En la casa de los árboles, acostaron a Pepper en el sillón sobre su manta, luego subieron a la habitación principal que era la de Vir. No cerraron la puerta porque estaban solos. Ambos se acomodaron, Char dejó sus cosas en la misma habitación. Luego se acercó a ella, que estaba buscando en su pequeño bolso, algo de ropa para dormir, que no llegaría a usar. Charlie se aproximó a ella con seguridad y la besó con ansias, Vir comenzó a desvestirlo, el hizo lo mismo. Luego la llevó a la cama con la ropa a medio sacar, besándole el cuello desde atrás, le dió una suave nalgada, Vir sonrió. La dejó caer sobre la cama mientras se posicionaba sobre ella, continuó besándola y la penetró repentinamente en un solo movimiento, provocando un grito en ella mientras su miembro se abría camino. Se movió rápido dentro de su ser, sintiendo el placer de adueñarse de cada parte de su cuerpo, la sentía muy suya y se entregó a ella con todo el deseo, pronto los demolió un orgasmo arrollador a ambos.
El sexo con Charlie era nuevo, arrasador y Vir sentía que no podía pensar con claridad cuando él se acercaba y la provocaba, estaba a su merced. Sentía que su cuerpo tomaba el mando, pero, aun así le gustaba todo lo que sentía y no podía alejarse de él.
Luego de descansar un momento, Vir comenzó a besarlo nuevamente y el respondió a sus caricias rápidamente. Le hizo por primera vez el amor dulcemente, saboreando cada momento, cada presión de sus caderas, cada delicado beso en sus pechos. Y así pasaron la noche amándose , no podían ni querían alejarse. "este hombre es mi perdición" pensó Vir, mientras él le susurraba al oído que la amaba estando dentro de ella.
Después de hacer el amor, se quedaron abrazados en la cama en un calmado reposo, todo esto era nuevo entre ellos y lo estaban disfrutando al máximo. Sentirse piel con piel, besarse, acariciarse, charlar después de hacer el amor.
- Me tenés hechizado, aunque no lo creas hace mucho que no hacía esto
- ¿Qué cosa?
- Hacer el amor
- Ahh si claro...
- Bueno no me creas, pero desde que nos conocimos, por alguna razón que ahora está clara no podía estar con alguien, simplemente no se sentía bien
- Que dulce... demás esta que te diga que yo tampoco, pero hace bastante más
- Me moría de celos cuando ese abogado vino a sorprenderte y te invitó a cenar, la misma noche que me rechazaste
- Siii me acuerdo de que estuviste bastante histriónico esa noche
- Igual me molestó que aceptaras
- Vos tenías tu propio club de fans que cenaban con vos agradecidas todas las noches que te vi
- No es excusa, me rechazaste para cenar con él
- déjame decirte que le habían roto el corazón y vino buscando consuelo, pero no románticamente, solo necesitaba alguien con quien hablar, debí ser psicóloga.
- no me lo creo, ¡que idiota!
- No seas malo, es fiscal ahora, es el novio o algo parecido de Cam, quiere dar un paso más allá con ella, pero ella no quiere saber nada.
- Es genial que no quisiera conquistarte, ¡pero mirá la belleza que se perdió!
- luego de conocerte solo preguntó por vos varias veces, incluso la llamó , no sé qué pensar. A Cam no le agrada ya, solo duerme con él a veces... creo que lo dejó por idiota, en eso tenés razón. Quiere tener algo más serio con ella, pero a mi querida amiga la llamó una mujer que le dijo es su novia hace dos años
- Tenía razón amor, es un idiota, hizo enojar a Cam que es una mujer digamos con poca paciencia
- Tal cual
- Me gusta esto, nunca lo tuve Vir
- ¿Que?
- Las charlas de alcoba, el hablar de todo desnudos abrazados en la cama. Te amo
- Yo también te amo
Durante el día siguiente, continuaron enamorados como dos adolescentes. Charlie la encontró en la cava seleccionando vinos para esa noche y le hizo el amor contra la pared, ahogando sus gemidos con besos de fuego. Luego en la siesta cuando todo se calmó, fueron a andar a caballo y pasaron la tarde juntos cerca del Río. Era todo nuevo para ambos, se sentía natural estar juntos, era un amor que se había dado pausado, pensado y al final explosivo.
Esa noche cenaron frente al hogar mientras veían televisión, luego jugaron a las cartas, el que perdía una mano, también perdía una prenda. Antes de quedarse completamente sin ropa, hicieron el amor en el sillón.
Ese tiempo les permitió conocerse de otra forma, aprender que le gustaba al otro. No solo era romance, era pura pasión. El domingo amanecieron tarde, ni bien despertaron hicieron el amor dulcemente, para variar, luego bajaron a desayunar. Vir se marchó a ocuparse de todo su trabajo en la oficina hasta que apareció Char y ya no pudo concentrarse nuevamente, se sentía una niña tonta otra vez. Charlie también pensaba que estaba loco por esa mujer. La miraba dormir, trabajar, la escuchaba cuando le hablaba, todo era nuevo para él. Si ella estaba cerca era como un imán irresistible para su persona. No podía creer amar tanto a una sola mujer y desear estar solo con ella, no existía nadie más, sólo su cuerpo, sus manos, su boca y su corazón, era la mezcla perfecta de pasión y amor. Él era el tipo más feliz del mundo por haberla encontrado a miles de kilómetros de su casa.
Regresaron juntos para cenar con toda la familia en la casa de Mel y Fede. Pepper durmió todo el camino en el asiento trasero, sólo se despertó para bajarse en su hogar. Disfrutaba de viajar en el auto, del hotel, y también la llegada a casa, a su propio jardín. Pepper era un saludable bulldog francés, con manto atigrado, y pecho blanco. Tenía devoción por Vir y Roma al igual ellas por él. Era la mascota oficial del hotel, donde corría en libertad por los jardines, siempre alguien lo acariciaba y le daba algún snack. También en la casa de Mel era muy apreciado, por lo que siempre donde estaba, simplemente lo adoraban. Charlie se había encariñado rápidamente con el pequeño compañero, lo malcriaba bastante, incluso le traía juguetes y ropa de sus viajes.