La distancia que nos separa

Capítulo 13 - Inesperado

El tiempo pasó, rápidamente llegó julio y fueron a esquiar, vivieron momentos inolvidables junto a sus amigos, luego el invierno le dió paso a la primavera y el cumple de Vir llegó. Gaby planeó una sorpresa para ella, la adoraba sin condiciones, ella le dió algo maravilloso a su vida: amor verdadero.

Esa mañana él la sorprendió con un desayuno lleno de las cosas que más le gustaban a su chica, un osito y un globo. Su mamá le regaló una suma de dinero importante para que se comprara lo que quisiera, (seguramente Virginia terminaba ahorrándola), así eran ellas, practicas, en ese sentido Gaby era más romántico. Esa noche, durante la cena, le regaló un relicario con forma ovalada, grabado con su nombre y una hermosa cadena. Ese regalo, que recibió a los 18 años, la acompañaría gran parte de su vida adulta. Fue muy importante para Vir recibirlo, le pareció precioso, por supuesto dejó el espacio para la fotografía adecuada.

Con la llegada del verano en el hemisferio sur, empezaron a pensar en ir de vacaciones al sur de la Argentina a una playa hermosa llamada Las Grutas, que Virginia deseaba conocer hace años. Pero algunos del grupo querían ir a Pinamar, terminaron pasando dos agradables semanas en Pinamar mientras Mel se fue 3 semanas con Fede y Nico a Miami.

Durante ese viaje, Virginia vivió experiencias que nunca borraría, jugaron en los médanos, se montaron en cuatriciclos, hicieron fogatas en la playa al atardecer. Incluso se quedaron todos despiertos una noche para esperar el amanecer. Ese amanecer, se sacó una foto abrazando a Gabriel desde atrás, que luego decidió que era la indicada para llevar en su relicario. Se veían los dos felices y sus sonrisas podían iluminar el mismo mar.

También durante ese viaje, Ani y Darío decidieron que era el momento indicado de dar el paso que tantas dudas le había ocasionado a Ani. Una noche se separaron del grupo, fueron a cenar a solas a un exclusivo restaurant , luego pasaron la noche juntos por primera vez. Tal le contó Ani a Virginia después, fue una noche maravillosa, mucho más de lo que imaginó, a pesar de los nervios.

Una de las noches de vacaciones, después de un día de playa, comidas y paseos, Gabriel le dijo a Virginia mientras veían televisión en su habitación:

- Me cumplís un sueño

- Mmm si puedo claro

- Vamos a la playa

- Rubio ya veo lo que pretendes y no quiero que me vean desnuda en el medio de Pinamar

- Encontré un lugar fabuloso, y podemos... vos sabes. aparte tu bikini no deja mucho a la imaginación no te hagas la inocente

- ¿Te da celos?

- ¿Qué otros te miren? No me encanta, porque vas de mi mano

- Amo eso de vos, tu seguridad

Empezaron a besarse y Virginia accedió a ir. Salieron de la casa a escondidas como dos niños a hacer travesuras. Llegaron a un lugar de la playa donde había algunas rocas y la playa se hacía pequeña, los grandes médanos lo escondían por su tamaño. Comenzaron a besarse sobre una toalla en la arena, mientras el agua del mar les alcanzaba los pies. Se besaron con gran amor y sin prisa alguna durante varios minutos, luego mientras se besaban con dulzura; hicieron el amor durante un largo rato. Gabriel le mordió el cuello a Vir, dejándole una marca.

Cuando volvían caminando hacia la casa de playa, Gabriel le preguntó entusiasmado:

- ¿Te gustó?

- Hacer el amor con vos siempre me gusta, pero tener arena por todas mis partes privadas no es nada romántico. Está algo idealizado de las películas

- Sos cero romántica Virginia Evans

- Soy realista, prefiero la cama, le dijo tras sacarle la lengua

- ¿Entonces la fantasía del avión no hay chance?

- Ya veremos rubio, mientras no tenga arena por todos lados donde no debería, lo pienso

Ambos rieron. Virginia era honesta y a Gabriel le divertía que lo fuera. Las vacaciones llegaron a su fin, y regresaron a casa. Cuando volvieron, no había regresado aún su madre de Miami. Vir se sorprendió porque se dio cuenta de que había hablado con Nico durante esas semanas, pero no con su mamá. Se sentía molesta al respecto.

Los padres de Gabriel la notaron un tanto triste y quisieron cobijarla, a ella le encantaba el aura familiar en la casa de su novio, solían jugar juegos tontos después de cenar y pasó algunos días entre acomodar su casa y disfrutar de la compañía de la familia de su novio. Ya todos se habían acostumbrado a que Gabriel disimuladamente se marchara de noche, sabían que dormía en la casa de Virginia, al principio su mamá puso el grito en el cielo, pero terminó dándose por vencida, igual se iban de vacaciones solos todo el tiempo, por otro lado, tampoco le gustaba que Vir pasara tanto tiempo sola. Había llegado a quererla como a su propia hija.

Vir se sentía un tanto excluida de la nueva vida de su madre, pero nunca se quejó. Incluso Gabriel había pagado las vacaciones de los dos ante la resistencia de Virginia que tenía los ahorros de su año de trabajo. Esas cosas la molestaban sobremanera respecto a su mamá, no terminaba de entenderla. Con sus ahorros compró todo lo necesario, porque en la casa no había nada ya. Coco Chanel había quedado al cuidado de Johanna y Vir la trajo de regreso. Adoraba a su gatita y la había extrañado mucho.

Ese mes fue el casamiento de Germán, tanto el como Gime estaban preciosos. Fue todo muy pensado y organizado durante meses por Gime y su mamá. Johanna se sentía bastante decepcionada por la poca participación que habían tenido aún así, les regalaron la luna de miel que se tomarían a mitad de año.

Gabriel y Vir asistieron al evento luciendo hermosos, Vir llevaba un vestido al cuerpo de color celeste, con un pronunciado escote en la espalda que llegaba hasta su cintura y lo cruzaban dos cintas para mantenerlo en su lugar. La cinta que se ataba atrás recorría toda la cintura marcando todas las curvas de la joven. Tenía dos tiras por el frente para sostener el escote, que era muy sobrio. Toda las líneas del vestido eran perfectas, con una caída maravillosa. Atrás era un poco más largo, dando la sensación de que tenía algo de cola. Se levantó el pelo en un moño algo desordenado, dejando caer algunos mechones. Se puso pendientes largos, zapatos y un trench del mismo color celeste. Estaba bellísima. Gabriel usó un sobrio smoking negro, ya que era el padrino de su hermano. Por si hacía frío más tarde, Vir llevó un chal enorme y muy favorecedor.




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