La chica del Bus

37. Es mi Turno de Ser Hermana Mayor

Sky

 

¿Cómo terminaron las cosas de esta manera? Ya han pasado seis días desde que sucedió lo del intento de disparo de Eilyn hacia mí y termino herida Paz, casi me vuelvo loca cuando pensé que la bala la había alcanzado, recupere mi numero hace dos días, la policía nos llamó un día después del incidente para levantar una denuncia formal y así lo hicimos, a Troy no lo hemos visto desde aquel día y Paz esta algo destrozada aparte de aburrida por tener que estar acostada todo el tiempo, pero si no se hubiera sacrificado podría estar yo muerta o mal herida.

 

Pusimos una orden de alejamiento por recomendación del oficial que nos tomó las declaraciones, descubrimos que la persona responsable de la denuncia fue Troy, a mi hermana se le anegaron los ojos en lágrimas y empezó a llorar, creo que todo esto la sobrepaso.

 

- ¿Podrías bajar para subirle el almuerzo a tu hermana? – escuche la voz de mamá quien estaba parada en la puerta de mi estudio en casa. - ¿Dónde tienes esa cabecita tuya? – dijo acercándose a ver que estaba dibujando.

 

- Estaba pensando en lo que paso hace días, - le dice soltando lo que tenía en las manos y abrazándola, necesitaba abrasarla para sentir que estaba bien.

 

- Estas nostálgica ¿verdad? – Pregunto, - ¿Le pasa algo a tu gemela?  - cuestiono una vez más, - desde pequeñas siempre ha sido así, comparten las emociones tristes, y las alegres las reflejan individuales, nunca entendí como podían sentir la tristeza de la otra pero no las alegrías; - dijo y me aleje un poco de ella para encogerme de hombros y mirarla.

 

- A veces yo también me pregunto lo mismo, - le digo para mirar los bosquejos que estaba haciendo de la remodelación del cuarto de Paz, - ¿bajamos? – le pregunte a mi madre para ir por el almuerzo.

 

- ¿Cómo estas mi niña? – me pregunto papá una vez entre en la cocina, - ¿algún avance con el diseño de la nueva remodelación?

 

- Si, - conteste; - con quien no hay avances es con Paz, parece que nada le levanta el ánimo, - dije, sabemos que ella no puede estar tranquila y esa es su alegría moverse para todos lados. – Será mejor que le lleve el desayuno.

 

Una vez estuve arriba en mi habitación con paz en la cama con la pierna derecha estirada y sobre varias almohadas, estaba leyendo un libro /vaya que está deprimida /, verla leer libros es extraño ya que los lee para no pensar en cosas que la hacen sentirse triste.

 

- ¿Se puede saber que te preocupa? – Ella deja el libro sobre la cama con las paginas marcadas por donde se quedó, - ¿no le doblaste las esquinas ¿verdad?

 

- No, ya quiero yo tenerte nublada y tirando rayos y truenos hacia mí por haber dañado tu preciado libro, - comento con ironía.

 

- A ver – dije soltando un suspiro y colocando la bandeja sobre su regazo para que almorzáramos. – ¿Se puede saber qué te pasa desde el incidente?

 

Ella negó con la cabeza y cerró los ojos con fuerza, sabía que no quería hablar así que dejaría que pasaran algunos días más para que pudiéramos hablar así no lograría nada con ella.

 

- ¡Chicas! – dijo papá fingiendo que tocaba a la puerta la cual estaba abierta. – Hay alguien que las quiere ver, - dijo y ambas fruncimos el ceño, no teníamos idea de quien quisiera vernos. – ¿No les molesta que le haya dejado pasar?

 

- Te diremos una vez sepamos quien es, - le dijo Paz para reírse.

 

- Pasa, - le dijo papá dejándole la puerta libre.

 

Nuestras caras de sorpresa parecían ser épica, porque ambas sentíamos que teníamos las barbillas en el suelo.

 

- Gracias señor Emmett – dijo Alan con un niño rubio en brazos, muy parecido a él de cuando este era pequeño. – Si incomodo me voy, - dijo una vez vio nuestras expresiones.

 

- Pero ¡¿qué dices!?  – exclame poniéndome de pie, para ir a saludarlo y ofrecerle la silla. – Eres nuestro amigo a pesar de todo.




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