La Dama De Winchester

A SUS ANTOJOS

Busco un bar y me refugio en el alcohol, hasta perder la razón.

-lloro - Vicky amor - no me dejes Vicky, te amo - te amo sin ti no soy nada.

- Gustavo.... Amigo, ¿qué te paso? levanté la cara y era Emanuel

- oye porque estas así

Mis ojos estaban hundidos de tanto llorar.

- Victoria me dejo, el me rodeo sobre mis hombros

 - amigo te lo dije - esto iba hacer difícil para ella.

 - lo sé y me arrepiento.

 - ven vamos a mi casa - me dijo, así lo hicimos….

 

Mi mamá me llevo a la habitación que compartíamos, me lance a la cama a llorar

- mamá porque.... Gustavo te odio por partir mi vida, llore y llore hasta quedarme dormida.

Como a las ocho de la noche me levanté y bajé a la cocina.

 - Hola hija - ¿cómo te sientes? - hago un puchero y mis lágrimas brotan - me abraza

- ven vamos a cenar.

- no mamá no tengo hambre.

- He…, no señora - no le vas a dar gusto y te no vas a echar a morir por él

me grita - me siento regañada a la mesa y trato de llevarme la comida, pero no me pasaba poco a poco iba comiendo.

Me despedí y me fui a la habitación y me encerré.

A las tres y treinta, me levante a tomar agua, cuando estaba en la cocina - sentí que me tomaron por la espalda y me taparon la boca, ya sabía que era Gustavo, sentía ese calor de su cuerpo, me cargo y empecé a patalear para que me soltara, pero era perdido, me llevo al kiosco que estaba en el fondo del jardín y ahí me soltó.

- ¿Qué te pasa?

Le grite - no dijo nada, volvió abrazarme, y me recostó contra la mesa, entre más forcejaba, era brusco, cuando me beso sentí que estaba borracho, y descontrolado.

Este borracho no hacia esto, eran tan calmado. Pero hoy al parecer estaba poseído.

 - Gustavo - déjame, no eres así - levanta la mirada.

 - eres mía y seguirás siendo mía.

 - no, no, no.

le gritaba cuando me quito el pijama - mis lágrimas salían, de ver la manera como estaba apoderándose, cuando ya sacio de su placer, se separó de mí.

 -te amo.

Quiero decirte que, aunque hayamos firmados esos malditos papeles, siempre serás mía Victoria – siempre. se dio la vuelta y se fue.

se detuvo sin mirarme - donde vayas te buscare y se fue.

Me senté en el suelo y lloré de dolor y rabia. No tener valor de defenderme. Así estuve durante dos horas, cuando entre lo encontré recostado en el marco de su habitación, me observaba con risa de satisfacción, lo ignore dirigiéndome mi a habitación, entre al baño y me senté ahí a llorar, me bañe para ir a dormir  a lado de mi madre.  
 

Paso un mes, me lo encontraba en la casa, ya me estaba volviendo loca, me atosigaba cuando me veía sola, me seguía donde iba, con quien me encontrara, me hacía reír, porque lo pillaba, era agobiante.

-Bueno- mamá - ya tomé una decisión, nos vamos a vivir tu casa

- "ensero" si señora - no pedo seguir acá - Gustavo esta posesivo, cada vez que tiene la oportunidad me ataca y esto no lo puedo aceptar, debemos tomar nuestros caminos, el no entiende y me toma como su juguete a sus antojos.

Con ayuda de Noria y mi madre, recogí cada cosa y las empacamos en cajas para llevarla a la casa antes de que llegara la noche.

Cuando llego se percató que en la alcoba no había nada mío, cuando estaba en el jardín regando las plantas, sentí su respiración en mi cuello, pegué un salto dando dos pasos hacia atrás

- ¿Qué haces? Me miraba adorándome, una sonrisa encantadora que me enamoraba de él.

- ¿Qué paso con tus cosas? Frunzo los ojos.

- ¿de qué hablas?

- Pues digamos…. lo del baño, el closet, los cajones, no veo nada de eso.

Me giro para seguir en lo que estaba.

 - creo que eso no te importa - se me acerca y yo retrocedo

 - claro que me importa - eres mi mujer.

- Ja, ja,ja,ja me carcajeaba con ironía.

- ¿yo tu mujer? se te olvida que ya nos divorciamos y eso incluye todo. - me toma con fuerza - me besa con rabia.

- Escúchame Victoria - no te voy a dejar -acuérdate de eso - lo trato de apartar, pero con más fuerza me alza llevándome el kiosco.

 - suéltame - suéltame que yo ya no soy tuya, esto se acabó.

- No Victoria hasta la muerte seremos tu y yo, me lanza sobre la mesa, trato de golpearlo, pero me esquiva. Me besa y me toca por todos lados.

- "Gustavo" déjala.

 - "mamá….

- " si soy yo - ya no debes tocarla - aprovecho y corro hacía donde mi exsuegra.




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