**Axel**
—Axel, quizás lo que te cuente, haga que quieras echar para atrás la idea de casarte conmigo. No lo sé. —no sé qué trata de decirme.
—Eso lo decido soy yo. Cuéntame. —tomo su mano y la beso, esperando que sirva de apoyo para lo que me va a decir.
—Axel, desde que te fuiste, yo estuve internada en una clínica psiquiátrica. —la revelación saca el aire de mis pulmones. ¿Clínica Psiquiátrica?
— ¿Qué pasó? —es una pregunta tonta pero yo no sé qué decir.
Ella toma aire, y estoy sorprendido con la fuerza con que me está contando todo. —Tengo diagnosticado trastorno depresivo mayor. —siento una sensación de vértigo ante lo que me cuenta. Nunca imaginé que estuviera así. Ella calla un momento como si lo siguiente que fuese a decir me afectara más a mí que a ella. —Cuando Christopher tenía un mes de fallecido, yo intenté suicidarme.
Mi corazón se rompe de dolor con ello. No puedo creer que ella haya intentado quitarse la vida. —Había tenido un aborto, causado por el dolor. Era un milagro que hubiese salido embarazada, pues Christopher y yo no habíamos estado juntos en mucho tiempo y los medicamentos que tomaba anulaban su fertilidad. No sabía de su existencia hasta el día del sepelio, que me desmayé y fue cuando me dijeron que estaba embarazada. Quería a mi hijo pero no pude tenerlo entre mis brazos, así que pensé que lo mejor era reunirme con los que amaba. Algo loco porque los que se suicidan no van a lugar sagrado. Estoy divariando lo sé.
Me acerco a ella y le seco una lágrima que salió de su ojo, no quiero hablar porque me romperé, soy muy sensible a todo respecto con Kat. —Ese día tomé un frasco de pastillas para dormir que me habían recetado. Me metí en la bañera y me tomé cincuenta pastillas, puedes juzgarme no te culparía, yo no estaba en mis cabales. —siento que algo húmedo baja por mi mejillas. Estoy llorando.
—Kat...—pone un dedo en mis labios.
—Déjame terminar, por favor. —asiento, mi lengua está trabada y no puedo decir nada del nudo en la garganta que tengo. —Mi hermano me encontró y me llevó a una clínica. Cuando desperté él nunca me recriminó nada, solo me apoyó y "olvidamos" el inconveniente. Le dije a mi hermano que no les contara nada a mis padres porque los lastimaría mucho. Yo vivía en una depresión constante y sufrí de ataques de pánico casi diariamente. No hablaba con nadie y no comía, eso fue en el transcurso de dos a tres años. Enflaquecí demasiado y no hacía nada, estaba en un estado catatónico. Ahí es donde entró Haití. Mi hermano me mostró el folleto, nuestra madre trabaja con organizaciones benéficas y Matías pensó que me haría bien, yo le dije que no iría y él me recordó lo del suicidio, dijo que les contaría todo a mis padres. Le reclamé que luego de tres años sacara ese tema, pero lo hizo y al final acepté. Ahora es donde apareces tú. —me acaricia la mejilla como si fuese yo él que necesita consuelo, pero no, es ella quien lo necesita. —Luego de mucho tiempo, nadie me había hecho enfurecer como tú. —ella se ríe al ver mi cara. —Si Axel, yo no sentía nada ni dolor ni rabia y mucho menos felicidad. Mi hermano me decía que vivía como un muerto viviente. Así que cuando me hiciste enojar ese día, déjame decirte que fue algo nuevo que no había sentido en mucho tiempo. Luego seguiste buscándome y me hiciste sentir importante, y aunque te recriminaba casi todo el tiempo, esperaba esos momentos en el día. Porque eran algo diferente, me hiciste sentir. Tú me salvaste.
Esa admisión hace algo en mi pecho, una especie de emoción, no su tristeza, sino el saber que hice algo que la ayudó a sentirse bien.
Yo intento hablar de nuevo, pero tampoco me deja. —Quiero contar todo primero. El día de mi cumpleaños luego de besarnos, tuve un ataque de pánico, porque todas las máximas que había formado en mi vida, se fueron al demonio. Porque había empezado a quererte y por miedo me fui. Lamento haberte hecho eso, de verdad. Todo el mundo notó un cambio en mí cuando regresé, hablaba más, comía más. Fuiste tú, el detonante. La razón de mi cambio. Luego te volví a ver, fue un golpe fuerte de nuevo para mis nervios, me atemoricé y te alejé siempre. Tú eras el único que podía obrar un cambio en mí, y ese cambio afectaba mi amor hacia Christopher.
La amo tanto y que me cuente eso me tiene sin palabras, quiero decírselo pero necesito que sea en el momento adecuado. —De nuevo estuviste para mí, y disfrutaba de tu compañía. Me enamoré de ti. No supe cuando ocurrió pero me di cuenta fue en la mañana en que desperté a tu lado. Esa mañana me sentí tan completa, que de nuevo me aterré. Y por eso te mandé lejos, porque conociendo todo lo que había hecho en mi pasado, no quería dañarte con este. Luego de que te fuiste, regresé a mi casa y mi hermano me encontró en shock. Tanto así que le conté de nuestra noche, nunca me recriminó nada de eso. Pero yo le dije algo que lo lastimó. Le dije que me quería morir, que como te mandé lejos, mi vida no tenía sentido. —ya no aguanto más y la beso, acallando esas horribles palabras. Fonemas que no quiero que repita jamás en su vida.