Capítulo 18 - La visita de Pilar

Hacía años que Pilar quería visitar a Mel, hablaban regularmente por teléfono, sobre todo después de la muerte de sus padres en un accidente. Mel viajó a ayudarle y se reencontraron. Fue muy duro, porque sus padres no habían querido volver a hablar con ella nunca, pero si leían sus cartas y veían las fotos del crecimiento de Vir, se perdieron de disfrutar de su nieta y su abuela siempre se lo reprochó a su marido. La niña era preciosa y siempre les mandaba tarjetas y dibujos para las fechas importantes. Cuando las hermanas se volvieron a ver, en tan triste ocasión, parecían el día y la noche, pero se abrazaron con todo el amor contenido y lloraron. Mel no quiso quedarse en la casa de sus padres, prefirió aceptar la invitación de Pilar e Ignacio, lo cual bastó para que en pocos días pudiera saber que su hermana no era feliz.

El día de la apertura del testamento, sus padres sorprendieron a todos con el contenido de este, Ignacio estalló de ira en plena lectura. Así mismo descubrieron que su padre tenía un hijo oculto con otra mujer, de nombre Walter, al que nunca habían conocido. Era ya un adulto, y su padre siempre se había ocupado de él, también le legó en el testamento algunas pertenencias, aunque el hombre era arquitecto y había desarrollado una prominente carrera. Nunca había querido mantener contacto con Pilar, porque por las vueltas del destino había conocido a Marcos y sabia de primera mano la vida de ella y sus elecciones, pero Mel siempre le había llamado la atención. A partir de ese momento, se volvieron muy cercanos con Mel y regularmente se visitaban. Él tenía dos hijos que se habían quedado a vivir en España con su primera esposa y su segunda esposa era un encanto de persona. Coincidieron enseguida también con Federico y de a poco se fue forjando la relación de hermanos que nunca esperaron tener. Para Vir fue una maravilla tener un tío y dos tías que no había disfrutado nunca y la entusiasmó mucho todo lo que llegó con esas nuevas relaciones.

Con el correr del tiempo, Mel comenzó a enviarle dinero a su hermana a escondidas de su esposo, porque no le proporcionaba lo necesario para poder darse algunos gustos, seguía pensando que lo iba a abandonar y seguía golpeándola con regularidad.

Cuando Mel le dijo a Pilar que se fueran juntas, Pilar simplemente le dijo que ya era tarde para ella, que su vida había pasado y que no quería dejar su casa, sus plantas, sus mascotas.

Y así pasó la vida de la mujer, hasta que un día se animó y le dijo a Ignacio:

- Mi sobrina tiene 17 años, la conozco solo por fotos y lo que he hablado con ella por teléfono, podemos ir a conocerla

- Tengo mucho trabajo, estoy instruyendo un nuevo abogado y no quiero dejar el estudio solo durante el verano porque estamos preparando un caso muy importante

- Entiendo, respondió sumisa

- Pero si querés puedo comprarte un boleto de avión y podés visitar a tu hermana y sobrina durante un par de semanas, incluso un mes, tomálo como mi regalo de aniversario, para que veas que no soy el ogro que siempre has creído y que siempre te he amado

" vaya manera de amar" pensó Pilar, pero inmediatamente aceptó, le dió un abrazo y le agradeció

A los pocos días se encontraba abordando un avión con destino a Mendoza, se sentía feliz como nunca.

En el aeropuerto la esperaban Mel y Fede, quienes se preocuparon al ver es aspecto de la mujer.

Al llegar a la casa, conoció a Vir y se enamoró inmediatamente de la joven, tan vivaz, tan cariñosa y atenta.

Se instaló en la habitación de visitas y se sentía feliz de ver que su sobrina tenía al lado un joven amoroso que la amaba respetaba y atendía. No podía creer como vivían, con la casa llena de gente, con risas, amor. Eso es lo que siempre había deseado para ella misma.

Una noche mientras todos cenaban en el jardín, Vir y Gaby abrazados bromeaban con Fede al jugar a las cartas, Pilar le dijo a su hermana:

- Conseguiste armar una vida maravillosa, lamento no haber estado a tu lado cuando más me necesitabas

- Ay, Pili, eso es historia soy feliz de que hayas podido venir, de que estés acá con nosotros

- Me dio mucha impotencia no poder venir cuando Vir estaba enferma, pero te juro que no había forma de que Ignacio se alejara del trabajo, supe que Walter vino hace poco y que regresará pronto.

- Así es, él siempre está viajando, tiene pensado instalarse en Mendoza el año entrante, creo que es muy feliz cuando viene acá y a su esposa le encantaría trabajar conmigo

- ¿ En serio? Ella es agradable

- Si mucho, la queremos todos, aparte se nota que se quieren mucho

- Eso debe ser maravilloso

- Pili, cariño, siempre quise saber algo ¿sos feliz? ¿Ignacio te trata bien?

- Ay, Mel, no sé qué te hace pensar que no

- No, es que no lo sé, cuando lo conocí tuve una sensación rara, lamento si te ofendí no fue mi intención

Dos días después, mientras desayunaban junto a Vir, solas las 3, la mujer les dijo que no podía más que le gustaría quedarse

- ¡Quedáte tía!, yo sería feliz de tenerte cerca, ahora que te conocí no quiero que te vayas

- ¿Mel vos que pensás?

- Pienso que Vir tiene razón, pero que pasa con Ignacio

Y la mujer de a poco, les contó el padecimiento de todos los años de su vida, narró su historia lentamente y con lágrimas contenidas durante muchos años. Les contó de los golpes, del bebé abortado, del amor de Marcos, de las amenazas, de lo muerta que se sentía y de la sorpresa que se había llevado al ser liberada para venir a ver a su sobrina

- Fue como si cumpliera la condena y me dejaran partir, dijo llorando

- Está hecho, no te vas.

Virginia la llevó de compras y le hizo cambiar su ropa antigua y desgastada por ropa bonita y a su medida. Mel se encargó de cortarle el pelo, dejarla preciosa y en el centro de estética le hicieran todo tipo de tratamientos para la piel, el pelo, las uñas y todo lo que necesitaba. Para cuando terminaron con ella había rejuvenecido una década