Capítulo 20

Soundtrack: Te vivo. Luan Santana

**Katya**

Camino luego de salir de una cirugía con Axel, he limitado nuestro trato a nada más que lo profesional. No quiero apurarme porque lo mandaré todo a la mierda.

No sé cómo yo he resistido para no lanzarme en sus brazos y decirle lo mucho que lo amo. Pero me repito que debo ser fuerte y aguantar. Que todavía no es el momento.

Llevo tres días solamente en Londres. Mi familia tiene una casa aquí en New Castle por lo que no fue problema donde vivir. Todo es tranquilo y no tengo la mente bañada de recuerdos.

Solo quiero saber ¿Cómo voy a tener paciencia para que Axel acepte mis disculpas?

Sé que aun esta triste por lo que yo le hice, puedo ver su dolor todos los días y lo que quiero es abrazarlo hasta reparar todo el daño que nos hice.

Lo más probable es que no me quiera devuelta. Es difícil trabajar con una ex —bueno si se me puede catalogar de ex —pero me imagino que no está muy contento.

Solo espero que el supiese que si me volviese a declarar su amor. Yo lo haría devuelta, porque lo amo y quiero formar parte de su vida.

**Axel**

Año nuevo es una fecha de relativa importancia. Para mí no lo es. Preferiría quedarme en mi casa pero tuve una fuerte amenaza de Clara, que me iba a sacar a rastras de mi casa. La creo capaz.

Tomo una copa de whisky para bajar mi incomodidad. A pesar de toda la fiesta de año nuevo del hospital no está del todo mal. Quien tiene problemas soy yo.

Que ahora sí que menos duermo.

Desde hace cuatro días que Katya está aquí. Nos tratamos como dos completos extraños, no me habla nada que no sea relacionado con los pacientes. Y eso es algo que me enerva.

Sí. Como vieron.

Me molesta hasta más no poder, porque no puedo creer que ella esté actuando toda normal y yo aquí muriéndome como un idiota, de la rabia.

Decido quedarme unas dos horas e irme a mi “fabuloso hogar” a ver alguna que otra serie o película. Nada me haría más feliz.

Le doy vueltas a mi copa, cuando veo entrar a Katya. Esta lindísima, se ha vestido de color azul celeste y su piel brilla. Se ve muy feliz. Sonríe y habla con Clara y las demás enfermeras. Esta incandescente.

Será cierto eso que no me amaba. Yo sé que no lo hacía pero el estúpido de mi cerebro no quiere entender ello, que ella no me quiere ni un poco.

Creo que es hora de irme, termino mi bebida y salgo del hotel. Me coloco una chaqueta para quitarme el frio y decido caminar hasta mi casa que no es muy lejos. De hecho no vine en auto porque caminar me relaja.

Llego hasta una fuente y me quedo un rato allí. Escuchando el agua sonar y aunque hace un frio de muerte, me siento reconfortado al estar aquí.

—Sabía que te encontraría aquí. —la voz de Katya me saca de mis cavilaciones.

Veo que trae una gabardina roja, que le da mucho color a su cara. —Si, lo que no entiendo ¿es que tú haces aquí? —me estoy comportando “modo diva” pero no puedo evitarlo.

—Quería hablar contigo.

No, yo no necesito ni quiero hablar con ella. Todo quedó dicho ese día entre nosotros. —Katya, déjalo.

—Axel, no lo dejaré. Tengo menos paciencia que tú por lo que veo. —no comprendo su ultimo comentario. —Axel, esa mañana yo mentí. Yo dije que no te amaba pero era mentira, te amaba y te amo con toda mi fuerza.

Tiene que ser mentira, no puede ser verdad, ella me dijo con mucha fuerza que amaría a Christopher, siempre.

Y aunque puede ser una gran mentira, no me importa recrearme en ella y sentir que es verdad.

—Katya, dejémoslo estar.

—No puedo Axel, yo solo quiero que sepas que lo lamento tanto. Que te rompí tu gran corazón ese día. Pero no necesito que digas nada más. Solo quiero que me perdones, es lo necesario para sentirme bien, por favor.

La noto con tanta fiereza que no parece a quien yo conocí. Me encanta la seguridad que irradia ahora.