Capítulo 09:
En el reino encantado de los elfos, un árbol gigante se alza por encima de la naturaleza, tan alto que toca el techo del mundo, se tiene la creencia que este árbol fue sembrado por la Diosa Gea para traer la prosperidad al mundo entero, este gran árbol sufrió mucho en la era de la Masacre, los Altos elfos, que alguna vez fue un pueblo orgulloso, abandonaron su hogar para refugiarse de las frías oleadas en este gigante verde.
Ahora los elfos, descendientes directos de los Altos elfos, hicieron su hogar en este árbol quienes lo nombraron como Yggdrasil, considerándolo sagrado los elfos ahora son los guardianes de los bosques que rodean Yggdrasil, pero algo siniestro acechaba cerca de estos bosques sagrados, la propia maldad quería destruir este árbol, convirtiéndose así mismo en carne engendró una criatura que se hizo llamar a sí misma como "El Corruptor".
En los libros de historia quedaría marcado este día, como el inicio de una gran batalla que marcaría al mundo, pero ahora veremos la historia de un gran elfo, un elfo que me acompañaría en mi aventura, un héroe de su raza.
En un árbol de este profundo bosque, más concretamente en una de sus ramas, descansaba un elfo de cabello dorado y brillante, tan dorado que sus cabellos parecían estar hecho de oro, en una apariencia relajada descansaba Frey, hijo del General Brith quien era venerado por sus acciones valientes en las fronteras. Pero de pronto es molestado por una voz.
- Oye Frey, ¿Otra vez estás durmiendo en un árbol? -
- ¿No deberías estar practicando tu tiro con arco? -
- Oh, vamos descansar no me hará nada de daño, Sarah - *Alegre*
La amiga de infancia de Frey era Sarah, una joven elfo de ojos verdes relucientes, quien era hija del secretario personal del Rey elfo, una aprendiz de espadachín talentosa que había sido admitida recientemente en la Orden de las Orejas Azules.
*Reírse*
- Oh vamos Frey, sabes que te meterás en problemas por esto-
*Pensativo*
- Con que sí, eh-
- Yo no diré nada ¿Acaso tú le dirás a mi padre? -
*Reírse*
- Vamos Sarah, exploremos un poco el bosque -
- Esta bien Frey, pero luego tenemos que volver, por la tarde me toca mi primer entrenamiento en la Orden de las Orejas Azules - *Alegre*
Los dos jóvenes Elfos, exploraban el bosque corriendo por las copas de los árboles, balanceándose y columpiándose por las ramas, ellos estaban alegres, contentos y ¿cómo no?, Yggdrasil era una fortaleza impenetrable resguardada por miles de elfos viene entrenados que darían su vida por el pueblo que amaban, sin embargo "El Corruptor" ya había puestos sus ojos en el árbol que adoraban los Elfos y no pasaría mucho tiempo para que este haga su movimiento.
Mientras tanto en el castillo del Rey elfo.
- Su majestad, el grupo de exploradores que mandamos a vigilar a las demás razas, han dado su informe -
- Dime Conde Red, ¿Qué dice ese informe? -
- Mi señor, el informe dice que los Demonios están tranquilos, los hombres bestias aún están en las montañas pero que recientemente habido señales de una rebelión interna, los humanos están buscando ampliar su territorio por la jungla de las serpientes, pero no lo han conseguido -
- Bien, aparte de los humanos ninguna otra raza ha tenido conflictos con otra, ¿Cómo van las fronteras? -
- Su majestad, yo el General Brith humildemente le informo que no habido señales de ninguna invasión -
- Muy bien, me alegro escuchar eso, ¿Cómo va los preparativos para el Festival de las Hojas? -
- Su majestad, la casa Yellow ya ha pedido los preparativos, solo falta recibirlos -
- Me alegra oírlo, ya casi es temporada de otoño y no queremos retrasar el Festival -
- ¿Alguna otra noticia importante? -
- No su majestad -
- Bien, bien, entonces Señores, ya es hora de retirarnos, ha acabado esta reunión -
El Rey Constantino Mind era un rey prudente, sabio y paciente, preocupado por el pueblo elfo había hecho lo posible para estos vivirían en paz y armonía, muchos decían que el Rey Constantino fue iluminado por Gea y que por eso era tan magnifico Rey.
Mientras que el Rey elfo se retiraba del salón, un joven encapuchado se le acercó.
- Mi rey, tengo algo que decirle -
El Rey Elfo sabía quién era esta persona, era el brujo genio de la secta de los magos, este joven elfo muy pocas veces se hacía ver por ello el Rey estaba intranquilo por su presencia.
- Dime, Brujo Genio, que es tan importante para tener el placer de tu presencia -
- Hace poco, la secta de los magos ha estado sintiendo perturbaciones en los árboles, se siente oscuridad -
- Supongo que esta oscuridad es maligna, pero esta noticia no es suficiente para traerte hasta aquí, debe ser algo aún peor -
- La secta de los magos ha decidido que debo estar supervisando el árbol sagrado -
Editado: 09.06.2020