Just Love

CAPÍTULO XI: VIAJE INESPERADO

En el carro

—¿Te gusto la melodía?— preguntó Daniel con timidez

—Sí mucho —respondió Sofía con entusiasmo— estuvo genial, —A todos les gustó. Cuando finalizamos hubo un silencio hipnótico.

—Sí lo noté

—Además el ambiente se prestaba, realmente te luciste.

—I know! —responde Sofía orgullosa— lo que generó que ambos rieran.

—¿Y el público qué tal?

—Bien, muchos amigos y amigas de mis amigos. De hecho, Kelly me presentó a una de sus amigas, saldremos este fin de semana, a ver qué pasa.

Sofía sonrió con la serenidad que la caracteriza, felicitó a su amigo porque al parecer Paz se empezaba a convertir en un bonito recuerdo, su amigo merecía ser feliz.

Finalmente, llegaron a casa de Sofía y ambos se despieron.

Cuando Sofía llegó a su habitación una extraña ansiedad la empezaba a invadir repentinamente, sentía como un hueco en el estómago, no podía tragar la saliva y se le estaba dificultando respirar además estaba tan helada que hasta le causó dolor muscular.

—¿Acaso estoy teniendo un ataque de pánico? —se dijo asimisma— mientras hacía ejercicios de respiración para recuperarse —debe ser el cansancio

Al día siguiente fue con el médico, pero este le dijo que se trataba de una leve dispexia.

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Pasaron algunos días y llegó el día de la cita de Daniel. Se encontró con Rosa en un café.

—¿Qué quieres pedir? ¿Te gusta el café? —preguntó Daniel entusiasmado.

—No, gracias, no me gusta, lo detesto, prefiero agua —respondió Rosa con molestia—

—¿Algún postre?

—Nono, engordo y soy intolerante

—¡Oh! Entiendo, no te preocupes aquí venimos muy seguido con una amiga y puedes pedir postres especiales para intolerantes a la lactosa.

—No me arriesgaré en esta cita

—Bueno yo pediré un americano

—¿Genial?

Hubo un breve silencio incomodo, muy incómodo que Daniel se vio en la necesidad de romper.

—Cuentame algo de ti Rosa ¿Qué te gusta hacer? ¿Te gusta leer o la música?

—La verdad no, más bien quisiera ir al grano —Daniel se extrañó—

—Adelante

—Me gustas y quiero estar contigo, no te preocupes yo pagaré el hotel o sí lo prefieres podemos ir a tu casa. ¿Vives con tu familia? Igual y no tengo problemas con eso, yo vivo con hermanos, pero no son un problema.

Daniel entre sorprendido y risueños no pudo aguantarse y se empezó a reír.

—¿Qué es tan gracioso? —pregunta Rosa incrédula—

—Yo —sin parar de reir— yo solo vine a tomar un café y a conocerte.

—También vine para conocerte, pero íntimamente, me gustastes desde que te vi por eso le pedí a Kelly que nos presente

—Pues, lamento decepcionarte, pero no

—¿Eres gay? —Daniel sonrió—

—No, simplemente vine a eso a tomar un café y conversar.

—¡Ahhh! Yo vine a, a , a otra cosa. Pero esta bien, lo entiendo.

—Perdón por haberte hecho venir en vano.

—So cute! Pero no te preocupes tengo dos citas más, así que, me voy.

Después de despedirse Daniel terminó su café y se fue a casa, seguía riéndose, no quiso perder la oportunidad de contarle a Sofía sobre el fiasco de su cita, arriesgándose a la obvia burla que vendría pero Sofía no respondió, pensó que quizá estaba dormida, tomando en cuenta lo mucho que le gusta dormir. Sin embargo, insistió al día siguiente luego lunes, martes, pero nada. Se preocupó y fue a ver a Paz para preguntarle sí sabía algo.

—No, no sé nada —respondió Paz preocupada— Bueno no he hablado esta semana con ella. Pero la voy a llamar hasta que me responda, lo pondré en altavoz.

Luego de siete llamadas, finalmente, Sofía, respondió.

—¡Hola Paz!

—Sofí ¿Qué paso? Estuvimos tratando de contactarte ¿Está todo bien?

—Tengo un problema que se presentó de última hora.

—Se escucha raro ¿Dónde estás?

—Te cuento cuando llegue a Lima —Paz y Daniel se miraron extrañados—

—¿No estás en Lima? ¿Por qué?

—Estoy en Pucallpa, es un tema de mi papá y es un tema serio. Te doy detalles cuando llegue a Lima

—¿Cuándo?

—En un par de días espero.

—¿Estas con tu mamá o tu tía?

—No estoy sola

—Amiga, pero es peligroso —Daniel le susurraba a Paz que le pregunte a Sofi donde se hospeda—

—Sí lo sé, luego hablamos, ya me voy.

—Espera Sofi ¿Sofi? ¿Sofi? ¡Sofi! Me colgó

Daniel salió disparado para la casa de Sofía, sí alguien debía tener detalles sobre su paradero era su mamá.




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