CAPÍTULO XIX: VISITA INESPERADA

"¡SE CANCELA LA BODA CON FERNANDO!"

—¿QUÉ?

Días después en la oficina de Fernando se encontraban los cuatro amigos reunidos Fernando, Alex, Daniel y Kelly, discutían lo sucedido con Paz. Todos estaban incrédulos ante la situación, después de tanto, que terminaran así.

De pronto la secretaria Jenny entra en la oficina.

—Dime Jenny

—Afuera una persona quiere verlo

—¿No te pedí que cancelaras todas mis citas?

—Lo hice, pero sucede que esta persona no tiene cita

—Bueno dile que se vaya

—Es la señorita Sofía

Todos se sorprendieron

—¿Le digo que se vaya? —pregunta Jenny titubeando—

—La última vez que no la quise atender rompió la puerta —susurra Fernando—

—¿Qué hago? —pregunta preocupada Jenny—

—Dile que pase

Fernando se preparó para recibir el peor ataque. No era santo de devoción de Sofía y para rematar se cancela la boda con su mejor amiga, definitivamente no venía en son de paz, literalmente.

Knock Knock!

—¡Ah! —aclara Fernando la garganta— ¡Adelante!

Ingresó una impecable Sofía, jeans, blusa larga en floreada por el verano. Reloj, anillo, aretes largos, cabello sujetado y cerquillo. Sofía observó a todos

—People! —sonrió un poco— Hola a todos —saluda a todos con una reverencia— Me dijeron que ya no te casas —observa a Fernando—

—¿Vienes a burlarte?

—Desafortunadamente para mí no. ¿Puedo sentarme?

—Claro, toma asiento. ¿Quieres algo de tomar? —Sofía negó

—Iré al punto.

—Te acusan de infidelidad ¿curioso no? para serte sincera fue de último de lo que pensé podían acusarte precisamente a ti. Lo peor de todo es que tienen imágenes tuyas —Sofía tomó su pequeña mochila sacando de este un USB— ¿Cuentas con un proyector?

—Sí aquí

Sofía conectó el USB abrió el archivo —A continuación, material delicado se recomienda discreción — advirtió Sofía— las imágenes en el proyector eran fotos de Fernando dormido abrazado a una mujer en una cama de hotel.

—¿Dime que son trucadas? —suplicó Fernando—

—Lo siento, las fotos no son trucadas, pero los hechos al parecer sí.

—¿Cómo? —pregunta Fernando notoriamente sorprendido—

—¡La escena es armada! —afirma Sofía— La posición de tu cuerpo no es de una persona dormida sino inconsciente, dime algo, después de lo sucedido ¿te hiciste una prueba toxicológica?

—No, no lo pensé.

—¿Denunciaste el hecho?

—No tampoco, no creo que me crean.

—Ah el patriarcado, no le permite a los hombres abusados o víctimas de algún tipo de daño como este, denunciar. Yo te haré la prueba ambulatoria, no es muy segura, pero dará algún alcance ¡dame tu brazo!

Jenny tocó la puerta

—Abajo hay un muchacho, la busca a usted señorita Sofía, dice que su nombre es Kevin.