La condición de mi Oro Verde

capitulo 8

Bianca

Estaba en la cocina, esperando la sorpresa inesperada de que Basil estaba besando a mamá. Me había dicho que su hijo adoptivo tiene dieciséis años, igual que yo, pero vive con su tía Lucía, perdida hace mucho tiempo, en Estados Unidos. Se separaron cuando él era pequeño. Basil nació a los veintinueve años, tiene un primo de Basil, Mathias se llevó a Basil y su tía Lucía está muerta, ella se llevó a Alejandro siete años después.

Después de unos minutos de ver la televisión, mi teléfono vibra.

Miré la hora y eran las 10:00 p. m., y luego vi un mensaje de texto de Alejandro.

Alejandro

Bianca, estoy cerca. Sal afuera, donde no sé dónde está.

Agarré mi teléfono celular y salí. No pasó mucho tiempo hasta que el auto de Alejandro se estacionó frente a mí.

-Hola Bianca- saludó Alejandro dándole un breve abrazo- Eres muy buena y tranquila, hermosa, eres la hija adoptiva de Rebecca y Simone tiene mucha suerte de tenerte como prima- dijo dándome una sonrisa.

- ¡Gracias! También eres el hijo adoptivo de Basil y Sofia, eres guapo... solo averígualo, espero que me perdone. ¡No sabes todo lo que hice para encontrarte!- dije abriendo la puerta de entrada y dejándola entrar. Ella dejó sus maletas en un sofá lateral y se apoyó en la silla.

- ¿Por qué Emmanuel está enojado conmigo?- preguntó Alejandro.

La miré por unos segundos y solté una pequeña risa.

- En una fiesta estábamos jugando a una pregunta o un reto. ¿Tenía que besar a su amigo? El único se enojó mucho y ha sido muy grosero conmigo desde entonces- dije soltando un suspiro.

- Pero también deberías estar enojada quien es tu padrino, me contaste lo del beso con Nicole por mensaje de texto- dijo Alejandro.

- ¡Exactamente! Perfecto pero no puedo estar enojada con él.- Me miró unos instantes y luego asintió.

-Creo que está escuchando la ducha de su padre adoptivo, en serio, más tiempo para sorprenderla- dijo levantándose. Alejandro me imitó.

Basil

Salí de la ducha, me puse la ropa y salí del baño. Rebeca estaba acostada en mi cama.

¿Estás loca, maldita sea necesito besarla?

Me acerqué a ella y ella se giró en esa dirección, me sonrió y se levantó de mi cama.

-Basil, ¿lo siento? No quiero a nadie más que a ti- dijo Rebeca mirándome directo a los ojos.

-Está bien, yo también lo siento por años. ¡Por besarme Sofía y por ser tan celosa, solo juntas que no soporto la idea de que los demás te miren, te toquen y mucho menos te besen!- dije acercándome a ella. La tomé de la cintura y uní lentamente nuestros labios.

Qué bien se sintió volver a besarla.

Te amo tanto.

Solo para mí. Rebecca se apartó y sonrió.

-Basil, tengo una sorpresa para ti- Cerré los ojos y escuché que la puerta se abría y alguien más entraba a mi habitación.

-¡Está bien, ahora ábrelos!- Abrí los ojos lentamente y vi...

No puede ser. Imposible importante

-Hijo, ¿Alejandro?- Dije sorprendida Él asintió y comenzó a correr en mi dirección.

-Papá, ¡te extraño tanto, idiota!- Dije abrazándome. Las palabras perfectas no salieron. Realmente me sorprendí.

Mi primo es tu hijo adoptivo y estaba conmigo.

-Sí, te extrañé tanto, hijo. ¡Nunca más te dejaré!

Seguimos abrazados por unos minutos y luego me separé de él.

-¿Cómo es que estás aquí?- Dije examinando su rostro. Parecía muy feliz.

-Bueno... verás, tía Lucía se está muriendo de cáncer de mama, yo tenía cosas importantes que hacer y nunca estaba en casa. -Le dije que quería vivir solo, pero se negó. Quiere que viva con amigos, pero no solo - respondió Alejandro mirando la comida -Le dije a tía Lucía que buscaría amigos que quisieran vivir conmigo, pero la búsqueda fracasó, todos ya tenían familia en casa, estuve a punto de rendirme pero entonces...

-¿Qué pasó después, hijo? Cuéntame, le pregunté por él.

-Antes de que Bianca me contactara, me dijo que para darles una sorpresa a todos, me gustaría ofrecerle venir a vivir aquí. Rebeca aceptó de inmediato, necesitaba verte. Sabes que estoy muy feliz de que estés conmigo y prometo nunca separarme de mi nueva compañera en la empresa de la familia Park, pero creo que te encantaría ir a ver a Bianca y gracias, todo esto fue ideal de su parte. Buscó y llamó a miles de personas... Él realmente te ama y... -

No la dejes terminar porque salí corriendo del cuarto de Bianca. Entre ellos estaba recostada en su cama mirando al techo. Me acerqué lentamente a Rebecca y la besé, no tardó mucho en devolverme el beso, él jugaba con mi cabello y yo acariciaba sus piernas.

-Gracias por todo, por mí por ser siempre tan... tan fácil- dije depositando un beso en su mejilla.

Hice un movimiento rápido y me quedé encima de la de su familia, poniendo mis manos a sus costados para no aplastarla. Bianca comenzó a levantarme la camisa hasta que me la quité frente a Alejandro. Lo hice con su camisa, su pantalón y su ropa interior.

-Creo que no tengo que preguntarte si estás lista, y ya lo hicimos una vez- dije tomando su rostro y depositando besos, acariciando su cuello.

-Claro que no.

o deberías preguntarme, y de ellas esa noche de los años, tu madre estaba probablemente estaba borracho y no lo recuerdo, sería bueno que lo recordara - Feliz, Bianca le sonríe y comienza a besarlo.

Amaba a esta chica tranquila con todo mi amor.




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