La noche es fría, pero no fría lastimera e insoportable, sino una sensación de frescura que eriza la piel, proveyendo de un ambiente de libertad, el aire fresco se desliza por los recovecos de los arboles del bosque, entonando una sinfonía lúgubre pero tranquila, la paz reina el ambiente y los ojos expectantes de los animales nocturnos son los acompañantes perfectos para un viajero que goza de la oscuridad de la noche.
Cobra emprende su búsqueda del brujo en la primera semana de invierno, por ende, la mayoría de los paisajes que le deparan están teñidos de gris, blanco, azul y negro, apartando los matices anaranjados del otoño. Su atuendo es el acostumbrado, pantalón negro, botas con estoperoles, blusa blanca con mangas y una gabardina negra con capucha, solo que esta vez, agrega una bufanda gruesa de rayas negras y rojas, unos guantes de piel y unos lentes de mica redonda; solo lleva consigo la mochila y una botella de agua.
El primer lugar que visita es la biblioteca de su comunidad. Es una biblioteca pequeña que está en la cueva de una colina y consta de 3 naves, está abierta las 24 horas y la atiende una mujer muda, su tamaño se debe a que el acervo físico que tiene no es muy grande, solo los libros que no pudieron digitalizarse por la delicadeza de los encuadernados o de las paginas son los que conserva para consulta física.
Cuando llega, la bibliotecaria está sacudiendo los estantes mientras un desafinado piano toca una melodía un tanto macabra.
- Buenas noches… - anuncia su llegada Cobra.
La mujer deja de sacudir y se concentra en la mujer que acaba de llegar. Aunque no emite sonido alguno con la garganta, sonríe y le da la bienvenida a Cobra. Cuando está frente a la cazadora, le pregunta en lenguaje de señas.
- ¿Cómo está tu familia?
Cobra sonríe y le contesta en el mismo lenguaje.
- Bien, acabo de ir a verlos. Mi hermana está muy grande y ya tiene novio, mis padres están saludables.
- ¿Y tú cómo estás? – pregunta la mujer. – Te ves preocupada.
- ¿Tanto se nota?
Ambas sonríen.
- ¿En qué te puedo ayudar?
- Estoy buscando un libro, se llama La Gardenia de Sangre. – dice Cobra.
La mujer pone gesto pensativo mientras comienza a caminar hacia los estantes.
- Solo tengo un ejemplar de ese libro… - articula con las manos a la vez que guía a Cobra por la cueva. - …es un libro muy raro. Ya casi no hay copias de él. ¿No tenías un ejemplar?
- Sí, pero alguien lo alteró. Necesito el original.
- ¿Para qué?
- Investigación.
- ¿En serio? – la muda expresa su desconcierto e ironía con una mueca. – ¿No será que descubriste algo sobrenatural con el libro?
- ¿Tiene el libro o no? – pregunta Cobra evasiva.
La mujer trepa una escalera hecha con las raíces de los árboles y toma un libro de pasta morada.
- Aquí está. – le lanza el libro a Cobra, quien lo atrapa en el aire. – Espero que no se haya llenado de hongo. ¿Por qué está en este estante? Este no es su lugar.
Tan pronto el libro cayó en manos de la cazadora, comenzó a revisarlo. El libro tenía la misma alteración que el suyo.
- Oye… - Cobra llama a la bibliotecaria, la cual baja de la escalera de un brinco. – El libro está alterado.
- ¿Qué?
- Mira… - ella le muestra a la bibliotecaria el corte perfecto que tienen las hojas en el capítulo “El arte de hablar con sentido”. – En el caso de mi libro, tuvieron el cuidado de repararlo para que no me diera cuenta de que arrancaron ese capítulo, pero aquí…
- ¡Malditos! ¡Dañaron un libro y en mi cara! – la mujer toma el libro indignada y comienza a hacer sonidos raros con su boca. - ¡Ahora no podré venderlo!
Los movimientos de las manos de la mujer se vuelven rápidos y casi incomprensibles para la joven.
- Oye, oye… tranquila, mi madre conoce a un restaurador, le puedo pedir que te de sus… - en ese momento, Cobra comienza a atar algunos cabos.
- ¿Qué sucede?
- Nada. – contesta Cobra. – Llámale a mi mamá para que te de los datos del restaurador y así puedas vender el libro.
- ¿No lo quieres? – pregunta la bibliotecaria.
- Lo siento, pero así no me sirve. – contesta Cobra, mientras camina hacia la salida, cuando un libro de pasta verde captura su atención. - ¿Qué es ese libro?