CAPÍTULO XXIV: TARDASTE

Daniel tomó la llave y se llevó a Sofía de la muñeca, caminaron por largo rato, el lugar parecía estar alejado de los demás bungalós. Llegaron a una cabaña, entraron, el lugar era increíble, la sala estaba llena de instrumentos musicales y era obvio que la decoración estuvo bajo la dirección de Daniel.

—Me puedes explicar ¿qué hacemos aquí? —interroga Sofía— ¿Querías que conociera tu lugar de inspiración o qué?

—Quería un lugar para que tú y yo habláramos a solas, sin interrupciones.

—¿Sobre qué? —Sofía levanta una ceja—

—Sobre nuestra última discusión —responde Daniel avergonzado—

—¿Nuestra última discusión? Disculpa, pero fuiste tú quien discutió y se puso histérico —Daniel se sienta en el suelo frente a la ventana—

—Bueno de la última vez que discutí —le hace una señal a Sofía para que se siente a su lado—

—¿Te quieres disculpar? —pregunta Sofía mientras se sienta— No es necesario, ya te perdoné.

—Te quiero explicar el motivo de mi actitud —tragando saliva y sobando su dedo pulgar derecho sobre el izquierdo— estaba celoso

—¿De Kevin? —cuestiona Sofía burlonamente— ¿De mi amistad con Kevin?

—No exactamente —responde Daniel nervioso y algo sonrojado— estaba celoso de otra forma —Sofía se sorprende y cree descubrir algo.

—¿También eres gay? —pregunta Sofía bastante sorprendida— ¿estabas celoso de Kevin? ¿es eso?

—Estas entendiendo todo mal —responde Daniel frustrado por no saber explicarse—

—¿Yo estoy entendiendo mal? Tú mismo me acabas de decir que estabas celoso

—Sí, porque estaba celoso, pero no de Kevin

—¿Entonces?

—Estoy celoso, no cómo amigo sino como hombre.

—¡No entiendo! ¿Cómo, como hombre?

—Estaba celoso de ti, como hombre porque te quiero, no solo como amiga, sino también como mujer —Daniel mira fijamente a los ojos a Sofía y se confiesa— estoy enamorado de ti.

Sofía quedó en silencio, no se le movió ni un pelo, nada por un buen rato.

—¿No dirás nada? —pregunta Daniel entre preocupado y ansioso—

—Sí — responde Sofía pestañeando muchas veces— hace un breve silencio tras responder y vuelve hablar— ¿Por qué tardaste tanto en decirlo? y besa a Daniel en un beso hambriento.