Jugando a Cambiar de Cuerpos

Capítulo 31: Amelia.

Después de unos minutos se queda profundamente dormida.


 

Al día siguiente se levanta y toma el espejo que está en el tocador de a lado de su cama. Comienza a tocarse el rostro muy apresurada.


 

—No hubo ningún cambio...—dice sin mucho aliento mientras coloca el espejo en el tocador y acuesta mirando el techo.


 

—Aunque siento un dolor enorme en todo el cuerpo, eso es comprensible. Ya que me golpee demasiado fuerte ayer... aunque me siento bien y feliz, no tengo idea por que...—dice en voz baja y mientras se estira.


 

Recibe una llamada de Kevin y toma su teléfono para responder.


 

Kevin: ¿Sientes lo mismo que yo?


 

Fanny: Pues yo siento hambre...


 

Kevin: Parece que te crees payasa. Estoy hablando en serio. Yo siento mucho dolor en todo el cuerpo.


 

Fanny: Me siento extraña también, aunque me siento muy feliz. No tengo idea por qué pero hoy saldré, el día es muy bonito...


 

Kevin: Ay no, no te das cuenta de la gravedad de la situación. Me iré este fin de semana, ¡sí! ya está fin semana... y pareciera no importarte. No se cuando vuelva.


 

Fanny: Ya se que te irás, ¿pero quieres que hagamos? La pasas muy bien con Valeria, acostúmbrate, también a ella la dejarás atrás. Yo en el tiempo que este aquí investigaré, la bruja esa no nos dará información. Odio fingir que todo está bien frente a ella, lo bueno es que ya no tenemos que verla todas las semanas...


 

Kevin:Ay sí, claro, te voy a creer. Si siempre andas feliz con tus amigas o con los chicos mostrando el trasero; triste ver en lo que te has convertido...


 

Fanny: Ay no, no digas cosas que no. De igual forma puedes pensar lo que quieras...


 

(La llamada se ve interrumpida por qué tocan el timbre de la puerta principal)


 

Baja su teléfono y le habla a su madre. —¡Mamá están en la puerta!—dice sin obtener alguna respuesta.


 

Fanny se coloca su pijama y se levanta de la cama para asomarse por la ventana y ver quien está afuera.


 

—Ay carajo...—baja la cabeza.


 

—¿Qué ocurre?...—dice Kevin por el teléfono.


 

Fanny toma de nuevo su teléfono y se lo lleva a la oreja.


 

Fanny: Es Amelia, carajo. Tan bien que iba el día, te voy a colgar e iré a abrirle...


 

Cuelga la llamada y sale de la habitación, el timbre vuelve a sonar.


 

—Ya voy, ¡ya voy!— responde mientras baja las escaleras de forma apresurada.


 

Abre la puerta y está la maestra con su aspecto de siempre, un vestido color negro y su bolsa del mismo color.


 

—¿Que se le ofrece maestra, Amelia?—pregunta Fanny con una sonrisa mientras abre la puerta.


 

—Hola...-sonríe. —Me dijeron que tuviste un accidente, ayer una de las chicas me comento y quise pasar a verte y asegurarme que estes bien—responde Amelia hundiendo los hombros.


 

—¿Y de cuando acá eso le importa?—contesta Fanny en un tono amigable y sonriendo.


 

—¿Disculpa? Eres mi alumna, me importas mucho...—dice mientras se acerca hacia ella.


 

—Por que no va al grano, no sea hipócrita...—responde Fanny ya un poco cansada de ver como Amelia finge.


 

—¿Puedo pasar? Digo, sí me lo permites; calma no muerdo...—sugiere mientras hace una mueca de inocencia.


 

—Pase...—asiente.


 

—Gracias, que amable eres Fanny—responde mientras ingresa a la casa y toma asiento en el sillón de la sala.


 

—Puede llamarme Kevin, no nos ándenos con rodeos—ríe. —Usted y yo sabemos quien soy así que dígame por mi nombre, usted mejor que nadie lo sabe—agrega Fanny mientras toma asiento frente a ella.


 

Fanny le ofrece cafe que estaba preparado en la cocina y Amelia asiente.


 

—Hmm pues yo no estaría tan segura de eso, digo pareciera que ya te acostumbraste a tu nueva vida; al menos Daniela pareciera muy enamorada de ti... curioso que cambiaste de cuerpo y terminas enamorada de alguien de tu mismo sexo... irónico...—dice mientras sonríe.


 

—Ella no debe saberlo, no merece estar involucrada en todo este enredo...—responde ante el comentario de Amelia.


 

—Calma no le diré nada. No te arruinare tu nueva vida; curioso, como un simple juego de cambio de cuerpos se convirtió en la pesadilla de ambos...—dice mientras le da un sorbo a su café.


 

—No fue un juego, no creímos que de verdad pasaría algo, usted nos tendió una trampa y sucedió—corrige.


 

—Ese libro pertenecía a un juego de hace décadas, un juego creado por brujas. Yo jamás les dije que husmearán allí, aunque me facilitaron el trabajo...—comenta Amelia.


 

—Maldigo el día que tocamos el libro... pero eso ya es pasado. ¿Por qué nos dice como romper el hechizo?—pregunta.


 

—Por que no se como romper el hechizo, hay una forma, pero yo no tengo conocimiento de ella. Hasta donde yo se, es imposible hacerlo, te mentí cuando te dije que podría realizar el cambio de nuevo y todo volvería a ser igual; no conozco el hechizo y te aconsejo que dejes de intentarlo, no soy tonta y se que fueron a buscar respuestas, créeme no sigas buscando por qué no te gustara lo que encontraras—añade Amelia mientras se levanta del sillón y esta a punto de retirarse.



#12452 en Fantasía
#2705 en Magia

En el texto hay: cambio de cuerpo, cambiodevida, genderbender

Editado: 04.08.2022

Añadir a la biblioteca


Reportar




Uso de Cookies
Con el fin de proporcionar una mejor experiencia de usuario, recopilamos y utilizamos cookies. Si continúa navegando por nuestro sitio web, acepta la recopilación y el uso de cookies.