Jared Arévalo: El Inicio [saga Arévalo #7]

Capítulo 17

Jared

—Milord,¿habrá boda?— estaba en shock, no pude responderle al párroco.

— Jared, lo siento pero no puedo dejarte casar con ella.

—Muchacho dime donde vistes a Yaja— Tshilaba estaba pálida preguntándole a Harry.

—Cerca del campamento nuevo —no podía creer que mi hermano se había enamorado de mi mujer.

—Yo no lo conozco milord, hasta este momento lo estoy conociendo.

Harry se acercó a Jimena pero ella retrocedió.

—Detente muchacho, es increíble lo que diré, pero creo estas confundiendo a Jimena con su hermana gemela — fruncí el ceño.

—Jimena, me dijiste que tu hermana estaba muerta.

—Lo está.

Tshilaba miraba a Harry.

—Creo que en el incendio el cuerpo que encontraron no era el de Sounya —cerró los ojos—Cuando estuvimos en la India, llegamos a un lugar donde habían varias caravanas de gitanos, ahí nos quedamos, recuerdo que hubo una boda gitana y todos participamos pero la gente con prejuicios hacia nosotros, pensaron estábamos haciendo cosas diabólicas e iniciaron el incendio y a atacarnos. Muchos huyeron buscando a salvar su vida, yo estaba con Jimena, mi hijo y nuera estaban con otros gitanos y Sounya. Cuando logramos apagar el incendio los que nos quedamos, descubrimos a muchos de nuestros seres queridos quemados. Encontramos un cuerpo que tenía en la palma de su mano la pulsera preferida de Sounya, asumimos que era ella y la enterramos junto a sus padres pero me doy cuenta que mi nieta sobrevivió, la vi en tu futuro.

—Debo comprobarlo por mi mismo —apreté los puños al ver a Harry avanzar hacia Jimena —Solo tomaré su mano Jared, por favor déjame estar seguro.

Luche contra mi mismo para no liarme a golpes con Harry, suspiré y trate de calmarme, Jimena me miró cuando Harry le pidió la mano y yo asentí, ella pusó su mano en la palma de él.

Harry sonrió y la soltó.

—Tú no eres Yaja, no he sentido nada —suspiré más tranquilo —Puedes casarte Jared.

Enarque una ceja y tomé de la mano a Jimena para dirigirme ante el párraco.

Cuando nos declararon marido y mujer pude respirar tranquilo, ya nadie podía deshacer lo que ya estaba hecho.

Harry se acercó a Jimena para pedirle disculpa por el mal entendido.

—¿Dónde viste a mi hermana?— Jimena estaba un poco asustada.

—Cerca del pueblo se instaló  la caravana, la encontré llorando porque alguien había atropellado a su perrito.

—Siempre amó a los animales, ¿pero porqué te diría que se llama Yaja y no Sounya?

—Me dijo que no recordaba.

Jimena se quedó pensativa.

—Yo investigaré — me ofrecí.

Harry me miró y luego a Jimena.

—Me dijo que yo no podía entrar al campamento.

Le sonreí a Harry

—Nos vestiremos hermano.

Tshilaba estuvo en silencio por un momento.

—Aún conservo ropa de Cappi, será mejor que se vistan con la de él— nos observó—Creo que a tu sirviente le quedará algo apretada.

Me acerqué a Jimena y le susurré en el oído.

—Se que amas a tu hermana, la traeré para ti Jimena — ella levantó el rostro y me sonrió.

—Traela para que después cumplas con los días que no saldremos de la carreta — sentí que mi cuerpo reaccionó.

—Mujer, me vas a matar, ahora debo calmarme por que mi hermano y tu abuela no pueden verme asi —ella sonrió coqueta.

Me acerqué más y deposité un beso en sus labios, no lo podía creer, me había casado a la edad de veinticinco años, siempre pensé que si un día me casaba sería a los treinta y siete años, quería disfrutar mi vida, pero no contaba que una gitana se iba a cruzar en mi camino e iba a cambiar mi vida, pero no me quejaba, al contrario me gustaba saber que ella era mía.

 




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