La Dama De Winchester

ENCUENTRO

- Altezas ya estamos a bordar - dice la azafata.

Cristopher se levanta, me mira y se acerca para asegurar mi cinturón, se acerca tanto que siento su aliento, se inclina sobre mi silla y me da un beso en mi cabeza. Y vuelve a puesto de él. 

Desde mi rescate mi hermano no sonríe, se nota esa tristeza en sus ojos, ese hombre que radiaba armonía y ese esplendor imponente, ha desaparecido en él.

Cuando aterrizamos nos esperaba la limosina, bajamos y nos dirigimos a mi casa. – si mi casa, que por cierto no sé qué pasara con todo esto.

Durante el trayecto a casa todo fue en silencio que no me percate que había llegado,

- *Victoria* me gire y mire a Cristofer.

 – ya llegamos.  me dijo extendiendo su mano.

 Bajamos del auto y nos dirigimos a la puerta de la casa, tocamos el timbre a la espera de que nos abrieran.

- Ya va escuche la voz de mamá.

Cuando abrió se quedó como si hubiera visto un fantasma, sus ojos se cristalizaron, Cristopher corrió para llevarla al sofá antes de que se derrumbara ya que la impresión que tuvo hizo que se desvaneciera. Me abrió los brazos y corrí hacia ella para enrollarme los sus cálidos brazos.

 - mamá susurre en su pecho.

 - hija de mi vida, pensé que te había perdido.

 – nooo mamá – no digas eso, aquí estoy – mírame tome su cara con mis dos manos para que mirara a mis ojos – aquí estoy. Así permanecimos un largo tiempo.

Luego de un rato nos separamos, le conté todo los que había pasado, pero no la parte de que había encontrado a mis padres legítimo.

 – venga mis hijos vamos a que coman ya que deben estar cansados – si mamá le digo.

Sonó el timbre y Sasha la nueva ayudante de mamá abrió.

Escuche la voz de mis hijos, venia Bero, Vanessa, y Juan.

– hola Sasha, mis niños le responden.

 - ¿quién está en casa que vemos un lujoso carro en la entrada?

 – es un a visita que recibió doña Raquel

– a…. mi abue se la pasa últimamente de shopping – dice Vanessa con aburrimiento. Mi madre me miraba y se reía del comentario de su nieta

 – ho…..la……. abue dice cuando me ven y sin esperar más se me lanzan encima.

- ¿mamá? Me dice Bero.

 Me besaban y lloraban de la emoción. Los abrace un buen rato. Me separé de ellos y les pedí que nos reuniéramos en la sala que tenía que hablar con ellos

– que paso mamá ¿te vas a casar con príncipe?

los mire con los ojos abierto de par en par, luego mire a Cristofer, que tenía su cara de vergüenza.

 – que más quisiera les responde el agachando su cabeza.

–  Bero me miraba buscando respuesta de la situación y la actitud de mi querido hermano.

 

Buenos chico les tengo una historia incómoda para todos – les conté como había pasado con lo del secuestro.

 – como les vengo contado después de estos meses los secuestradores, me dijeron que me llevarían a donde mis verdaderos padres ya que ellos sabían quién era.

 pero mi rescatista fue el príncipe, todos voltearon a mirar a Cristofer sin entender nada.

- ¿Qué? Preguntan

 – si como les digo.

Después del enfrentamiento me llevaron al hospital por la bala que recibí en mi pierna, y allí…. me quede callada tome aire para seguir.

 Llegaron mis padres. Lo solté mirando a Cristopher.

- Chicos y doña Raquel…. hace años mis padres perdió a su hija de brazos, y pasaron años sin saber nada de ella, pero un día les llego una nota a los reyes, de unos desconocidos, que tenían en su poder a su hija

Bero abrió los ojos y se levantó de la silla sorprendida.

- Nos pidieron plata y yo fui a recoger la que era mi hermana y cuando me encontré con que era Victoria, me sorprendí mucho por verla en ese estado. Con el forcejeo la hirieron y la lleve al hospital.

llame a mis padres porque tenía que salir de dudas, solicitamos las pruebas y salieron positiva.

– ¿qué quieren decir con esto?  – pregunto Juan

 agache la cabeza

 – yo soy la niña que un día se perdió, les respondí.

 todos se quedaron callado y mi madre me observaba y no era capaz de decir una palabra.

Mis hijos luego de buen rato reaccionaron y se lanzaron abrazarme.

 – como te debemos llamar - dice mi mamá con una risita.

En sus ojos se le veían tristeza. La abrace y le bese la frente

 – siempre será mi madre, nada cambiará entre nosotras madre – te amo.

 

Decidí subir a mi habitación con mi madre dejando a mis hijos con su nuevo tío, y sí que era su tío,




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