Jared
—Milord,¿habrá boda?— estaba en shock, no pude responderle al párroco.
— Jared, lo siento pero no puedo dejarte casar con ella.
—Muchacho dime donde vistes a Yaja— Tshilaba estaba pálida preguntándole a Harry.
—Cerca del campamento nuevo —no podía creer que mi hermano se había enamorado de mi mujer.
—Yo no lo conozco milord, hasta este momento lo estoy conociendo.
Harry se acercó a Jimena pero ella retrocedió.
—Detente muchacho, es increíble lo que diré, pero creo estas confundiendo a Jimena con su hermana gemela — fruncí el ceño.
—Jimena, me dijiste que tu hermana estaba muerta.
—Lo está.
Tshilaba miraba a Harry.
—Creo que en el incendio el cuerpo que encontraron no era el de Sounya —cerró los ojos—Cuando estuvimos en la India, llegamos a un lugar donde habían varias caravanas de gitanos, ahí nos quedamos, recuerdo que hubo una boda gitana y todos participamos pero la gente con prejuicios hacia nosotros, pensaron estábamos haciendo cosas diabólicas e iniciaron el incendio y a atacarnos. Muchos huyeron buscando a salvar su vida, yo estaba con Jimena, mi hijo y nuera estaban con otros gitanos y Sounya. Cuando logramos apagar el incendio los que nos quedamos, descubrimos a muchos de nuestros seres queridos quemados. Encontramos un cuerpo que tenía en la palma de su mano la pulsera preferida de Sounya, asumimos que era ella y la enterramos junto a sus padres pero me doy cuenta que mi nieta sobrevivió, la vi en tu futuro.
—Debo comprobarlo por mi mismo —apreté los puños al ver a Harry avanzar hacia Jimena —Solo tomaré su mano Jared, por favor déjame estar seguro.
Luche contra mi mismo para no liarme a golpes con Harry, suspiré y trate de calmarme, Jimena me miró cuando Harry le pidió la mano y yo asentí, ella pusó su mano en la palma de él.
Harry sonrió y la soltó.
—Tú no eres Yaja, no he sentido nada —suspiré más tranquilo —Puedes casarte Jared.
Enarque una ceja y tomé de la mano a Jimena para dirigirme ante el párraco.
Cuando nos declararon marido y mujer pude respirar tranquilo, ya nadie podía deshacer lo que ya estaba hecho.
Harry se acercó a Jimena para pedirle disculpa por el mal entendido.
—¿Dónde viste a mi hermana?— Jimena estaba un poco asustada.
—Cerca del pueblo se instaló la caravana, la encontré llorando porque alguien había atropellado a su perrito.
—Siempre amó a los animales, ¿pero porqué te diría que se llama Yaja y no Sounya?
—Me dijo que no recordaba.
Jimena se quedó pensativa.
—Yo investigaré — me ofrecí.
Harry me miró y luego a Jimena.
—Me dijo que yo no podía entrar al campamento.
Le sonreí a Harry
—Nos vestiremos hermano.
Tshilaba estuvo en silencio por un momento.
—Aún conservo ropa de Cappi, será mejor que se vistan con la de él— nos observó—Creo que a tu sirviente le quedará algo apretada.
Me acerqué a Jimena y le susurré en el oído.
—Se que amas a tu hermana, la traeré para ti Jimena — ella levantó el rostro y me sonrió.
—Traela para que después cumplas con los días que no saldremos de la carreta — sentí que mi cuerpo reaccionó.
—Mujer, me vas a matar, ahora debo calmarme por que mi hermano y tu abuela no pueden verme asi —ella sonrió coqueta.
Me acerqué más y deposité un beso en sus labios, no lo podía creer, me había casado a la edad de veinticinco años, siempre pensé que si un día me casaba sería a los treinta y siete años, quería disfrutar mi vida, pero no contaba que una gitana se iba a cruzar en mi camino e iba a cambiar mi vida, pero no me quejaba, al contrario me gustaba saber que ella era mía.