Intenta conquistarme

Capítulo 1: Amy

Miro el techo de mi oficina descubriendo una tela de araña muy pequeña con una araña de patas largas encerrando a su presa en sus telas de araña. Me alarmaría si me dieran miedo las arañas y no es así, por suerte.

Tuve una noche poco placentera luego de estar con un hombre que duró cinco minutos y se creyó el rey de la selva. El tonto se creía un león y terminó siendo un monito sin importancia.

Todavía no entiendo por qué me acuesto con hombres así. Debería ser un poco más selectiva, molestarme en tratarlo un poco antes de llegar más lejos.

Últimamente no dejo de llevarme una decepción tras otra.

Mi amiga Bree dice que me estoy cansando de las aventuras casuales y que lo que necesito es una relación seria, pero me da dolor de cabeza pensar en ellos.

La mayoría de las relaciones comienzan bien, pasionales y con todo el romance que pueda a ver, luego pasa el tiempo y la pasión disminuye. Ni hablar si hay convivencia e hijos de por medio.

Otro problema, no deseo tener hijos y pensar en quedar embarazada me da un ataque de pánico peor que el que siento cuando me quedo encerrada en un lugar cerrado por causa de la claustrofobia.

Lidiar con hijos de otros hombres es bastante complicado. Una cosa es tratar con mi sobrina Triana que la conozco desde bebé y nos llevamos bien, pues jugamos y cuando no quiere jugar, me ignora y me limito a observarla.

Salir con un hombre con hijos implica involucrarse más que hacerlo siendo tía, pues tocarán fines de semana con los niños, vacaciones y emergencias. ¿Y si no le agrado a los niños? Es lo más probable que eso sucedería. Sin olvidar a las ex con quienes hay que lidiar.

Sandra, la contadora y amiga, salió con un hombre divorciado con un hijo, todo bien con el hijo, pero la ex mujer era insoportable todo el tiempo metida ahí usando al hijo de excusa. Al final, se cansó ese drama y decidió dejarle el camino libre para evitarse canas y problemas. En mi opinión, hizo muy bien.

—Café para la resaca. —dice mi amiga y compañera del crimen Claire dejando el vaso sobre mi escritorio.

—No tengo resaca, tengo insatisfacción sexual.

—Últimamente eso te pasa mucho.

—Lo sé. Bree con su trabajo, casada y formando una familia no está disponible como antes. Tú tampoco desde que sales con Mike de la editorial y Sandra está embarazada de un idiota que no me cae bien. Estar cerca de una embarazada no es algo que deseo ahora, basta que sea contagioso.

—¿No eres inmune?

—Más vale prevenir que lamentar.

—Tal vez deberías ser más selectiva con los hombres y no quedarte con el primer guapo que te invita un trago. Al menos tantea su equipo.

—El de anoche tenía un buen equipo, el problema es que no lo supo usar o se averió luego de cinco minutos.

Claire echa la cabeza hacia atrás y se echa a reír con fuerza. Se calla en cuanto la puerta se abre par a par y el enigmático supervisor entra. Fulmina a Claire con la mirada, casi ignorándola y fija su atención en mí.

—El señor Baker quiere verla en su oficina.

Arqueo una ceja.

—¿El gran jefe quiere verme? ¿Para qué? ¿No haces tú su trabajo?

Mantiene una mirada neutral y me señala la puerta.

—No lo hagas esperar. —repasa a Claire con la mirada y se va sin agregar nada más.

—Ese sí que necesita una noche de placer. —declara Claire.

—Es un gay reprimido—destaco colocándome los zapatos—. Pensaré en regalarme una tarjeta para un show mixto de strippers.

—Que raro que el señor Baker te pida que vayas a su oficina. Él no habla con casi nadie salvo su asistente o el amargado de Lowdes.

—Si lo he visto dos veces, ha sido mucho. No sé nada de él.

—Divorciado y hombre serio de pocas palabras.

Me encojo de hombros.

—Voy tranquila porque no he hecho nada malo ni vergonzoso en mucho tiempo. Me he portado bien en esta empresa.

—Suerte.

Camino por el largo pasillo hasta el ascensor y subo al segundo piso, un piso al que no voy nunca.

Llevo apenas un año trabajando en esta empresa como comunity manager, luego de renunciar a la otra por estar cansada de no progresar. El jefe era muy tolerante conmigo y se enojaba por atender llamadas personales en horario laboral, aun así, cumplía con mi trabajo y lo hacía bien porque quería una promoción, y se la dio a otra con quien se acostaba, así que renuncié por no estar dispuesta a hacer el trabajo sucio de su amante de turno.

Baker company me contrató temporalmente por una licencia por maternidad y les gustó mi trabajo que terminaron contratándome permanentemente. ¿Qué puedo decir? Soy buena en mi trabajo.

Tal vez no sea buena analizando hombres para llevar a la cama, pero soy buena analizando a usuarios para descubrir lo que quieren sin saberlo. El marketing digital se me da bien y combinarlos es algo que me gusta, pero el trabajo de comunity manager me llena más.




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