Vir se dió cuenta de que llevaba un momento en silencio, y que hasta ahí iba su empeño de mantener distancia, sólo pudo decir:
# ok
# Hola Vir, la gatita no está bien,¿ me acompañas al veterinario por favor?, le pidió Gabriel
# ¿Oh, miss Cocoa se siente mal? ¿Qué le pasa?
# ¿¿Miss Cocoa?? ¿Así se llama? No lo sé, pero algo no está bien, ¿venís?
" Sí por supuesto ya cruzo
Vir se puso unas zapatillas blancas de las tantas que tenía,( todas del mismo color a las corridas), y llegó rápidamente, tomó el canasto de gatitos para luego subirse al auto de Gabriel.
Ya en la veterinaria, tuvieron que esperar mientras revisaban a los felinos. El veterinario les informó que la madre necesitaba una cirugía, que era de urgencia, que ellos podían esperar en el pequeño buffet de la clínica de mascotas o bien irse y esperar el llamado de la clínica. Pero les advirtió que debían entender que era muy complicado, porque ella fue abandonada durante el parto. Un gatito no logró ser expulsado y había provocado una infección severa en la gatita. Si ella moría, los 4 gatitos difícilmente lograran sobrevivir sin su mamá, que por cierto era una gatita muy jovencita y de tamaño pequeño.
Gabriel y Vir decidieron esperar. Vir le avisó a su madre mediante un mensaje donde estaba y ella le pidió que si se demoraba más allá de medianoche le llamara nuevamente. Estaba tranquila porque estaba con el hermano de Cam y conocía muy bien a toda su familia. Vir le respondió mediante mensaje de texto:
# ok, madre, pero recordá que no soy cenicienta, digo por lo de medianoche...#
Mel se reía de las ocurrencias de su hija, confiaba en ella ampliamente, solo no quería que le ocurriera algo malo. Era una madre que pensaba que la libertad era lo más importante en la vida y formación de una persona. Quizá porque ella misma no había podido crecer de esa manera.
Ambos tomaron un café y charlaron fácilmente de todo. La conversación era fluida y se daba naturalmente. Vir se sentía mal por la situación, ya que pensó, debieron llevar los gatitos al veterinario ni bien los encontraron; pero Gabriel le hizo ver que esas cosas pasaban y no era culpa de nadie, más que de quien la abandonó en un momento tan delicado. Se generó un momento de intimidad entre ambos por el que simplemente se dejaron arrastrar. Comenzó a llover mientras caminaban por el pequeño parque de la clínica de mascotas y Gabriel le tomó la mano mientras corrían a refugiarse debajo de un árbol. Vir tenía frío, Gabriel la acercó a él para darle calor. Tomó sus manos y sopló en ellas para hacerlas entrar en temperatura. Se miraron a los ojos y Vir ya no fue capaz de alejarse. Gabriel no podía entender lo que sentía y habló atropelladamente sin pensar:
- Cuando estoy cerca tuyo, por alguna razón no puedo pensar con claridad y me vuelvo torpe
- ¿Qué decís Gaby?
- Que me muero por besarte
Vir mirándolo fijo a los ojos le dijo :
- ¿pero es qué acaso vos no tenés novia?
- nooo, en realidad no lo sé, pero sé que me muero por hacerlo, aunque no deba y sea complicado, tengo un montón de sentimientos encontrados con vos. Y es raro, porque ahora estás acá, cerca... Y nada, me olvido de todo lo demás. Me gusta estar con vos, me gusta cuando hablamos y nos reímos, es fácil congeniar con vos. Y sé que no debería sentir nada de esto, pero eso, es complicado
- eso ya lo dejaste claro
- es difícil no sentir todo esto por vos
- En realidad, no lo es...digo complicado
- No puedo, porque no sé qué pasaría después y no quiero hacerte daño, dijo un apenado Gabriel
- Bien, me ves como una niñita... soy una nena grande, ¿no estás pensando demasiado? Y soltándose de sus manos intentó a alejarse
Cuando estaba dando el paso, Gabriel la tomó de un brazo atrayéndola hacia él, con este rápido movimiento la hizo apoyarse con ambas manos en su pecho, ella levantó la cabeza, sus ojos se encontraron y se besaron con ansias. Fue un beso dulce y largamente deseado por los dos.
Pasaron el resto de la espera muy juntos, deseando que el tiempo no corriera. Abrazados, besándose de vez en cuando, paseando tranquilamente de la mano. Sus manos encajaban perfectamente, así como Vir en los brazos de él.
Gabriel rompió el silencio y le dijo:
- no sé qué vamos a hacer, no sé cómo manejar todo esto... siento muchas cosas y no sé cómo reaccionar.
- Wow que honesto...
- Es que Vir, no sé cómo quedarme, no sé cómo alejarme. No quería tener una relación con nadie y apareciste vos. Ni siquiera sé si esto es correcto
A pesar de que le molestaban las dudas del joven, Vir le dio un tierno beso que lo desarmó y le dijo:
- esto es simple, cuando nos vamos de acá esta noche, nos olvidamos de todo. Aclará tus ideas, tus sentimientos, si decidís volver a por mí, sabes dónde encontrarme, sino acá no pasó nada.
- ¿Pero eso no te dolería?
- ¿Importa eso ya? Por favor disfrutemos este momento y después, después veremos...
Se besaron dulcemente bajo la lluvia serena, hasta que la auxiliar veterinaria les dió la noticia de que la cirugía había salido bien. Miss Cocoa pasaría unos días en la clínica, pero el pronóstico era bueno.
La enfermera les informó el valor de la cuenta y la joven pagó la mitad de ella con su dinero, lo cual sorprendió a Gabriel que pretendía pagar con su tarjeta el total.
- ¿Qué pasa rubio?, le dijo juguetonamente desafiante, trabajo, ¿no lo sabías? Me gano mi dinero honradamente, hablaba mientras le dedicaba una sonrisa que probablemente derretiría la nieve del himalaya.
Gabriel no supo que responder, la miraba y le parecía irreal, ella era absolutamente maravillosa, cada vez que posaba sus ojos en él lo ponía a su merced. Él no la merecía, eso lo tenía claro.
Subieron en silencio al auto, eran las 23:50 cuando se detuvo en la puerta de la casa de Vir, ella se dió vuelta lo miró dulcemente y le dijo