La distancia que nos separa

Capítulo 26 - Buscando a Vir

El día paso lentamente, Vir no quería pensar, pero su mente era un lío; durmió un poco sin poder descansar realmente. Sus amigas la llamaron insistentemente, pero no quería hablar con nadie, desconectó su teléfono y lo puso en la cartera.

Tomó la prueba de embarazo, la miraba y no podía creer que dentro de ella había un pequeño ser que era mitad ella, mitad Gabriel; solo deseaba poder decirle a su esposo. Se imaginaba como seria todo si el aún estuviera junto a ella. Seguramente la abrazaría, le diría que era el chico más afortunado del mundo, la besaría, harían el amor y se dormirían abrazados. Nada de eso pasaría en la realidad en la que se encontraba, ella simplemente estaba sola, Gabriel se había marchado para siempre dejándola perdida y sin rumbo.

El día transcurrió entre pensamientos y recuerdos. Se sentía muy sola. Su mamá le preguntó si quería cenar, si bien estuvo a punto de rehusarse, decidió que debía comer algo.

- Si se puede me gustaría comer una pizza mamá

- Por supuesto cariño

Algo dubitativa Mel se marchó a comprar todo, prefería hacer la comida cuanto antes, ya que era la primera vez que Virginia aceptaba comer en días, solo se debatía ante la duda de dejarla sola, pero por la mañana había salido un momento y volvió bien, por lo que Mel dejó la duda de lado y se fue a hacer las compras.

Virginia se encontraba sola en la casa, se sentía asfixiada, mirando todas las cosas de Gabriel, pero sin poder verlo. Necesitaba decirle de su bebé. Entonces decidió dejar las pantuflas y ponerse las botas con piel, sobre el pijama tenía puesto el buzo de Gabriel como todo abrigo. Tomó su bolsito, encendió el teléfono para enviarle un mensaje a su mamá, lo tipeó, pero no se envió. Tomó las llaves de su coche y puso rumbo al parque de descanso.

Cuando llegó, el guardia la dejó pasar, pero le advirtió que en un momento cerrarían las puertas de acceso, que se apurase. Estaba acostumbrado a ver a las personas en sus peores momentos de dolor, aún así se asombró de la juventud de Vir cuando dijo "mi esposo".

La joven se acercó a la tumba de Gabriel arreciada en llanto, tan pequeña como era, parecía una fantasma y le dijo con la voz hipando entre sollozos:

- Vas a ser papá, vamos a tener un bebé

Luego descargó su furia con el pasto mientras le mostraba la prueba a la lápida dijo:

- ¿Por qué me dejaste sola? ¡Por qué te tenías que ir justo ahora! Te O D I O. Me dejaste cuando más te amo, cuando más te necesito. Me habías prometido que ibas a estar siempre conmigo, ¿ahora como hago con todo explícame rubio? porque te extraño y no puedo vivir sin vos. ¿Te acordás de los votos? Bueno, dijiste "para siempre" ¡y te valió madre! te fuiste, no luchaste, ME D E J A S T E y yo sigo esperando verte llegar, sé que ya no vas a volver, pero aún así no puedo evitarlo, es insano ¡¡te extraño!!! Te extraño tanto. No vas a poder conocer a nuestro bebé, ¿por qué es todo tan injusto? Tendrías que estar conmigo. Me haces mucha falta...

Dejó de gritar a la vez que comenzó a deslizarse hacia el pasto que cubría la tumba, mientras una lluvia tenue caía sobre ella

- ¡vos y la jodida lluvia! dijo mientras lloraba. Sus lágrimas se escondían en el frío aguacero

Se dejó caer completamente al piso y apoyó su cuerpo contra la lápida que decía: "Amado hijo, hermano, amigo y esposo" mientras pensaba en lo mucho que deseaba poder abrazarlo, pensaba también en lo de esposo que decía la lápida, ¡había durado tan poco! pero amado seria toda la vida, ahora habría que agregarle padre. Mirando hacia atrás, no podía creer el miedo que había sentido al decidir casarse con Gaby, pero luego lo natural que se sentía ser su esposa. Vir no podía entender por qué se había ido en el momento que más felices eran. Cada fibra de su ser reclamaba su presencia.

El cansancio, el estrés, la falta de sueño, de comida y la profunda tristeza le pasaron factura. Se desvaneció con la primera oscuridad del lugar.

El guardia hizo su último recorrido, no la vió, entonces pensó "debe haberse ido ya la joven", cerró el lugar y se marchó.

Eran las 23 y Vir no volvía a casa, todos estaban preocupados, Mel llamo a sus amigos, quienes comenzaron a buscarla. El teléfono estaba adentro del auto, que había quedado sobre la ruta al costado del parque de descanso. Vir yacía sobre la tumba de Gabriel.

Mel llamó a Ger, le preguntó si la había visto, él le dijo que no desde la mañana, Mel enojada le relató la visita de Gime, también le dijo que no veía a la joven desde las 5 o 6 de la tarde.

Ger no entendía que le había pasado a Gime, pero en ese momento se dió cuenta donde podía estar Vir, se puso en marcha y llamó a Cam desde el auto

- ¿Cam te llamó Mel?

- Si Ger no encuentran a Vir, yo fui donde solemos ir juntas, pero no la encuentro por ningún lado, tampoco los chicos

- Creo que sé dónde puede estar, ella ésta mañana me dijo que quería contarle algo a Gaby, estoy seguro de que está en el cementerio, estoy yendo hacia allá

- Voy para allá también

- Ok

Cuando llegó Ger no había nadie, pero el auto de Vir estaba en la entrada del parque de descanso, completamente solo. Se bajó del auto y buscó en la casilla del guardia de seguridad, pero el hombre no se encontraba ahí. Había un número de teléfono pegado sobre la ventana de la puerta, Ger marcó rápidamente el número y se comunicó con el guardia nocturno. Un momento después, el hombre apareció, pero sin la llave. En tanto la buscaba en su casilla Cam llegó y Ger dijo:

- asegúrate que abra

Luego trepó la cerca, que no era muy alta. Llegó corriendo a la tumba de su hermano y encontró a Vir tirada sobre la misma, como dormida. Le tomó el pulso casi inexistente, los latidos desaparecidos. Estaba helada, claramente el cuerpo cansado había cedido y no respiraba. Cam logró que abrieran el portón y entró corriendo, mientras se acercaba vió a su hermano haciéndole maniobras de resucitación a Vir.




Reportar




Uso de Cookies
Con el fin de proporcionar una mejor experiencia de usuario, recopilamos y utilizamos cookies. Si continúa navegando por nuestro sitio web, acepta la recopilación y el uso de cookies.