Me hiciste mucha falta
Viernes 23 de Junio, 2024
Jackson
Julian era lo mejor de lo mejor. Me había acostumbrado a estar con él las veinticuatro horas del día y no me aburría para nada. Estaba orgulloso del cambio que tuvo mientras yo estuve en su vida y estoy orgulloso de que por fin él se sienta seguro de sí mismo. Fue un trabajo muy largo y difícil en donde se negaba a intentar amarse. Lloró, gritó e incluso hizo cosas que no pensé que haría.
Alguien le había hecho tanto daño para que él pensara así de sí mismo. No sabía nada de su pasado o al menos no lo suficiente y no puedo presionarlo para que me cuente que sucedió para que se odiara de una forma tan grande.
Estuve todo este tiempo preocupado, inquieto y con mil preguntas en mi cabeza que no me dejaban estar en paz. En primer lugar no podía creer que la que decía ser su madre intentará acabar con su vida sin ningún remordimiento. En segundo, estaba feliz de tenerlo nuevamente conmigo y con Beca. ¡Joder! Este hombre era tan importante para mí que no sabría que hacer si no hubiese despertado. Creo que me hubiese muerto yo también.
A veces uno se aferra tanto a las personas que cuando estas pasan por cosas como Julian uno pierde la cabeza por completo.
Y esta fue mi prueba, si Julian no hubiese vivido yo hubiese tenido que aprender a las malas a seguir adelante sin su compañía. Era algo que me atormentaba y que trataba de quitar de mi cabeza. Pero aún así seguía presente.
¿Qué hubiese hecho yo sin él?
—¿En qué piensas? —Pregunta un Julian sonriente—. Te ves muy pensativo el día de hoy.
Lo observo con atención. Sus facciones maduras se hacían presentes. La barba comenzaba a salirle, su sonrisa era la más hermosa del universo y su tacto era magia.
—Pienso en que todo este tiempo estuve pensando en qué hubiese hecho si te perdía.
—No ibas a perderme —dice.
—No habían esperanzas de que sobrevivieras, es todo un milagro que ahora estés aquí charlando conmigo —suspiro—. Me siento tan pero tan feliz y orgulloso al mismo tiempo. No sabes lo mucho que lloré cuando te veía en esa camilla sin esperanza alguna.
—¿Y qué hubieses hecho si yo no hubiese sobrevivido?
Bajo la mirada.
Para ser honesto nunca llegué a pensar en que hubiese hecho. Siempre rechacé los pensamientos sobre esto y trataba de ser optimista.
—Seré honesto —digo—, nunca pensé en que haría si te perdía. No estaba y sigo sin estar listo para ese momento. Siempre fui positivo y nunca perdí la esperanza de que despertaras.
—¿En verdad me extrañaste? —Su mano acaricia mi barbilla—. Mientras estuve en coma, en los sueños estaba en una isla desierta, pensé en muchas cosas y tuve el tiempo suficiente para encontrarme a mí mismo. Pero al mismo tiempo tuve el tiempo para aprender al fin el valor de vivir y el valor de conocer a más personas. Jackson —suspira—, estoy listo para socializar.
Sonrío.
—Estoy muy orgulloso de ti y no hace falta que preguntes si te extrañé porque sabes que la respuesta es un si —me acerco a él—. Todo de ti me hizo falta.
—¿Cuántos disparos recibí? —Pregunta.
—Uno en el estómago y otro en el brazo. Pero la del estómago por suerte no tocó ningún órgano que complicara todo. Déjame decirte que todo esto es un milagro —sonrío —. ¿O eres un ser sobrenatural que no puede morir?
Ríe.
—No seas bobo —dice.
Había extrañado estos momentos con él, había extrañado su sonrisa con locura. Sus ojos brillantes eran mi única esperanza para salir adelante y verlos apagado por muchos meses era difícil.
—No me cansaré de decirte que estoy orgulloso de ti y de todo lo que has vencido en estos años. Eres muy valiente, pequeño —susurro cerca de su oído—. Te amo con toda mi alma y jamás estaré listo para dejarte partir. No me importa si algo malo trata de separarnos, yo lucharé para que nada ni nadie nos separe.
Me da un fuerte apretón en la mano.
—Nos hemos aferrado tanto uno al otro y a veces me asusta pensar en que llegará un momento en que uno de los dos se marchará. Lo que me sucedió fue una prueba y tuve suerte de sobrevivir a ella. ¿Qué hubiese pasado si no vivía, Jackson?
Suspiro.
—Me hubiese derrumbado.
—¿Hubieses salido adelante?
—Me hubiese derrumbado —repito.
—Perdiste mucho tiempo en esperar a que yo despertara. Tuviste todo ese tiempo para intentar conocer a más personas y tratar de salir de la burbuja que te tenía encerrado conmigo. Dime Jackson. ¿Conociste a más personas en ese tiempo o siempre estuviste en ese cuarto conmigo perdiendo el tiempo?
—No tengo amigos si eso es lo que querías saber —digo—, pero no me siento solo, tengo a Beca a mi lado y ahora te recuperé a ti. Con ustedes dos me basta para salir adelante ahora que no tengo a más familia.