La distancia que nos separa

Capítulo 39 - Volver a amar

Pasaron dos días con el ritmo que se había establecido desde la llegada de Charlie; el jueves por la noche asistieron todos sus amigos a comer ya que el viernes era feriado. Roma preparó sus cosas para irse con sus amigas a la casa de una de ellas en el mismo barrio, luego de la cena. Vir le dio permiso sin dudarlo porque conocía a la familia, eran amigas con esa niña de toda la vida, sus padres eran excelentes personas. Los amigos de Vir y Char se fueron tardísimo, luego de una ronda de juegos, tragos y muchas risas.

Vir ordenó la casa junto a Char mientras charlaban, lavaron toda la vajilla que habían usado, despejaron la cocina, y limpiaron el piso donde habían volcado líquidos. Luego se fueron a dormir, contentos de una noche inmejorable junto a todos sus seres queridos.

Una hora después ya en la cama, Vir no podía dormir. Sin saber por qué, daba vueltas sin poder conciliar el sueño.

Optó por bajar y se sentó en una de las banquetas altas dispuestas a lo largo de la isla de la cocina a comer helado. Disfrutaba del silencio a esa hora, era una costumbre que le había quedado de sus años más difíciles, pero que ahora se le antojaba pacífica. Mientras estaba sentada con su corto camisón de seda color celeste y su bata del mismo color comía tranquilamente, descansando los pies sobre otra banqueta. Lo vió aparecer a Charlie, quien bajaba lentamente la escalera. Ella no era consciente de lo bella que se veía a media luz y con poca ropa, tan inocente y sexy a la vez. Char la recorrió sutilmente con la mirada.

- ¿Tampoco podés dormir? Le preguntó a Vir

- No puedo, además del mal hábito que tengo de comer helado de noche, le respondió sin soltar su pequeño tarro.

- Lo he notado dijo Charlie sonriendo, pero es adorable

- No lo es, pero bueno... ya es tarde para arrepentirse, me he comido medio pote, dijo poniendo cara de culpable.

Charlie se acercó sin encender la luz, solo los iluminaba la luz artificial del exterior. Con la cercanía, ella pudo observar que él tenía puesto un pantalón ancho de dormir de color blanco con rayas grises y estaba sin remera. Se le marcaban absolutamente todos los músculos del trabajado abdomen. Aún con la cuchara en la boca saboreando el helado, le dijo:

- wow ahora veo hottie por qué tus fans se vuelven locas

sonriendo divertido Charlie le respondió:

- ¿recién te das cuenta de que soy hot? No, en verdad no lo soy, me da algo de vergüenza cuando me siguen como a un sex symbol, soy un hombre normal

- Digo solo la verdad de lo que veo, y para que conste no sos un hombre común y corriente

- ¿ah no?

Vir asintió en silencio, él se aproximó a ella y le pidió dulcemente

- ¿ Me das helado?

Vir llenó con helado, la misma cuchara con la que comía ella y amagó a darle, pero le quitó la cuchara a último momento riéndose como una dulce niña traviesa, Charlie no pudo evitar sonreír y decirle

- ¡ que mala!

fingiendo un mohín, se acercó más a Vir, mientras la observaba fijamente con sus grandes y hermosos ojos azules

- Dame por favor

Vir le ofreció una cucharada de helado, mientras sentía que su corazón latía muy rápido, tenerlo tan cerca la dejó completamente indefensa, su suave aroma, su aliento tan próximo, todo en él era irresistible

- "estas muy cerca", dijo tartamudeando completamente sonrojada.

Levantó la cabeza hacia Charlie, quedando sus caras a centímetros, Char no perdió la oportunidad y tomando su rostro con las dos manos la besó con ansias. Vir lo besó con un cálido anhelo que no sabía que sentía, se separaron. Aún sin soltarla, él la miró y le dijo:

- ¿ esto es un error?

Ella tardó uno momento en responder, perdida en su mirada, fueron los segundos más largos de la vida de Charlie

- Quizá lo sea, pero a la mierda los errores....

- Tampoco quiero alejarme Vir

Charlie sonrió dulcemente y la besó ya con una pasión incontrolable, su lengua de fuego se abrió paso en la boca de ella, ansiosa por recibirlo. Charlie se situó entre las piernas de Vir, le besó tiernamente el cuello para luego besar de nuevo sus labios frenéticamente, se apartaron para tomar aire, se miraron, volvieron a abrazarse y fundirse en un beso más intenso que los consumió.

Sus manos recorrieron el cuerpo del otro con necesidad, Vir sentía en cada beso que se humedecía, cuando Charlie acercaba a ella su incipiente dureza. Ella acaricio su pecho, luego su espalda mientras enredaba una de sus piernas en el cuerpo de él y lo atraía hacia sí . Su mano libre suavemente recorrió la cintura del pantalón de Charlie, desatando el cordón; él no dudó más y levantándola del asiento, le arrancó la pequeña ropa interior que vestía . Apenas apoyada en la alta banqueta y sostenida desde los glúteos con una sola mano por Charlie, lo envolvió con ambas piernas mientras él liberaba su erección . La penetró ansioso, disfrutando de su estrecho interior. Anhelaba desde mucho tiempo atrás hacerla suya, había imaginado muchas veces este momento y ahora que lo vivía, ni por asomo era lo que esperaba, era mucho más. La Besaba con deseo y la acariciaba con voracidad. El cuerpo perfecto de Vir, le brindaba un calor y un placer que no conocía. Aceleró el ritmo de sus embestidas mientras mordía la boca de Virginia, cuando sintió que ella estaba por alcanzar el clímax se dejó llevar por sus provocativos gemidos, absorbiendo por cada poro el placer que su cuerpo le brindaba. No estaban haciendo el amor, estaban dejándose llevar por el deseo y la necesidad de sus cuerpos. Finalmente, ella se corrió, él pudo sentir los húmedos espasmos de la mujer en su miembro y no pudo evitar alcanzar él mismo su propio orgasmo liberador. Aun jadeando salió suavemente de ella y la apoyó completamente en el banco; volvió a besarla con más calma, luego se miraron con dulzura. Se habían dejado llevar por el deseo, pero les encantaba...




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