¿Que sucedió anoche? creí que todo lo que había sucedido era una ilusión, mi madre me había hablado sobre eso es cuando una pareja consume su vínculo íntimo, su amor después de contraer unión o unir su vida en una, lo cual no da en este caso sin pensarlo comienzo a llorar por lo sucedido y algo a mi lado se remueve incomodo cuando sus ojos conectan con los míos veo enojo.
- ¿porque lloras? -me pregunta atrayéndome a su cuerpo dándome un abrazo cálido.
- Mi madre me dijo que lo que hicimos ayer solo se hace, cuando ligas tu destino a esas persona- le digo sincera.
- Eres mi concubina y por ende serás mi consorte igual que Isis, pero a ella todavía no le he mostrado mi amor, pero a ti si- me dice volviendo a colocarme en la cama y besándome.
- ¿quiero regresar con mi familia? - suelto y él se levanta notablemente enojado.
- Las esclavas te vestirán para la fiesta de los 60 días al rio Nilo- dice vistiéndose y caminado por la habitación- más te vale estar perfecta para celebrar nuestra unión a los ojos de Ra.
- Sabes que algún dia voy a desaparecer de tu vida- le digo sin importarme nada, levantándome de la cama y me muero de la vergüenza al ver que estaba desnuda, regreso a la cama cubriéndome con las sabanas de lino.
- Si eso sucede matare a todos los que te ayuden a escapar, para que vuelvas conmigo- antes de salir regresa hacia mí y besa mis labios robándose uno de esos sonidos tan raros- ser mi consorte es tu lugar, los dioses lo quisieron asi- dicho esto salió de la estancia.
Después entraron una fila de esclavas obligándome a levantarme, después tome un baño y estas me colocaron unas túnicas verdes limón y un recogido de mi cabello, cuando estuve lista me llevaron al comedor donde me sirvieron fruta y un poco de pan integrar, cuando termine le exijo a las esclavas que me llevaran donde se encuentra su Rey estas me llevan a un lugar donde se está levantado una gran pirámide en su honor, lo cual me alegra.
- Padre -grito cuando lo veo con unas hojas de cálculo.
- Nefera la educación -dice y lo abrace porque lo extraño- hija me puedes ayudar con esto- me entrega unos papeles con los materiales de la construcción.
-Padre para que tengan mayor producción, hagan que los trabajadores creen cerámicas de fango ya que el rio comenzara a crecer tendrás mucho material- le digo y las personas detrás de él se asombran.
-También hay un problema con los campesinos- me informa otro hombre- nos puede dar su consejo majestad.
-Para esto lo mejor es que cuando haya mayor producción guarden una parte para cuando venga la sequía, si producen demasiado guardan la cuarta parte asi de fácil- les digo y ellos debaten entre ellos.
- larga vida a la Reyna de Egipto - gritan todos y se inclinan.
- No tienen por qué llamarme asi- digo sincera, pero ellos no se levantan.
-Es porque serás mi consorte- escucho su voz y me giro viendo el panorama- he escuchado tus opiniones son perfectas y razonables.
-Rey - esta vez me inclino un poco mostrando mis respetos.
-Cuando lo pienso cada segundo digo que convertirte en mi concubina fue una muy buena decisión- dice y yo me levanto para irme, pero él me lo impide dejando en mis brazos un brazalete de diamantes azules como mis ojos con forma de flor de loto.
- Gracias por el regalo su majestad- le digo sincera porque es un lindo presente.
- Ahora me hablas con respecto, cuando hace unas horas estábamos muy bien en la cama- dice riendo y las demás personas nos miran con una sonrisa cómplice mientas yo me coloro- deja de hablarme asi o te castigare- se inclina para susurrarme en mi oído.
- Esta bien su majestad- dije sin llevarme de sus amenazas- si me disculpan deseo retirarme de este lugar - digo esta vez pasando por su lado y esta vez el no impide que me valla.
Fui a dar un paseo y cuando fue el tiempo me hicieron regresar a la habitación, me volví a bañar y me colocaron una túnica ceremonial roja con una pequeña corona de rubíes en mi cabeza, con cada segundo estoy pensando en escapar porque no puedo y no quiero afrontar estos sentimientos que tengo por él, pero si me voy necesitare personas.