Las campanas resonaron en toda la ciudad...
Apenas había caído la noche y los habitantes de Ender se apresuraban a regresar a sus casas para sumir las calles en un profundo y absoluto silencio.
Al oír las campanadas sintieron una profunda confusión, ya que sólo acostumbraban escuchar el sonido de la campana al dar la bienvenida al alba, cuando el sol se asomaba por el horizonte, o también, cuando daba el mediodía y este estaba puesto en lo más alto del firmamento, y finalmente, al ocaso, cuando se ocultaba allá a lo lejos tras las altas montañas.
A continuación, se oyó el sonido de las pezuñas de los caballos y el roce de las armaduras metálicas de los guardias de la ciudad, chasqueando impetuosamente sobre las calles adoquinadas que cubrían todo el suelo. Todos corrían presurosos hacia el ayuntamiento de la ciudad, como si de repente algo había comenzado a perturbarlos en medio de la noche sin previo aviso, con toda la crueldad de la incertidumbre que se desencadena en los momentos más inesperados.
En silencio dentro de sus hogares, con la única luz de sus faroles encendidos iluminando la penumbra nocturna, los ciudadanos de Ender apremiaban muy ansiosos, que aquella paz duradera e inquebrantable no fuera ser interrumpida, mucho menos ahora que gozaban de un auge espléndido que les había proporcionado una vida tan holgada y placentera.
Los guardias corrían de un lugar a otro, como si buscaran algo o alguien, los caballos relinchaban furiosos, golpeando sus patas con ahínco como si pretendieran resquebrajar el adoquín del suelo a toda costa.
Después, a todo ese tumulto se sumó el sonido de las puertas de los muros, al parecer los guardias reforzaban el bloqueo de todas las entradas para que algo no pudiera salir de la ciudad amurallada, los guardias se habían apostado casi en todas las calles de la ciudad, con antorchas en mano, y vigilaban recelosos todo lo que fuera extraño e intentara ocultarse entre las sombras.
Aquél actuar, sólo confirmó el temor que muchos no deseaban siquiera considerar y hasta habrían preferido ignorarlo por completo para no perturbar su magnífica vida dentro de la ciudad.
¿Se había suscitado algo inusual en Ender?...
Editado: 07.11.2025