Capítulo 1

          Cierto día por la mañana Lucía estaba muy ansiosa por alistarse, casi no durmió en toda la noche, esperó mucho para este momento, es su cumpleaños, sus padres estaban preparando unos aperitivos, mientras, su hermano David escogía un león en su colección de animales del zoológico para llevarlo, ella le preguntó por qué un león, si su preferido eran los elefantes, –Hoy quiero conocer un león–, fue su respuesta alegre.

          Lucía, entro al auto primero que todos, estaba muy preparada, –¿llevas tu botella de agua y tus gafas de sol? –preguntó su padre cuando estaba encendiendo el auto, y una firme sonrisa se marcó en la alegre cara de lucía afirmando que sí, –¿entonces qué esperamos? –¡vámonos! –Gritó David con entusiasmo.

          Estando todos en el auto, Lucía no podía creer que estaba de camino al zoológico, uno de los más famosos de Wingsbear, con visitas de miles de personas diarias, para Lucía, era su regalo de cumpleaños como obsequio de sus padres. Bajó la ventana del auto para ver la enorme entrada del zoológico, –¡allá está el safari! –Grito David con asombro–. Mira el enorme mapa que está ahí, –Dijo a Lucía–. Los dos estaban tan sorprendidos que se quedaron sin habla por unos momentos.

          Mientras su madre esperaba en la fila para pagar las entradas, la recepcionista le pidió algunos datos importantes como; números telefónicos en caso de emergencia y los nombres de los demás visitantes, David y Lucía estaban con su padre en la fila, en ese momento, vieron una madre desesperada por encontrar a su hijo, estaba llorando mucho delante de un guardia del zoológico, mientras que él le respondía que tuviera paciencia, –Haremos lo posible para encontrar a su hijo –Dijo el guardia con lamento.

          Pero lo que en realidad no sabía la señora es que no era la primera vez que sucedía algo así, en el panel de búsqueda del departamento de guardas del zoológico, había 2 niños desaparecidos, incluyendo su hijo, menores de 6 años, si seguía subiendo esa cifra, tarde o temprano tendrían que cerrar el zoológico para siempre. Las demandas y acusaciones eran las causantes de una eminente bancarrota.  Ninguno de los padres anteriores había vuelto para buscar a su hijo en el zoológico, se habían dado por vencido. Creyendo que están sin vida. El señor José y un grupo de personas carcanas se lamentaron por la perdida del niño y ofrecieron su ayuda, pero más tarde José siguió disfrutando del zoológico con sus hijos y su esposa.

          Luego de entrar al zoológico y pasear un largo rato en el safari, la familia decidió bajarse del auto móvil para observar a los leones, Lucía no estaba muy contenta por los leones, les tenía un poco de miedo, tanto esperar a que uno de los leones se levantara, porque estaban profundamente dormidos, alrededor de las tres de la tarde, hizo que unos jóvenes adolescentes empezaran a llamar la atención de alguno de ellos. Sin guardias cerca de allí en el momento, había un gentío grande rodeando la jaula, hasta que uno se levantó enfurecido, y gruño con mucha fuerza, haciendo que las personas se alejaran de la jaula asustadas, sin embargo fue un espectáculo increíble y aplaudían y reían con entusiasmo, pero Lucía y David corren desesperadamente, y perdiéndose en el gentío asombrado y nerviosos por los leones, el padre de Lucía, corre tras sus hijos, pero mientras más la llama y va tras ellos, parece que sus hijos se pierden en el río de personas.

          La madre se sorprendió y grito fuerte al ver el león de juguete de David en el suelo, no podía creer que no aparecían sus hijos, ella pregunta a las personas que estan cerca, si los habían visto correr, mostrándoles una foto de ellos, pero ninguno los había visto. Luego de unos minutos sin hayar a ninguno, fueron deprisa a avisarle al guardia, y esto le recordó al padre a la mujer que vio desesperada cuando estaba esperando en la fila para las entradas del zoológico, cuando llegan al guardia le comentan lo sucedido, y ellos deprisa fueron a buscarle, cerraron el paso para las personas en ese lado del zoologico para buscar con mayor presición y las entradas del mismo, con alertas rojas de seguridad máxima, pero no encuentran rastro alguno de los niños desaparecidos, un zoológico muy grande y encantador, pero muy inseguro para los visitantes, tanto buscar con una foto que les dio el padre de Lucía y David a los guardias, hallaron unas gafas de sol pertenecientes a Lucía, cerca de la fuente, donde en frente está la jaula de leones.

         –Debió haberse caído cuando ella corrió –admitió su padre–, sigamos buscando por aquí grito su madre desesperada.               

           Dieron las cinco de la tarde y tanto llamar hizo que José, el padre de los niños quedara sin aliento, a las seis, cerraron el zoológico, y los oficiales del FBI y los guardias del zoológico iniciaron una búsqueda más prolongada y avanzada, después que los visitantes se han ido, los padres de Lucía y la señora Carmen que estaba llorando en la entrada, quisieron quedarse hasta tarde, y los guardias le permitieron.

          Revisaron jaula por jaula, la uno, la dos, la tres… y todas las demás, con aproximadamente 126 jaula de animales terrestres y aéreos y cinco lagunas para los acuáticos, encontraron más objetos, y se los enseñaron a los padres, pero ninguno pertenecía a los niños, pero estaban seguros de que estaban cerca de la jaula de leones, así que buscaron bastante cerca de allí, un veterinario experto entro a la jaula y reviso con sumo cuidado, pero anunció que no encontró nada, –Le pareció una idea absurda buscar dentro de una jaula.

No paso mucho tiempo, cuando el detective exigió ver la grabación de las cámaras de seguridad, pero raramente en el momento preciso de la desaparición, la cámara no grabo ese momento. Haciéndose más complicado para el detective investigar el caso. Observaron que las camaras de seguridad de las jaulas cercanas fueron desactivadas, ante ello, una orden de arresto al guardia encargado de las camaras por tan absurdo descuido.