hora Nathan y Ayen finalmente llegan a su destino, el hotel más famoso de la galaxia Drezor.
"Bienvenidos a Drezor, siéntanse en casa nuevos visitantes " —Escuchó Nathan mientras veía un cartel flotante lleno de luces mientras entraba, habían un montón de naves y luces
Ya dentro, Nathan escuchó "Todos los hospedados les queda prohibido ir a los pisos 12 y 20, de lo contrario serán expulsados". Le pareció extraño: la curiosidad le invadia pero le parecia una amenaza.
Nathan nunca había estado en un hotel de lujo, le pareció de los tipicos hoteles espaciales de 4 estrellas que los ricos presumian en el espacio social pero mucho mejor según él: era simple, espaciado, muy brillante y con colores muy naturales lo cual era algo raro en esa época.
—Me estoy muriendo de hambre Ayen, vayamos a comer, por favor.
Ya en el comedor, Nathan tuvo una gran sorpresa.
—¿Señor Adan? ¿Es usted?
—No. —dice Adan mientras sonríe.
Nathan corre de la emoción y lo abraza, tenían tiempo que no se veían.
—¿Y que le pasó a tu brazo? —preguntó Adan
—Nada luego te cuento, es que no lo entiendo, la última vez que te vi estabas atrapado en esas cosas de baba, pensé que habías muerto.
—La principal razón por la que te dije que huyeras fue porque no quería que te preocuparas por mí y murieras, fue horrible lo que pasé para liberarme de ese parasito gigante, sufrí muchas fracturas pero al final logré escapar gracias a que también fui USDAR. Fue muy difícil vivir después de esa experiencia, actualmente recibo un montón de tratamientos raros para erradicar mis traumas, llevará un tiempo.
—Me imagino que las cosas que viste debieron de ser horribles.
—Sí que lo fueron, estuve muchas veces a punto de morir y convertirme en el huésped de esas cosas, crearon huevos y huevos por cada semana, fue horrible; ¿Dónde está Eldo? ¿Vino con ustedes?
—Adan yo —dijo Nathan empezando a dudar en si decirle o no—. perdón pero es que él ya no está, se convirtió en uno de ellos —dijo Nathan tratando de no ser duro.
Adan golpeó la mesa y se puso a llorar un poco, Eldo era uno de sus mejores recuerdos. Los chicos después de tanta charla empiezan a comer. Las horas pasaron y los chicos se fueron a dormir.