La Chica Importada

“NUEVA ETAPA “

Lunes, 5:30 Am:, sentada frente a un espejo que decora una pared entera de su habitación se encuentra la joven Valentina Pimentel, cepilla su larga y hermosa cabellera de color castaño claro, se prepara para asistir a lo que será su primer día de clases., observa su reloj, nota que aún le sobra algo de tiempo, mientras, aprovecha para darse un ligero toque de maquillaje sobre su delicado rostro, su espejo refleja detrás de su silueta un almanaque del que fue marcando día tras día y que hasta la fecha le recordaba que a la fecha estaba cumpliendo siete meses de haber llegado a lo que ahora es su nuevo hogar, la ciudad de caracas- Venezuela., le ha costado un poco adaptarse en un país que a pesar de ser su cuna natal le resulta ser un lugar nuevo y desconocido, tenía escasos siete años de edad cuando junto a sus padres emigraron hacia México, a la ciudad de Chapultepec para debutar como empresarios, es por eso que le son escasos los recuerdos de la ciudad de Caracas, aquella ciudad que la vio nacer, vivió una década en ciudad de México, donde a través del tiempo que estuvo en este hermoso lugar logro ganar un gran círculo de amistades y donde inevitablemente copio ese acento típico de ese país norteamericano, lo que dificultó a sus allegados poder creerle que no era extranjera y que nada tenía que ver con ese país que la adoptó por una década.

Todo inicio con un cambio drástico en la vida de su familia, cuando un aparatoso accidente automovilístico le arrebato la vida a su padre, justo en el mejor momento de su vida empresarial, donde su carrera como arquitecto le ayudo a catapultar su empresa constructora al éxito y donde llego a ser una de las mejores en ese país, después de ese duro momento, su madre Valeria Hospin pasó a tomar las riendas de esa empresa ocupando el lugar de su esposo, al poco tiempo de dar inicio la nueva gerencia, un grupo de empresarios interesados en sacar del mercado a esa dura competencia, vincularon las funciones de la constructora con hechos de corrupción, esto ocasionó que se abriera una investigación, ocasionando un bloqueo en las finanzas de la empresa, obligando a su nueva gerente a tener que buscar ayuda financiera, al mismo tiempo había ganado una licitación para realizar un complejo urbanístico en su país natal Venezuela, hecho que la obligo a tener que regresar a su lugar de origen junto con su hija Valentina, fue ahí donde ambas se dieron la oportunidad de comenzar de nuevo.

_ Valentina ¿ya estas listas? _ grita su madre desde el pasillo que conduce de la sala hacia la salida de su casa, mientras, Valentina en su habitación recoge con un poco de prisa su kit de maquillaje

_ ¡ya salgo mamá! _ella toma sus libros luego da pasos agigantados hacia la salida, llega al parqueadero donde ya se encontraba Valeria esperándola, Valentina sube al vehículo _ ya es hora de que me compres mi propio coche, así no tendríamos tanta prisa en salir_ le indica Valentina a su madre, mientras espera que el motor de su auto caliente se mira en el retrovisor y acomoda unos cuantos flecos de su cabello.

_ ¡ni loca! Me torturaría mucho más, ustedes los jóvenes no suelen tener prudencia, además después de lo que ocurrió con lo tu padre lo mejor es que andemos juntas, ya llegara el día donde serás más responsable y sea confiable que puedas tener tu propio vehículo_ Valentina guarda silencio, el vehículo se pone en marcha, ella apoya su cabeza en el cristal de la ventana observando melancólicamente cada calle que recorren, su mente se llena de recuerdos pasados, extraña a su grupo de amigos, aquel que había dejado en la ciudad de Chapultepec, ahora que inicia una nueva vida no sabe si tendrá un circulo de amistad que la reciba como lo hicieron las ya dejadas, sin saber si serán mejores o iguales que los de México, este trance de remembranza duró unos veinte minutos, era exactamente el tiempo que había de su casa al instituto donde comenzaría a cursar el último año del bachillerato, el Toyota camry estaciona frente a el instituto

_ hemos llegado, espero este colegio sea de tu agrado y que tengas un excelente día hija, llámame cuando necesites que venga por ti_ fueron las palabras de su mamá, la joven Valentina toma su bolso, tarda unos segundos en abrir la puerta, piensa para bajar del vehículo, no se resigna al cambio, luego recuerda que no tiene más opción y baja.

_ órale mamá, que tengas un buen día_ Valentina cierra la puerta después de despedirse, luego se detiene unos segundos frente a la entrada de aquel edificio, contemplaba la magnitud de aquel lugar, mira de nuevo su reloj, nota que ha llegado diez minutos antes del comienzo de las actividades, se da paso a la entrada, y ve a un grupo de jóvenes dar paso apurados hacia el mismo lugar, pasa el pórtico que sostiene en el medio del arco un letrero metálico que indica el nombre de aquel instituto” COLEGIO INTERNACIONAL DE CARACAS.

Una vez dentro del mismo pasa a observar a la plazoleta, estaba rodeaba de un jardín repleto de muchas flores exóticas, Valentina pasa a ubicarse en un lugar apartado de la multitud, el sitio estaba abarrotado de estudiantes que esperaban el comienzo del acto protocolar donde después de darles la bienvenida al nuevo año escolar, leerían el listado que les direccionaría a la seccional que les ha tocado cursar.

A unos pocos metros de Valentina, tres chicas contemporáneas a ella pasan por el frente, estas la miran con mucha curiosidad, una de ella murmura algo señalando a valentina y se devuelven dirigiéndose hacia ella, Valentina se da cuenta de que la observan y desvía su mirada, pero antes de que la alcancen ella cambia de lugar, en ese instante dan comienzo al acto protocolar, la directora del instituto hace presencia y se ubica en una pequeña tarima que se encontraba justo en una esquina de la plazoleta lo que ocasiono que las chicas abandonaran la idea de poderla alcanzar.




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