La distancia que nos separa

Capítulo 5 - El que espera desespera

Los días transcurrieron en una normalidad exasperante, Vir, sus amigas, sus actividades, todo absolutamente todo, se volvió tedioso.

Ani, le preguntó a Vir un día:

- amiga por Dios ¿qué está pasándote? ¿Por qué estás tan desconectada?

Vir no supo que responder, habían pasado 10 días, por supuesto Gabriel la había ignorado complemente... Ella vació su corazón con su amiga, le contó lo que había ocurrido con él y todo lo que no había pasado después.

Esa noche Ani se quedó en su casa y no se cansó de decirle lo valiosa que era, que en realidad él se lo perdía y todas esas cosas que dicen las amigas. También le contó que ella había empezado a salir con Darío y se sentía muy contenta por esto. Vir se entusiasmó por su amiga. Ani tenía miedo de contarle, porque no quería que se sintiera mal, pero enseguida comprendió que su amiga siempre quería lo mejor para ella. Charlaron mucho, Vir llegó a la conclusión de que nunca debió esperar nada de Gabriel.

Al día siguiente la rutina continuó y por la tarde Cam vino a verla. Ésta última vino en plan de detective, algo no le cerraba después de la charla con su hermano. Hablaron como siempre y le preguntó por los gatitos, le devolvió la ropa de Gabriel lavada y su pantalón. Luego inesperadamente para Vir, Cam le preguntó con su característica franqueza y falta de tacto, que había pasado entre ella y su hermano. Vir le respondió incómoda que nada, que se llevaban bien, pero que ni siquiera eran amigos, que todo iba bien. ¡Cam no le creyó ni una palabra! su hermano estaba igual que Vir esquivo y bastante odioso desde la noche de la cirugía. Cam le contó que Gabriel había decidido cambiar de carrera, que quería ser chef y sommelier; sus padres, después del primer impacto lo aceptaron. Vir se puso contenta por él, sabía que deseaba estudiar algo distinto hacía tiempo.

Vir fue a visitar a última hora los gatitos con su mamá a la veterinaria. Allí la auxiliar veterinaria le informó que por la mañana los retiraría su novio. Ante tal afirmación, la joven se puso roja como un tomate y sólo le pudo balbucear algo parecido a una respuesta a la dulce chica:

- ok gracias.

Mel era una risa total y le dijo:

- Bueno, bueno ¿ qué clase de cosas habrá visto esa señorita para asumir que son novios? aparte es innegable que hacen linda pareja .

- ¡Mamá, qué ideas!

- Hija es unos años mayor pero no es el fin del mundo, no es un anciano

- creéme que no le intereso nada

- Mmm no lo creo, lo he visto mirarte y creo que está loco por vos, pero para ser justa, también creo que vos estás loca por él...

- Mamá por dios, ¡¡Basta!! acá nadie está loco más que VOS.

Ambas rieron en el auto; cuando iban llegando a su casa, vieron pasar el auto de Gabriel con Caro, fue un golpe de realidad para Vir, que comprendió todo en un segundo y se sintió bastante mal, pero lo disimuló con gracia. Miró a su madre que estaba también tratando de disimular la sorpresa y le dijo

- Te dije.... Eso no va a pasar

- Hija, quizá no es lo que crees

- Mamá no quiero hablar más de él

- ¡¡Pero te gusta!!

- Nooo, siii, no sé!! quizá hasta hace 5 minutos. Pero no quiero ser Icaro hacia el sol, nunca me gustó hacer mal tercio y jamás saldría con el novio de nadie.

- Eso es cierto hija, supongo que él debe resolver algunas cosas, pero no seas tan dramática citando la tragedia griega

- Él no tiene nada que resolver mamá, evidentemente tiene las cosas muy claras; aparte no tiene que hacerlo porque entre nosotros no pasa nada, ni va a pasar tampoco, dijo Vir mientras le blanqueaba los ojos a su madre con clara molestia

En tanto Mel pensaba " oh por dios que chica tan testaruda... igual a mí".

Cuando entraron a su casa, Vir no tenía muchas ganas de hablar, cenaron en el sillón mientras veían tele y se fueron a la cama temprano, los pensamientos confusos de la joven, no la dejaban dormir tranquilamente a pesar de estar muy cansada.

Habían pasado justo 17 días, era lunes 24 de Enero, todo continuaba igual. Vir iba a ver a su gatito cuando se aseguraba de que no estaba Gabriel en la casa y su vida siguió con la alegría que la caracterizaba; aunque claro se sentía un poco molesta por el rechazo, pero estaba tranquila, el impacto ya había pasado. Ese día Nico almorzó con ella en su casa, pasaron el rato en la piscina y Nico le abrió su corazón para contarle que estaba confundido, porque no le gustaban las chicas. Vir ya lo sospechaba, solo lo apoyó:

- Sos mi hermano, elijas lo que elijas vas a tenerme a tu lado

- ¡Gracias! No sabes lo importante que es para mi

. ¡No me imagino mi vida sin vos! ¿Como se te ocurre que algo así cambiaría nuestra relación?

- No lo sé, es bastante difícil, ser diferente

- ¿Qué carajos? Vos no sos diferente, sos mi amigo, mi hermano, ¡y al que no le guste que se joda! Vos sos maravilloso

- Te adoro Vir

- Yo también y ahora podemos mirar chicos juntos

- Jajá sabes que acabas de matar el momento emotivo

- Me alegra divertirte

Terminando la tarde, Nico se fue de la casa de su amiga. Vir salió a despedirlo con un sentido abrazo y volvió a entrar rápidamente, tenía puesto el bikini negro que le sentaba a la perfección y un short de jean. Gabriel miraba la escena con un creciente enojo que ya no pudo contener. Estaba celoso, decidió que ya no podía mantenerse alejado de ella.

Cuando Vir estaba sentándose en el sillón, sonó el timbre, pensó que Nico había olvidado algo, abrió la puerta y vio a Gabriel, se quedó estupefacta...

- Hola ¿podemos hablar?

- Creo que vos yo y yo no tenemos nada de qué hablar rubio

- Por favor, ¿ podrías escucharme?

- Ya pasó mucho tiempo, por favor no te sientas mal, no vale la pena

- Vir por dios, podemos caminar un momento

- ¿Simplemente no vas a dejarlo ir verdad?




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