Kendall Y Mi Secreto

3. ELLA

— ¿Kendall? ¿Quién es Kendall? —pregunta la chica, buscando con la mirada entre todos.

Levanto la mano a medias y ella sonríe, acercándose. Deja el sobre volteado sobre mi escritorio y continúa con los demás.

Ni siquiera lo abro, lo tomo y lo guardo entre mi cuaderno para tirarlo después por algún basurero de camino a casa. Mientras tanto los demás del salón están emocionados abriendo los sobres y leyéndolos.

Miro hacia abajo y así, me paso el resto de la clase.

A la hora del receso volví a quedarme sola y doblé los brazos sobre el escritorio para descansar un poco. No suelo dormir bien por las noches así que todo el día me la paso con mucho sueño y la cafeína no ayuda, nunca me ayuda, solo me acelera el corazón.

Cierro los ojos por unos segundos y puedo escuchar el paso de mi sangre contra la oreja.

Otra vez tengo esos pensamientos que no han dejado de venir a mí desde aquella noche. Otra vez me pregunto cuando me voy a morir, cómo me voy a morir. Otra vez pienso en mi cuerpo enterrado y mis huesos en una caja de madera.

Son pensamientos oscuros sin duda pero no puedo evitar preguntarme, ¿Cómo moriré? ¿Será natural? ¿A los noventa años? ¿El próximo año?

Muchas preguntas me llegan a la mente y quisiera dejar de ser tan realista. Desearía no pensar constantemente en la muerte, en la temporalidad, en lo insignificantes que somos y en todo lo que no importa.

Me siento de nuevo, alisando mi cabello con las manos de manera inútil. Veo hacia la ventana, el día está más nublado que ayer. Me levanto porque a pesar que no ayuda mucho, tengo necesidad de algo con cafeína y una soda me ayudará.

Saco de mi mochila un poco de dinero y camino por el pasillo silencioso hasta la máquina expendedora. Al llegar saco una lata y cuando cae, la tomo para abrirla inmediatamente.

Permanecí al lado de la maquina durante un momento hasta que escuché pasos y voces, son dos chicas que están conversando entre ellas.

Tomo esto como señal para irme y lo único que distingo de su conversación es: —Creo que la niña tenía cinco años, todavía no han encontrado a más víctimas.

Voy a la clase y me termino la lata justo unos segundos antes que la campana avisara que es momento de continuar con las demás clases aburridas.

Por el resto del día me duele el estómago. Respiro profundo cada vez que duele mucho intentando aliviar el dolor pero es difícil. No fue hasta el final de la escuela cuando ya no aguanté más y me pasé a comprar una barra de cereal baja en grasa en la máquina expendedora.

Salí de la escuela, caminando como siempre y al llegar a mi casa ya estaba sudando.

Vi que no estaba el auto de mamá y eso me relaja. Cuando entro, lanzo mi mochila sobre el sofá y voy a la cocina para tomarme dos vasos con agua fría. Mi estómago se siente mucho mejor ahora.

Iba a subir para cambiarme pero recordé algo, la carta. Antes que venga mamá y por algún motivo decida husmear, será mejor que la saque. Tengo pensado quemarla o romperla en muchos pedacitos. Solo la escribí para cumplir con la actividad pero no es algo que quiero preservar por más tiempo. No es como si fuera a olvidar lo que me sucedió.

Busco entre mis cosas el cuaderno donde la dejé y me lo llevo hasta mi habitación. Arriba, lo dejo sobre la cama antes de quitarme los zapatos y subirme al colchón para solo relajarme un momento antes que venga mamá y toda mi paz se vaya.

Finalmente me acomodo y sacudo el cuaderno para que la carta se caiga. El sobre sale aunque mi corazón se detiene cuando noto algo. El nombre en el sobre es “Kendall” pero esa no es mi letra, así no lo escribí definitivamente.

Tiene corazones rosados y el nombre está escrito con una tinta con pequeños brillos.

Todo mi cuerpo se llena de una sensación eléctrica, tensa. Nunca me he electrocutado pero creo que así se sentiría, algo que recorre cada centímetro de tu cuerpo y te inmoviliza.

Veo el sobre sin poder tomarlo, siquiera tocarlo. Respiro profundo y lamo mis labios, están secos como siempre. Finalmente estiro la mano para tocar el borde y acercarlo a mí

Puede que alguien me esté jugando una broma y me haya escrito esto. Pero lo primero que pienso es que alguien leyó mi carta y me ha hecho esto para burlarse de mí.

Mi corazón se ha encogido o así lo siento. Suelto una exhalación y me decido en hacerlo finalmente, en descubrir de qué se trata esto. Rasgo el borde del sobre y la hoja doblada sale.

La tomo y comienzo a leer con el ceño fruncido, esperando que alguien esté respondiendo a mis palabras pero no es eso. Esto parece algo distinto, algo como si… si realmente se confundieron de sobre.

Esta es una carta para alguien llamado Kendall también pero lo que dice no es nada lindo o romántico, ni siquiera es amable. Es tan cruel, tan manipulador.

¿Qué es esto?




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