Amigos, este es un spin off secuela de La Mentira, basado en los personajes de Luke Wilson y Jin Carter, y que puede leerse de forma independiente.
Capítulo 1
Tenía quince años cuando se encontró con él por primera vez.
Era muy joven aún para entender las consecuencias de su primer encuentro con Luke Wilson, pero lo suficientemente sensible para quedar impresionada por aquel sujeto imponente.
Hasta ese entonces, Jin Carter, una huérfana de padres desde hace dos años y bajo la tutela de su hermano mayor Ethan, no tenía mucho conocimiento del mundo y era especialmente perceptiva por haber perdido a sus padres en un accidente, en una etapa delicada de su adolescencia. A pesar de las circunstancias de la vida, el carácter de Jude Carter, a quien el apodo de Jin era uno que su padre le había dado, no podía definirse como débil, sino que bastante sagaz y mordaz. Típico de una hija de dos ex agentes de campo del Pentágono, muertos en un accidente provocado en Rusia.
Un horrible gaje del oficio, que dejó sin familia a Jin, pero con el legado de que habían criado a sus hijos, con cierta fuerza para vivir en un mundo que podía ser cruel. A Jin y su hermano nunca le ocultaron las verdaderas circunstancias en los que murieron sus padres.
Nunca fue un misterio para nadie. No había necesidad de buscar vendettas, porque el matrimonio murió en una misión.
Ethan Carter era diez años mayor y había seguido en su momento la premisa y vocación familiar, reclutándose apenas terminó la escuela. Quería ser agente y habilidades no le faltaban. En la actualidad ocupaba un cargo bastante interesante dentro de la Agencia de Seguridad Nacional, que le permitía explotar sus habilidades de inteligencia lógica y sus capacidades innatas para el combate, fortalecidas con entrenamiento y preparación.
Era riesgoso el trabajo que desempeñaba, de alta peligrosidad y cargando además con el deber de tutelar a su hermana pequeña, quien insistía en seguir sus pasos.
Por ello, es que el primer encuentro entre Jin Carter y Luke Wilson significó tanto para ella y de algún modo fue fundamental, porque implicó tanto conocerlo a él, así como su pase y entrada a un mundo, al que ella deseaba entrar con desesperación. Un primer encuentro, marcado a fuego para la muchacha, apenas una adolescente, fácilmente impresionable por un hombre con Luke Wilson. Muchos podrían llamarlo complejo de Edipo por la diferencia de edad de algo más de quince años.
El porte alto, seguro, sardónico del director de la Agencia, con una ligera sonrisa de autosuficiencia adornando sus labios y una expresión propia de un hombre experimentado, fueron suficientes para deslumbrar a la muchacha, que desde aquella vez quedó prendada de ese sujeto portentoso y autoritario.
No era un hombre guapo como algún muñequito estirado, pero sí de imponente y atractiva presencia, de rasgos exóticos asiáticos por sus ojos estirados y la piel bronceada, herencia de su madre japonesa y su padre americano. Pero eso sí, nacido en los Estados Unidos.
Jin había ido hasta la oficina principal de la Agencia, a buscar a su hermano, con quien había tenido un gran disgusto, porque Ethan no deseaba que ella entrase a la Agencia y justamente para desafiarlo había ido por él, como una demostración de rebeldía y falta de miedo. Ethan se negaba completamente a la descabellada idea de su hermana. Era demasiado joven, ni siquiera había acabado la preparatoria y el hombre había tenido que usar todo el poder de su tutelaje para detener a su laboriosa hermana. Obvio que no contaba con la resolución de ella, que era más fuerte que cualquier prohibición.
Porque la muchacha engañó y distrajo a la seguridad de la entrada, y penetró el recinto a buscar a su hermano. Y fue cuando quiso entrar de sigilo en las Oficinas de la Agencia, es que la atraparon Y había sido él, el mismísimo director quien la había sorprendido infraganti, cuando Jin, quiso escabullirse por una de las rendijas.
“¿Pero qué rayos hace una niñata como esa por aquí?”, pensó Wilson al toparse con la adolescente. El director reconocía a la jovencita como la persona que aparecía en los archivos del agente Ethan Carter, como una familiar de sangre. Wilson se la quedó mirando como quien encuentra una rata inoportuna, pero Jin se había quedado congelada observando al sujeto, al verse atrapada de sorpresa. Y desde aquella vez ya nada volvió a ser lo mismo para ella.
Wilson, ante aquella imprudencia y atrevimiento, se llevó a la pequeña bribona a una de las celdas que había en el sitio, encerrándola, hasta que su hermano Ethan volviera de una misión, y pudiera entregársela. Pero tampoco pensaba avisarle antes. La agencia no era lugar para cuidar niños. Wilson la dejó ahí, y más tarde volvió a su oficina, pero cuando estaba entrando, pudo percibir que alguien se escondía entre las sombras de uno de los escritorios. “Esto es el colmo”, pensó al notar que era nada menos que la misma muchachita, quedando sorprendido ante la sagacidad de ésta.
¿Cómo era posible que alguien así pudiere salirse de una celda provisoria?
El sitio no era seguro, lo admitía, pero a cualquier persona sin entrenamiento o aún altas aptitudes de supervivencia, le sería imposible el escape. Luke sonrió. La chiquilla no era ninguna inútil, y a Wilson le agradaban que lo sorprendan, ya que difícilmente algo era capaz de llamarle la atención. La chiquilla era ágil e inteligente, y pudo salirse de la celda sin muchos problemas. Digna hermana de Ethan Carter e hija de otros agentes que habían servido fielmente en su momento
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Editado: 23.11.2021