—No puede ser... soy yo de nuevo, Kevin...—se dice a sí mismo mientras se ve a un espejo, con sus manos comienza a tocar su rostro y se queda sorprendido, siente una sensación como si todo hubiese sido un sueño...
De pronto en el espejo se logra apreciar una figura distorsionada, se acerca lentamente, entre más se acerca más clara se ve la apariencia en el espejo.
Después de un par de segundos y de varios pasos, logra apreciarla y es Fanny.
—¡Fanny!— voltea para verla con sus propios ojos. —Tú también estás en tu cuerpo, todo es normal...—dice mientras la abraza.
—Lo sé...—responde ella sonriente.
—Aunque creo que es un sueño, ¿cierto?—pregunta Kevin temeroso.
—Así es...—responde ella mientras lo invita a se tarde a una banca que está cerca de ellos.
—Lamentó mucho lo que sucedió, tu madre, tú... no quería que llegaras a eso, y creo que fui yo quien te empujó hacia ese precipicio, quien te orilló al suicidio, el alejarnos...—comenta antes de ser interrumpido por Fanny.
—No es tu culpa, Kevin. Mi madre fue asesinada, yo no lo sospeché y me pareció sencillo el suicidarme, los problemas de mi vida que llevaba, no era lo que yo quería, tú en ningún momento tuviste la culpa. Fue Amelia desde el principio, siempre fue ella... pero finalmente me reuní con mi madre...
—Todo fue obra de ella y su hermana, caíste justo en su trampa, ella sabía que sí asesinaba a tu mamá, tú te quitarías la vida, fue la gota que derramo el vaso... y no se como sentirme por ello...—dice desesperado y decepcionado de sí mismo.
Coloca su mano en el hombro de Kevin. —Estoy bien y en paz. No te preocupes por el pasado y vive tu presente...—responde con una sonrisa.
—Y por favor, cuida a mi padre, se que a veces es un poco terco y fastidioso, pero es una gran persona... al igual que mi hermano—agrega Fanny mientras retira su mano del hombro de Kevin y ríe al recordarlos.
—Lo haré, Fanny. Gracias...
—Hasta luego, Kevin..—dice mientras se levanta de la banca.
—¿Todo esto es real?—pregunta Kevin con urgencia antes de que ella desaparezca.
—Tal vez...
—¿Y te volveré a ver?—agrega Kevin.
—Todos los días me verás, en el espejo, y en ti. Siempre que te vas al espejo verás a Fanny, y aunque en realidad serás tú, siempre estaré ahí y viviré en ti...—responde mientras con su dedo apunta a su pecho.
—Ahora, debes despertar, no creo que quieras que se haga tarde, Fanny...—dice ella y segundos después todo se vuelve negro.
La alarma comienza a sonar y Fanny rápidamente toma su teléfono y la apaga.
—Wow...—dice mientras recuerda su sueño.
Rápidamente se levanta y corre hacia el baño, su padre se cruza en su camino y lo rodea, se dirige al baño y se ve al espejo. —Soy Fanny... wow...—dice riendo y recordando lo último que soñó.
—¿Estás bien, hija?—pregunta Antony mientras se acerca lentamente al baño. —Me preocupas a veces, con tu actitud...—agrega mientras intenta abrir la puerta.
—Estoy bien, papá—abre la puerta, sonríe y lo abraza. —Estaré lista en un par de minutos, y nos iremos....—dice mientras cierra la puerta de la habitación.
Minutos después prepara su mochila y toma una maleta, baja por las escaleras donde su padre y hermano la esperan.
—Cuídate...—dice Jacobo mientras la abraza.
—Volveré pronto, cuídate también tú—responde Fanny antes de retomar su maleta.
Salen de la casa y el Uber los espera, se dirigen al aeropuerto y al llegar allí ven a Valeria, ella alza su mano y Fanny la encuentra rápido.
—Buenas noches, am, no creí que tu papá nos acompañara, pero que bien que está aquí. Solo qué hay un problema, no sabía que el vendría y pues no tengo boleto para él—dice con una sonrisa.
—No sabía si pasarías por mí, pero leí tu mensaje y decidí que nos cediéramos en uber. Y mi papá irá a comprar su boleto, con suerte no se habrán vendido todos los boletos—responde Fanny.
—Creí que te quedarías dormida, el vuelo sale en unos minutos, preparamos todo para cuando tu papá vuelva solo subir—agrega Valeria mientras guarda unas cosas de ella en su mochila.
Preparan las cosas y hacen fila para mostrar los boletos y subir al avión.
Minutos después suben al avión y se encargan de buscar sus lugares, un asiento libre estaba a lado de Fanny y Valeria, y es el que ocupará Antony.
Fanny se sienta al final justo en la ventana, suspira y ve por la misma con nostalgia.
—Que rápido pasan a veces las cosas...—dice Valeria al ver que Fanny ve por la ventana.
—Sí... a veces el tiempo pasa muy rápido, es imprescindible...—responde Fanny mientras ve por la ventana como el avión se eleva del suelo.
Horas después, ambas miran películas, sin mencionar mucho del tema por el cual acuden a España.