Sebastian
Camino por la casa en busca de mi madre, le dije a mis pequeños que podrían vivir conmigo, que tenía una casa inmensa, pero no fui capaz de decirle a mi prometida que tengo dos hijos, ¿cómo hacerlo? Ella rompería el compromiso, la conozco demasiado bien y hemos pasado por muchas cosas, mi relación con ella no es como con Ania, no es intensa ni alocada, no tiene la misma pasión, pero si nos queremos, cada uno a nuestra manera, hay confianza o al menos lo había, no había secretos hasta ahora y esto me está matando porque me hace sentir culpable.
—Madre —esta levanta la mirada y sonríe
—Hazte a un lado Sebastian, intento tomar el sol —suspiro apartándome y me quedo mirando hacia la piscina —¿cómo te fue en la empresa? ¿Ya te reuniste con los accionistas?
—Encontré a Ania —el silencio toma protagonismo y mi madre se quita sus gafas para luego sentarse
—¿Ania? —asiento
—Trabaja en la empresa
—Despide a esa mujer —farfulla con rabia —te abandonó, rompió tu corazón y
—Hablé con ella mamá y me dijo lo que hiciste —mi madre se pone de pie —me dijo que le dijiste que se alejara de mí, que arruinaría mi vida
—Ella miente —tomo su brazo cuando intenta pasar por mi lado
—No soy estúpido, Julia —gruño —¿sabías que estaba embarazada? —sus ojos muestran la respuesta y la suelto —ella te lo dijo y solo la echaste de la casa —paso una mano por mi rostro
—Sebastian solo hice lo mejor para ti
—Alejarme de mis hijos no fue lo mejor —me acerco a ella —tengo dos hijos mamá —su boca se abre en una O —y por culpa tuya
—La culpa no es solo mía, Ania eligió irse de tu lado Sebastian —mi madre bufa —pero el pasado no se puede cambiar, ¿qué vas a hacer? —toma asiento como si nada
—Ser padre, por supuesto, me haré cargo de mis hijos —miro hacia la piscina —quiero pasar tiempo con ellos y
—Si Malena se entera de eso la perderás —mi madre tiene razón —y sabes que si eso pasa su padre nos quitará el apoyo a la empresa, la cual no va nada bien gracias a que tu padre jugaba todo su dinero y perdía —la miro
—No puedo esconder algo como esto madre
—Ania eligió una vez dejarte para que siguieras siendo quien eres —ella se pone de pie —ahora a ti te toca elegir lo mismo Sebastian, puedes ser padre, hazlo a escondidas, al menos hasta que te cases —se aleja de mí luego de pronunciar esas palabras y respiro hondo.
—Pareces estresado —comenta mi novia mientras da un masaje a mis hombros y suspiro
—Es por la empresa —digo la primera mentira en nuestra relación y ella ríe
—Lograrás levantar esta amor, además, papá va a ayudar —ella se coloca frente a mí —y yo también te ayudaré —sus manos van a mi rostro —te amo Sebastian —sonrío mirando sus ojos.
—¿Cómo van los preparativos para la boda? —rueda los ojos
—¿Quieres estresarme también? —ambos reímos y luego ella me besa. Esto es todo lo que quería en mi vida, una relación normal y sana y una familia bonita, pero todo ahora es un caos, tengo una relación que ahora está cargada de secretos y dos hijos de mi ex, mi ex, el amor de mi vida, la mujer que impide que pueda decirle a alguien más un te amo porque cada vez que pienso en eso es ella quien llega a mi mente y solo me siento culpable.
Camino por la empresa buscándola a ella con la mirada, sé que no debería y es por esa razón que pienso despedirla, haré que busque trabajo en cualquier otro lugar, no quiero tener que verla todos los días, además, le daré suficiente dinero para que cuide de nuestros hijos sin tener siquiera que trabajar.
—Ania —llamo a esta al abrir la puerta de la oficina y me mira, al ver también ahí a los gemelos entro
—Papá —Kai viene hacia mí sonriendo —queremos que vayas a almorzar con nosotros —pide mirando mis ojos.
—Y también que vayas mañana al partido de fútbol —él se acerca —¿te gusta el fútbol? —sus ojos me miran con ilusión y sonrío
—Por supuesto que si
—Perfecto, mamá nos compró entradas para todos, ¿irás con nosotros? —es imposible no asentir
—Almorzaremos juntos e iremos mañana a ese partido, lo prometo —los ojos de ambos brillan —pero ahora quiero que salgan un momento, necesito hablar con mamá —se miran cómplices entre sí.
—Claro papá —dice Kai con una enorme sonrisa en su boca y luego prácticamente arrastra a su hermano hacia la salida, una vez que la puerta se cierra me acerco a Ania que está sentada en su silla.
—Te dije que me haría cargo de los gemelos —tomo asiento frente a ellos —y por esa razón Ania, creo que ya no debes trabajar —alza una ceja
—Sebastian lo que creas
—Te daré todos los meses suficiente dinero —dejo un cheque frente a ella, su mirada baja a este y luego vuelve a mi tan fría como antes —si quieres más puedo darte más —agrego mirando sus ojos grises.
—Sebastian no quiero ni necesito dinero —ella rompe el cheque frente a mí —mis hijos solo necesitan a un padre
—Creo que no me has entendido bien —me inclino hacia ella —te estoy despidiendo Ania —su boca se abre —quiero que te vayas, no quiero tener que verte todos los días, es insoportable hacerlo, ya tener dos hijos contigo es demasiado para mí —me mira desconcertada.
—Necesito el trabajo
—Te daré dinero —ella se pone de pie y yo hago lo mismo
—¡No quiero tu dinero! —alza la voz —solo quiero mi trabajo, me gusta mi trabajo Sebastian, no puedes despedirme así por así
—No quiero tu dinero —río pronunciando su frase —es gracioso eso si tenemos en cuenta que me dejaste para que mi padre no me desheredara —aparta la mirada —mañana no quiero verte en esta empresa Ania.
—Ya te entendí, no perdonas lo que hice y me odias, pero no debes mezclar el trabajo con eso Sebastian —sonrío
—Solo nos veremos cuando yo vaya a ver a los gemelos, te daré dinero quieras o no, a ellos no va a faltarles nada, pero tú te vas a ir de esta empresa Ania porque me asquea ver el rostro de una traidora y mentirosa como tú, una persona que esconde a alguien que es padre no sirve para nada y no puedo tenerte a mi lado —sus ojos están llenos de lágrimas, pero luego van hacia la puerta, sé lo que significa y respirando hondo me volteo, ahí están ambos, con refrescos en sus manos mirándonos en silencio y con tristeza.
Editado: 20.05.2025