La Chica Del Portafolio

UN RECUERDO FUGAZ EN MEDIO DE UNA GRAN TRISTEZA

UN RECUERDO FUGAZ EN MEDIO DE UNA TRISTEZA

Se dice que una madre no experimenta el miedo hasta que tus hijos se enferman y le llegó ese terrible momento a Catalina, si niña se enfermó de gravedad y su vida se volvió gris…. Como las paredes de un hospital, afortunadamente todo se desarrolló bien pero los momentos de angustia fueron terribles, es allí donde se pone a prueba tu fe, confianza, inteligencia y todo… tuvo que lidiar con el terrible trance de una vida en el hospital…

Era ya 2015, como pasan los años……

Para los controles a su niña la derivaron a otro hospital y allí supo lo que era enfrentarse a la indiferencia de la gente, a lo difícil que es no encontrar citas y peor aun a los malos tratos de un personal sin corazón.

Catalina madrugó pues sabía que era la única manera para ser atendida, pero cuando llegó ya se habían acabado las citas, desesperada pidió ayuda a una enfermera..

Por favor, necesito un cupo para Cardiología y poder tratar a mi niña yo vengo desde muy lejos y no he conseguido.

Y a mi que me importa – fue la respuesta que recibio…

Catalina sintió que el mundo se le vino abajo y en medio de tanta gente se puso a llorar con su niña de la mano, miraba a todos lados y nadie si quiera la miraba…

Pero la vida siempre te pone ángeles en el camino….

Aun no se acuerda quien fue quien le dijo: Señora suba a los consultorios y pídale a un doctor una cita adicional… muy rápido Catalina subió hasta el quinto piso, miraba los consultorios y vio el nombre de una doctora en la puerta, le tocó, cuando la mujer salió, ella le contó lo que había sucedido, pero como respuesta solo recibió un gran y estruendoso portazo…

Catalina se puso a llorar con su niña en brazos, totalmente derrotada se sentó en una silla…. En eso vio la otra puerta y vio Doctor Rivera, algo dentro de su corazón le dijo que espere y pregunte allí, y así lo hizo….

En eso la puerta se abrió y salió un joven doctor… Catalina se acercó y le explicó su situación al doctor… este la escucho y le dijo: Esta bien no se preocupe, pero a lo mejor la atiendo a la siete de la noche y sonrió… No me importa doctor gracias – le contesto muy regocijada.

El doctor le extendió el documento y Catalina corrió a realizar el papeleo para que su niña sea atendida.

Más tranquila, regreso y se sentó a esperar… mientras estaba esperando miraba con cariño la puerta del consultorio del doctor y se dio cuenta de un pequeño detalle…

Dr. Rivera… Rivera era el apellido de Flavio, aquel niño de quien ella se había enamorado en el colegio… enseguida sus pensamientos volaron y se preguntaba ¿Que será de Flavio? Y mecánicamente se tocó los labios, pero su pequeño recuerdo fue interrumpido por su niña que se había bajado de la silla para jugar con otro niño….

Mercedes, ven hijita…. Y se puso a observar a su niña…. dejando de lado los viejos recuerdos ahí en el pasado donde nadie sabia.

Luego le tocó el turno de ser atendida……

Lo bueno que este capítulo de su vida tuvo un final feliz, su niña no tuvo complicaciones y fue dada de alta luego de varios regresos para exámenes y todo eso…

Catalina volvió a ser feliz, disfrutaba con su niña de paseos nuevamente y la miraba sanita y alegre… esa alegría que también la envolvía a ella.

¿El papá de su niña? bien gracias, nunca se enteró de esto pues sencillamente no era parte de su vida.

Cuiden a sus hijos, es lo único que puedo aconsejar.

En cuanto a su recuerdo…. Volvió a ser parte de ese pasado olvidado…




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