Kaín y Abel

La rebelión de los Ingratos

Capítulo 13:

El Rey no parecía escuchar las palabras que la Diosa le había dicho, de hecho nadie en la sala estaba contento con esta noticia. Frey no lo entendía, la supervivencia de su pueblo está en juego y los dirigente no parecían aceptar la realidad, así que habló una vez más .

- Rey, como apóstol debo comunicarle las palabras de la Diosa, pero parece que está reacio a entender, pregunto ¿Por qué? -

- Joven Apóstol, todos hemos visto como la diosa te escogia y te transformaba pero a nosotros no nos dio nada -

- No hemos recibido ninguna bendición de su parte-

- Ya no hay tierra para cosechar y ahora la Diosa pide que abandonemos los bosques -

- Nuestro lugar en el mundo es este no vagaremos en tierras ajenas para formar un hogar -

- El Hogar de nuestros ancestros es nuestro hogar -

- Mi Rey, pero si nos quedamos moriremos de hambre, no hay tierra para cosechar y los animales están migrando para otras tierras, nuestro lugar en el mundo ha sido corrompido -

- Debemos buscar uno nuevo y unir nuestras fuerzas con las demás razas para vencer al que destruyó nuestro hogar -

- ¡Tonterías! Nuestro podrá sobrevivir por su cuenta en estos bosques, no necesitamos la ayuda de nadie -

- Vete ya, tu presencia ya no es recibida en esta sala -

- Pero Señor .... -

- ¡Vete dije! -

Sorprendido por las acciones del Rey, mi amigo calló y se fue de la sala, él sabía del peligro que representaba quedarse en los bosques así que se armó de valor y se paró encima de una roca y gritó:

- Hermanos y Hermanas , en momento de necesidad nosotros debemos estar unidos, pero el Rey a rechazado las palabras de la Diosa y nos ha condenado a quedarnos aquí, en este bosque muerto que en un tiempo fue nuestro hogar -

- Les pido que reúnan toda la comida que les queda y que empaquen sus cosas para irnos de este bosque que ya no es apto para vivir, obedezcamos la palabra de la Diosa y refugiémonos en las otras razas mientras buscamos otro nuevo hogar -

La multitud escuchó las palabras de Frey y rápidamente se corrió la noticia por todo el pueblo élfico, las amas de casa atendieron el llamado por el bien de sus hijos y comenzaron a empacar sus cosas y las de sus hijos para el viaje, pero sus esposos no lo veían igual, para ellos irse de los bosques era traicionar a sus ancestros solo unos cuantos elfos sensatos empacaron sus cosas para irse con su familia.

El Rey no tomó bien el discurso de Frey y mandó a los soldados para que lo encarcele, pero Frey era más ágil y veloz, y no lo pudieron atrapar, ante el fracaso de los soldado el Rey se enojó y mandó a todo el ejército a buscar a Frey, él se había convertido en un criminal prófugo y debían traerlo a todo costa.

El ejército élfico obedeció la orden de su Rey, pero cierto grupo de elfos que no estaban de acuerdo, estos eran lo únicos que no estaban controlados por la corrupción en el ejército y les parecía extraño que el apóstol de la Luna sea tratado como un criminal después de haber hecho tal discurso, ante tal descontento decidieron apoyar a Frey dando pistas falsas para que nunca le encuentren, lo cual garantizó el tiempo para los preparativos para irse del bosque.

El pueblo élfico que había hecho caso a las palabras de Frey, ya estaba listo para partir y comenzaron una caminata hacia las fronteras, pero el Rey había sido astuto y había mandado a su ejército a custodiar las fronteras para que nadie pueda escapar, pero Frey y su pueblo no se iban a rendir tan fácilmente. El pueblo llegó a las fronteras pero se encontraron con las filas de los soldado que protegían la  salida del bosque y entre todos, en el medio estaba el Rey con su armadura dorado pero tenía la piel rojiza y pálida, estaba claro que algo malo le había pasado pero el Rey no parecía darse cuenta de ello. Frey vio la muralla de soldados y salió de los árboles y gritó:

- ¡Rey Constantino, tu pueblo quiere irse de estas tierra malditas, haz tu deber como Rey y complace el deseo de tu pueblo!-

Pero la Presencia de Frey enojó al Rey quien respondió:

- ¡Ellos son traidores de nuestros ancestros! -

- ¡Ellos no son MI PUEBLO!

- ¡Soldados alistense! -

Frey no flaqueo y se quedó parado contra todo el ejército, respiro ondo, sacó su arco de la espalda y apuntó, mientras que el Rey más enfadado por ver a Frey sacar su arco alzó su mano en señal de espera y luego la bajó de golpe, indicado a sus soldados que abran fuego al enemigo. Frey no se precipitó y volvió a respirar hondo pero esta vez el símbolo de la Luna brilló junto a los ojos de Frey, y él recitó un conjuro.

<Caída de la Torre>

Mientras las flechas enemigas  caían sobre Frey, un escudo de maná se hacía ver, de un color Celeste, pero esto no era lo único que se hizo ver, el maná había formada una flecha en las manos de Frey  que este dejó soltar a través de su arco, la flecha se hizo más grande a medida que la distancia se reducía de su objetivo y impactó en la muralla de soldados y no solo en ellos sino también en la puerta fronteriza que estaba cerrada, esta se desplomó por la puerta del impacto y después que se despejara el humo no quedó ni rastro de la puerta de acero.



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En el texto hay: dioses, guerra, razas diferentes

Editado: 09.06.2020

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