Capítulo especial| Abriendo los ojos al mundo

Soundtrack: Small Bump. Ed Sheeran

**Axel**

Camino nervioso por toda la habitación. No sé cómo aún no me he arrancado el cabello de tantas veces que lo he jalado. Lo peor es que Katya está al lado mío, relajada.

Me acerco a la cama en donde está acostada. -Cálmate, mi amor. Todo va a salir bien.

Ella sonríe y pone una mano en mi mejilla. -Yo estoy tranquila. Relájate tú, que me alterarás. -dice divertida.

Tiene razón, yo soy el de los nervios. -¿Amor cómo estás tan tranquila?

-Porque sé que tendré a nuestra bebé en pocas horas.

-Pero es una cesárea. -estoy tratando de explicar mis nervios.

-Eso es normal. Vamos, acuéstate a mi lado.

Le hago caso y le acaricio el cabello mientras esperamos que sea llevada al quirófano.

A Katya se le debe realizar cesárea porque en el examen de radiopelvimetría salió que no era lo más adecuado dar a luz por parto natural.

Al rato entra el obstetra, mis nervios vuelven y más arreciados. -Ya es hora, Señora Ryel.

Asiente calmada, la ayudó a bajar de la cama para sentarla en la silla de ruedas que la llevará al pre operatorio. Tomo el manubrio y la llevo, cuando es hora de dejarla no quiero hacerlo.

-Amor, todo estará bien. Anda con los demás en poco tiempo ya pasará. -

Me siento a zancadillas, quedando frente a ella.-Te amo, Kat.

-Y to a ti. -le doy un beso en los labios. Y salgo de la habitación y no quito la mirada de ella hasta que paso la puerta, mientras una enfermera la lleva hasta donde la prepararán.

Llego a la sala de espera en donde está Amelia y su esposo, están los padres de Katya y además una quinta que me hace muy feliz. Me acerco a ella. -Katy estará bien.

-Si, Maggie, lo que no quita es que me preocupo por ambas. Ellas son mi vida.-confieso.

-Confía en Dios, vamos siéntate.-me quedo sentado en un puesto apartado.

Noto que alguien está a mi lado. -Ryel, quédate tranquilo. Lo he vivido dos veces con Amelia, debes relajarte por tu hija y mi hermana.-Esto es sorprendente, Vera dándome apoyo.

-Lo sé. -suspiro. -¿Cómo fue eso?

-Ser padre primerizo, es una de las experiencias más aterradoras y hermosas a la vez. Estaba asustado por Amelia y Ellie, pero emocionado porque estaría en poco tiempo con mi hija. Al igual con Mateo que me estaba muriendo atemorizado.

-Es todo lo que siento. Pero el pensar que va a entrar a un quirófano, me da miedo por ellas.

-Axel.- increíble, es la primera vez que me llamó por mi nombre. Nuestra relación no llega hasta ese punto.  -Quédate quieto, eso es una cirugía sencilla, que tiene sus riesgos, si, no te voy a mentir. Me asusta mi hermana, pero ella es fuerte.  Es la mujer más fuerte que conozco. Ella puede con eso y mucho más.

-Gracias Matías. -Asiente y se va junto a su madre que está muy feliz.

Paso rato tranquilo, más calmado que hace momentos.

-Ryel nunca pensé que vería este día. -Amelia me entrega un café.

-Ja, muy graciosa, Amelia.  -digo sarcástico y aceptando la bebida que no logro tragar.

-Ay Axel, prepárate para no dormir. -la miro tratando de entender por dónde van los tiros.- Si Axel. Como escuchaste. Si sentías que las guardias en el hospital eran difíciles, achácales que las vas a hacer sin dormir por cuidar a mi sobrina. Porque me imagino que ayudarás a Katya. Me imagino. -Que indirecta tan directa.

Cabeceó en afirmación. -Claro Amelia.

-Bueno eso era lo que quería comprobar. -sonríe. -Si te soy sincera creo que hubiera preferido cesárea. Mis dos hijos nacieron por parto natural y yo sentía que me estaba muriendo. Ese dolor es demasiado horrible. Lo bueno es que tengo a mis dos pequeños.

Bueno, por lo menos ella me dio una perspectiva diferente a todo esto.

Escucho que empieza hablar una enfermera. -Familiares de Katya Ryel.