UNA HERMOSA MUÑECA DE VITRINA.

UNA HERMOSA MUÑECA DE VITRINA

Es increíble cómo cambian las cosas de la noche a la mañana…. Cómo puede un día cambiar toda una vida… Ayer eras invisible y hoy acaparas todas las miradas, entre clases de etiqueta social, mecanografía, sistema financiero, modelaje y maquillaje la dulce Catalina cambio radicalmente, ya no era la niñita dulce y perfil bajo… ahora un maquillaje perfecto definía su rostro, su ropa era la más bonita y sin duda su personalidad era arrolladora, sacaba suspiros a más de un muchacho en San Carlos….. pero por una extraña razón ella no miraba a nadie, no le llamaba la atención ningún muchacho….

En las tardes iba a la casa de una amiga y siempre pasaba por la casa de un chico, se miraban, se sonreían, pero nunca se dijeron nada…. continuamente sucedía eso, pero igual para ella era alguien sin importancia, solo se preocupaba en su imagen… se había vuelto un poco egocéntrica, ¿las consecuencias de ser una Elagirl? Obvio, esas chicas son distintas... y Catalina era una de ella.

En su escuela habían cambiado el uniforme… ya no era el atuendo que usaba pues otra escuela de bajo nivel había copiado exactamente el atuendo… y por supuesto fue la excusa perfecta para cambiar de look… ese día estrenaba uniforme nuevo, era un vestido ceñido pero con tableros en la falda de color plomo y un saco ejecutivo en el mismo todo peor con unos elegantes detalles azules… sin duda una de las mejores creaciones en cuanto a uniformes… todas las chicas parecían modelos de pasarela. Bueno el asunto es que justo ese día, Catalina sale a estudiar y se encuentra con sus primas en el paradero quienes también se iban a Lima..

Hola Cata, que linda estas, ¿ese es tu uniforme nuevo? – le dijeron.

Si, este me gusta mas – les respondió

Catalina estaba feliz… pero no todo puede.

Ah Mira Catalina te queremos presentar a nuestro amigo Juan Carlos.  Catalina se sorprendió mucho, era el joven que miraba en las tardes cuando iba a casa de su amiga Liliana..

Yooo ¿te conozco? – le dijo Catalina

Siiii, Catalina yo te conozco – le respondio Juan Carlos – Tu mamà es profesora de mi hermana.

¿Así, de quien de ella?

De Alina.

¡Ah ya se quién es!… lo siento, tu mamita es la que falleció ¿no? – le dijo intrigada Catalina.

Si, mi mamá murió… y tu mamá nos acompañó en el duelo…

Si, si lo sé, mi mamá me lo dijo, pero yo estudio por las tardes y no llego hasta la noche, así que no puedo acompañarla por las tardes, lo siento mucho…

No te preocupes Catalina, ¿Te vas a estudiar ahorita? Si…

Las primas escuchaban la conversación muy extrañadas pues no sabían que ellos se conocían y que en cierta forma tenían cosas en común….

Todos subieron al bus y Catalina se sentó aparte, pues tenía un examen y tenía que estudiar para ello.

Ella fue la primera en bajar… le dijo adiós a sus primas.  Y Juan Carlos le levanto la mano con gesto de adiós, ella le sonrió y también le levanto la mano… 

Solo un gesto… y el muchacho quedo prendado, la vio muchas veces pasar, pero ahora hablaron y ya no podía sacarla de su cabeza…

A las primas no les gustó mucho la situación, más aún si a una de ella le gustaba el muchacho, y a quien no, Juan Carlos era un joven muy apuesto, distinguido, buen porte, educado, cualquier chica se enamoraría de èl….  Pero Catalina ni cuenta se dio, estaba más preocupada por su examen y por sus uñas, cosas de una Elagirl.

Los días pasaban y Catalina solo pensaba en sus clases, tenían que realizar un desfile de modas, eso la mantenía ocupada tratando de realizarlo lo mejor posible, junto a un concurso de baile, cosas nuevas para ella y acaparaban toda su atención.

En esos días se enteró que Juan Carlos estaba enamoradísimo de su prima Milagros, bueno al menos es lo que decía la madre de ella, lo cierto es que por azahares del destino un día esa chica se quedó castigada sin salir y por allí llego Catalina de visita…

Catalina, por favor llévale esta carta a Juan Carlos es importante – le suplico la chica.

Esta bien – le dijo – pero que cosas hacen que las castigan, pero ya está bien lo hare.

La chica fue con la misiva y toco a la puerta del muchacho, salió su hermana quien muy extrañada le dijo:  Hola Catalina, ¿en qué te puedo ayudar? – cosa que sorprendió a la chica pues no sabía que la conocían… Hola, si ¿estará Juan Carlos?

Si, si esta

Por favor lo puedes llamar tengo un mensaje para él.

Ok yo le digo.

Afuera de la casa de Juan Carlos había unos asientos y ella se sentó a esperarlo. Cuando salió el muchacho, ella le entrego la carta y le explico la situación, ¿Estas con mi prima? – le pregunto..