Vir fue sonriendo con dulzura a buscar su bolso y sus zapatos, que había dejado en el auto para no perderlos mientras Gaby ordenaba la habitación y limpiaba toda evidencia de la noche de amor que habían vivido. Se sentía en el cielo, si, había sido suya por primera vez y era mucho más de lo que había imaginado, la amaba con locura.
Ella se detuvo en la guantera del auto, mientras se colocaba la pulsera, cuando vió unos papeles enrollados, pensó " dios que desordenado es". No solía revisar nada, porque nunca había desconfiado de su novio, pero algo le llamó la atención porque los abrió y reconoció en uno de ellos la letra desprolija de Gaby, era algo así como una nota o carta y decía, entre otras cosas:
".... No quiero que sufras, simplemente que entiendas que estoy en otro momento de mi vida, necesito disfrutar un poco. Recuperar a mi familia. No deseo que sientas que fuiste usada, sino que entiendas que supe amarte muchísimo. Tu vida importó más que la mía en su momento, eso demuestra lo mucho que te he amado".
"No te he reemplazado por nadie, ella es solo una chiquilla, nunca la podría comparar con vos ni nada de lo que vivimos juntos. Sos una mujer con todas las letras. No te he despreciado. Los momentos que pasamos juntos, han sido los mejores de mi vida hasta ahora. "
"No puedo dejarla de un momento a otro porque es prácticamente de la familia, pero no la amo, es un pasatiempo, una diversión, esto es algo que está condenado al fracaso. Y deseo hacer las cosas bien. Cuando sea el momento voy a alejarme, no quiero traerle más problemas a mi familia ahora que todo va bien, que todo mejora."
"No sé qué me depare el futuro, pero sé que no es con ella, que sepas que nunca voy a olvidarte, no podría hacerlo. No la amo no quiero que pienses más en eso, ni que sufras por su causa, mucho menos ahora que vas a tener un bebé..."
Vir leyó la primera carta, nota o lo que fuera de Caro, y ya no pudo continuar, porque las lágrimas comenzaron a empañar sus ojos. No, no podía llorar y mientras respiraba profundo, siguió leyendo.
"... Es la segunda vez que podemos vernos en todo un año y lamento que todo haya quedado así entre nosotros, porque no me animo a llamar a tu casa nuevamente, no quiero generarte problemas, gracias por venir cuando te envié el mensaje..."
La carta tenía exactamente una semana. Si, ellos se habían visto a su espalda, ¡y todo lo que él pensaba, por Dios! esta mierda dolía demasiado.
Comenzó a caminar lentamente mientras sentía que algo se había roto dentro de ella, se lamentó el ser tan idiota, tan naif... perdió la lucha contra sus propias lágrimas mientras veía que se le acercaba Gabriel justo cuando estaba alcanzando la puerta de entrada de la casa.
- ¿Amor, que ocurre? ¿dónde vas?
No pudo contestarle, lo miró en silencio, él se asustó
- ¿por dios cariño que te pasa?
Con la fuerza que le quedaba, le respondió
- Me voy a casa
- Te acompaño amor, ¿qué ocurre? ¿Te sentís mal?
- NOOO, ¡¡no te atrevas a seguirme!! ¡No quiero darte pena! ¡Sé cruzar la calle!
- Nena, por favor hablá conmigo, ¡¡no entiendo nada!!
Una Vir ya llena de lágrimas le respondió:
- ¡Que nena ni las pelotas! ¡Déjame ir! Si alguna vez te he importado, porque ahora sé que no podés amarme, déjame ir... necesito ir a mi casa por favor.
No fue un pedido, fue casi un ruego.
- ¿Por qué decís algo así?
La joven le extendió las hojas mientras se apresuraba a recorrer los escasos metros que la separaban de la puerta.
El la alcanzó y le dijo:
- nooo mi amor no es lo que crees, por favor no te vayas así, déjame explicarte, trató de agarrarla por su brazo
- Déjame por favor, no quiero hablar más.
En ese momento la pulsera dorada se cortó de la mano por dónde la tenía agarrada y él se agachó a levantarla
- Lo siento, yo...
Ella aprovechó para abrir la puerta con sus zapatos en la mano y corrió a casa.
Gaby llegó detrás de ella, pero no se animó a tocar el timbre, escuchaba desde afuera el sonido de su llanto. Estaba tan destrozado como ella, por dios él la amaba más que a nadie en el mundo ¿por qué escribió esas estupideces? En ese instante fue consciente de que Caro dejó todo al alcance de su novia, que gran idiota fue al creerle. ¿Por qué no la cuido más? ¿¿Dios y si la perdía?? Nooo, eso no iba a pasar, él iba a explicarle toda la historia, ella lo escucharía, ¿¿ o no?? Madre de dios, él no podía perderla....
Unos meses atrás Caro le pidió verlo, lo había llamado más de una vez en el último año, pero nunca habían hablado.
Luego ella un día esperó que volviera a su casa, el venía de dejar a su novia, por lo que ahora sabía quién era. Y le dijo:
- ¿Con esa niñita te metiste?
- ¿Qué querés Caro?
- Tenerte una vez más, estar con vos
- Eso no va a pasar, estoy con alguien
- No creo que esa niñita pueda hacerte sentir lo que yo
- Eso no te incumbe, francamente me tenés harto
- Perdón, yo solo quería saber la verdad por vos, siempre pensé que íbamos a terminar juntos
- Ya ves que no
Un tiempo después le hizo llegar una nota con sus amigos del club, Gabriel no podía creer lo intensa que estaba siendo. Él tenía su vida con Vir, no podía permitir que la arruinara.
Finalmente, accedió a verla porque de alguna manera había logrado molestarlo con su comentario "es una pena cuando una pareja se separa".
Cuando llegó al lugar en el que quedaron en verse ella le contó que estaba embarazada. En ese momento supo que el forzado encuentro de la vez anterior y su intento de tener sexo con él una vez más, había sido con el fin de manipularlo. Él se marchó sin remordimientos.
Poco después nuevamente le envió una nota mediante sus amigos, para despedirse, no sin antes reclamarle y dejarle en claro que Vir no iba a ser feliz con él. Era una amenaza amigable. Gabriel le respondió en el momento y se despidió de ella. Tiempo después ella se presentó en el club luego de que el terminara de jugar con sus amigos, hablaron dos palabras y Caro le pidió que la dejara en un lugar que le quedaba de pasada a Gabriel. Él lo hizo y le pidió que dejara de buscarlo, porque no le hacía bien, que él necesitaba seguir con su vida y ella también. Claramente ella tomó la oportunidad y dejó las notas, sabiendo que en algún momento iba a leerlas Virginia. Gabriel la conocía, pero aun así fue un idiota, otra vez arruinó un momento importante de su vida, simplemente arrasaba con todo a su paso.