CAPÍTULO XVIII: SE TERMINÓ

Al bajar del avión debían esperar al chofer de Daniel quien los recogería, pero a Sofía actitudes cómo la que estaba teniendo Daniel no le gustan así que tomó sus cosas y se estaba yendo, sin embargo, no pudo dar más de diez pasos porque Daniel la tomó fuertemente de la muñeca —Hay que esperar a Manuel

—Estás insoportable prefiero tomar un taxi —respondió Sofía con algo de fastidio— ¡No! —replicó Daniel— le prometí a tu mamá traerte con bien y así lo haré ¡así que aquí te quedas! Sofía dio un largo suspiro, Daniel se había puesto bastante pesado. Los celos de amigos pueden ser más nocivos que los celos de una pareja.

—Tendrás que cambiar de actitud —resopla— te invito un helado ¿qué dices? —se iluminaron los ojos de Daniel, ama el helado, aceptó, pero en modo digno —Bueno, pero todavía estoy enojado —Sofía sonrió por la infantil actitud.

En la heladería

—¿Mejor?

—Puede ser —Daniel engreído y haciendo un puchero—

—No entiendo porque te enojas

—¿Cómo que por qué? soy tu amigo y no me cuentas nada, pero a Kevin sí

—Kevin también es mi amigo

—Pero yo llegué primero.

Esa extraña competitividad de los hombres que pocas veces entendemos.

—Te prometo que no volverá a ocurrir

—Eso espero

—Mejor cuéntame algo ¿Qué tal tu cita?

—Perfecta, creo que es mi alma gemela —responde Daniel entusiasmado—

—Sí se nota —habla Sofía sonriendo—

—Hablo en serio, ella tiene muchas cualidades, desde que la vi me impresionó —responde Daniel emocionado—

—Pues que bueno, te felicito hombre, me invitan a la boda —responde Sofía seria y serena—

—O quizá la puedas organizar —responde Daniel mordaz—

—¡Con gusto!

—Buenas tardes —se escuchó que alguien los saludaba—

—¡¿QUÉÉÉ?! —Sofía y Daniel al unísono—

Era Manuel el chofer de Daniel.

Durante el camino Daniel y Sofía permanecieron en silencio y esta vez sí fue un silencio incómodo. Sobre todo, para Daniel que estaba enojado, pero ni él mismo entendía el por qué ¿estaba enojado con Sofía, con él mismo o con la situación? no lo podía explicar.

Sofía bajó del auto, agradeció y se metió a su casa dónde fue recibida por su familia.

Sofía pudo descansar, se tomó unos días no habló con sus amigos ni amigas hasta que llegó el fin de semana y cerca a las 05:00 am recibió la llamada de su mejor amiga Paz.

—¡Se cancela Sofía! —se escucha a Paz en el teléfono llorando— ¡se cancela la boda con Fernando!¡HEMOS TERMINADO NUESTRA RELACIÓN!