La Dama De Winchester

EL ANIMAL

Vuelvo a mirar Gustavo, él me miraba de reojo, me dirigí a mi alcoba, me baño, me acodo en la cama dándole la espalda hacia el lado de él, cuanto siento que entra me hago la dormida, se acuesta y me rodea con sus brazos, me pongo rígida porque después de tantos meses no había hecho eso. Me besa en el cuello, provocándome unos escalofríos, me giro para mirarnos de frente.

El me besa, pero esos besos eran bruscos, rocosos, sentía que no era él, me desviste, pero no con la misma ternura, que lo hacía antes, me sentí como si me estuvieran violando yo diría que fue así – me mira –

- quería ver si te habías revolcado con el principito.

separa de golpe al baño. Mis lágrimas me brotaron, salgo a la cocina y me tomo una pastilla –vaya – sí que me duele hasta el alma, -no sé - porque se comporta así ¿celos? Que estúpido.

Me recuesto en el sofá, no tengo gana de volver a la cama, cuando siento que viene me hago la dormida, pasa directo; se sirve un whisky y se recuesta en el marco de la cocina, siento una risa burlona.

- ¿Ahora qué te pasa? No me diga que extrañas la compañía del principito, que ya no quiere compartir la cama conmigo

No le contesto.

- Se te olvida el deber de esposa mujer…. -no podrías esperar que te hiciera el amor como una dama, -eres una desvergonzada.

 - antes -no te debí ni tocarte estás -sucia-

Me levante furiosa, lo enfrento plantándole una cacheteada. ¡Plasss ¡

- "Saber que Gustavo” te desconozco, -que tristeza que no me aprendiste a conocer, y esto que me has hecho hoy, no lo hace ni el peor animal –solo para insinuarme cosas, que te imaginas.  Vete al carajo. 

Cuando voy en el último escalón, siento como estrella el vaso contra la pared. y corre para alcanzarme, me meto rápido a pieza de visita y le hecho el seguro –siento como trata de abrirla y se enfurece.

 – maldición… – Victoria – abre –esta jodida puerta.

 Me altero - pero dije que no iba llorar más.

- "Victoria si no la abres tumbo la puerta".

Decido enfrentarlo. -no espero que la terminara de abrir, para entra de golpe y me atrapa contra la cama, empieza con rabia a tomarme.

No, no, no –Gustavo por favor no otra vez, me hace daño.

no dice nada y sigue ignorándome en un descuido le saco la pierna y lo empujo,

Me le paro firme

-"lárgate" le grito –vete - te odio - no me vuelvas a tocar animal – te desconozco totalmente.

Me pongo a llorar con rabia y me derribo en el suelo, en eso llega Bero.

- "mamá" me abraza. ¿qué paso?

me quedo callada y no le digo nada –mira al papa con rabia. Decido quedarme a dormir ahí en esa pieza.

 

Pasaron cuatros meses, después de lo sucedido con Gustavo, me cambie de habitación; traslade totalmente mis cosas, para así no tener que encontrármelo, estos días estábamos organizando las cosas para el grado de mis hijos. Bero con lo de la universidad y juan y Vanessa del colegio.

como estuvieron en la fiesta que les hacen a los chicos, el último año en el instituto. Salimos de compra para sus trajes, para la fiesta que les tenemos preparados a mis Dos chicos pequeños ya que Beronica, solo quiere un almuerzo con nosotros el día de su graduación. 
 

 




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