LOS MEJORES AMIGOS

LOS MEJORES AMIGOS

La amistad verdadera es un alma dividida en dos…..

Dos almas unidad por un hilo irrompible, que obviamente se pueden alejar hasta dejar el carrete vacío, pero se puede volver a enrollar y hacer un nuevo tejido…..

La amistad verdadera no es predecible, al contrario, es perfectamente impredecible, la puedes hallar en donde menos lo esperas, en los ojos que tal vez nunca volteaste a ver, en la sonrisa que tapo tu cuaderno, en la voz que el bullicio no te dejo oír, en el nombre que desconocías, pero basta solo un gesto, una palabra y puedes estar frente a ese amigo que será tu complemento….

La amistad verdadera no nace en un instante, se va fortaleciendo poco a poco, con las sonrisas, con las lágrimas, con los consejos, con la complicidad y la confianza… mirar los ojos y no solo ver su color si no el alma… esa alma que nos da la tranquilidad de haber elegido al mejor….

Todas las niñas de la escuela se morían por famoso Flavio, bastaba que las mirara para que las nenas lanzaran los más largos y tiernos suspiros….

Un ¡hola! Para que caigan a sus pies o una sonrisa para hacer que las niñas se sonrojaran como fresas maduras… todas…. todas, excepto Catalina…….  

Y a pesar de que ya se toleraban, ella lo seguía mirando con miedo y recelo…

¡Hola niña! ¿me puedo sentar contigo? – le preguntaba cuando subía al bus

Catalina lo miraba extrañada pues el bus estaba vacío - ¿Por qué eres tan antipático?, tienes todos los asientos para sentarte donde quieras ¿Por qué me vienes a molestar?

¿Antipático yo?... estas mal niña, solo quiero sentarme contigo ¿acaso ya no somos amigos? – le decía sonriente el muchacho…..

Si pero no te puedes……………

Si puedo – le respondió y sin más, se sentó a su lado, obviamente eso incomodo a la niña quien sacó un cuaderno y se dispuso a leer.

¿Por qué eres así? – le reclamo Flavio mientras la niña lo miraba extrañada

Quiero hablar contigo, conocernos más y tu sacas tu cuadernito para leer, por dios, ¿Cómo vamos a ser los mejores amigos si no conversamos?...

¿los mejores amigoooooos? ¿lo dices en serio?, tu y yo no tenemos absolutamente nada en común como para ser mejores amigos – le decía preocupada y con risa sarcástica la niña – pero está bien hablemos, nunca he conversado con nadie como tú.

Lo voy a tomar como un cumplido Monj…. Perdón, perdón…. Tu sabes la costumbre.  Catalina ya había cambiado el semblante de su cara….

¡Tú lo prometiste… ok!

Está bien por eso te pido perdón… bueno vamos a hablar…. Me llamo Flavio Rivera, tengo 17 años, piscis y me gusta el chocolate….

La niña lo miraba con asombro, realmente era la primera vez que hablaba con alguien como él, sin embargo, algo le atraía de esa nueva amistad…. Ok… Catalina Villareal, 15 años, acuario y también me gusta el chocolate.

Ah, mira ya vez como dices que no, tenemos varias cosas en común….

¿Variaaas…. cuales?

Los dos vivimos en San Carlos

Los dos tomamos este bus

Vamos a la misma escuela

Estamos en el mismo grado

A los dos nos gusta el chocolate

La niña lo miraba y oía, recordando todo lo que hablaba de él en la escuela, lo bueno y lo malo y….. aun así se sentía bien a su lado y se empezaron a contar sus cosas, a platicar como suelen hacerlo los jóvenes a esa edad. 

El bus recogía a varios chicos y más de uno se sorprendía al ver a Catalina y Flavio sentados juntos y conversando, pues era una amistad muy rara, eran los polos opuestos de la escuela y….. parecía llevarse bien……

Los días pasaban y esa amistad se hacía más fuerte, siempre se sentabas juntitos al ir y al regresar de la escuela, èl, la hacía reír con sus ocurrencias, ella escuchaba emocionada como si se tratara de las hazañas de un superhéroe.

El disfrutaba de su ternura, calidez y dulzura….

Ella disfrutaba de esa agresividad, alegría y desfachatez al decir las cosas….

Ambos se descubrían al mismo tiempo…..

Polos opuestos eran…..

Pero…. ¿polos opuestos se atraen?

Las niñas de su salón le preguntaban cómo había hecho para que Flavio sea su amigo.

¿Yo? Nada, él solo me habla y yo le contesto, es bien agradable, antes me caía mal pero ahora me cae mejor – le decía.

Sin embargo, algunos de sus compañeros le pedían tener cuidado…