La distancia que nos separa

Capítulo 42 Juntos

El fin de semana partieron rumbo al hotel como siempre, ésta vez Roma los acompañó junto a sus dos inseparables amigas. El tiempo juntos era precioso, lo atesoraban, incluso las comidas, los paseos y hasta las obligaciones. Ese fin de semana en particular era muy importante, ya que llegaban los primeros inversores que traían una apuesta fuerte, Mateo los acompañaría en la reunión, de la que se encargaría Charlie; así también Fede haría acto de presencia, ya que su empresa era parte de la propuesta y funcionaba en la parte de la bodega junto a la de Vir.

Cuando llegaron aquellos inversionistas Europeos, eran 3, dos de ellos eran de unos 40 años y el tercero de ellos, era menor. Un economista, un empresario y un abogado. Como Vir no entendía mucho del negocio, delegó en sus hombres de confianza y en su amiga el análisis de la propuesta. Ella decidió ir al Río con las chicas. Había terminado todas las tareas que le correspondían dentro del Hotel, por lo que se puso cómoda y partió rumbo al lugar acordado donde las chicas estaban muy divertidas tomándose fotos. Para su sorpresa, se encontró con Ben Christenssen, uno de los hombres recién llegado para la reunión, quien tal cual ella, había decidido no participar de la reunión.

Ben era un hombre alto, de pelo castaño oscuro, grandes ojos verdes, tes clara y modales impecables. Se acercó a Vir y le dijo en un impecable español:

- ¿Escapando Srita. Evans?

- Oh no, simplemente que no suelo participar de las reuniones corporativas porque no tengo mucho que aportar. ¿cuál es su excusa?

- Ninguna en realidad. Solo dejé que me asesoren quienes suelen revisar los contratos, luego yo tomo la decisión final. Déjeme decirle que Ud. me recuerda mucho a mi primera esposa

- Virginia no sabía que contestar a esa afirmación, solo lo observó curiosa

- ¿Y ahora cuál número de esposa está en vigencia?

- Soy soltero, después de 3 intentos

- Ya veo

- ¿es Ud. siempre así de franca?

- Suelo serlo

 - Puedo acompañarlas?

- Adelante

- Me gusta mucho el lugar que Ud. ha creado

- No todo es mérito mío, mi socia es una mujer visionaria y ha sido idea de ella todo esto

- Quizá, pero se nota su toque en cada espacio

- Es muy observador Sr. Christenssen

- Llámeme Ben por favor, puedo llamarla Virginia

- Por supuesto, le ruego no me trate de Ud. porque me siento más vieja de lo que soy

- Ud es una mujer muy joven! Disculpas, sos una mujer muy joven, no deberías sentirte así

- A que te dedicas Ben?

- Tengo un conglomerado de empresas en Asia y Europa, una fundación y en mi tiempo libre adoro cabalgar

- Compartimos interés, amo los caballos, pero soy veterinaria

- Nunca lo hubiese adivinado

Virginia preparó su mate, Ben le pidió probar, le resultó relajante el paisaje y la charla. Enseguida congeniaron, le preguntó si las chicas eran sus hermanas, Vir sonrió ante el halago y le dijo que Roma era su hija. Ben era un hombre de mundo, muy interesante, educado y caballeroso, se los veía charlando a gusto. Luego volvieron cabalgando al hotel, lo cual no le hizo mucha gracia a Charlie.

- Hola cariño le dijo algo serio, luego la ayudó a bajar del caballo

- Hola mi amor, estaba en el río con Ben

- Puedo verlo, mucho gusto Sr. Christenssen, soy Charlie Hudson, se perdió la reunión

- Fue mi ganancia, pude compartir unas horas con éstas agradables damas

- Ohh, dijo Charlie, ya sin poder evitar su malestar, era un buen actor, pero por dentro se sentía muy molesto.- 

- Bueno me despido de los dos, Virginia sería un placer repetir excursión mañana, o invitarla a desayunar así charlamos de negocios.

- Puedo aceptar el desayuno o la excursión, pero no estoy segura de serle útil en los negocios, pues son para los que saben...

- Nos vemos por la mañana entonces, hasta luego Sr. Hudson.

Comenzaron a caminar, Charlie tenía agarrada a Virginia de la cadera y no decía una sola palabra. Al llegar a la caballeriza la besó con intensidad

- ¿Me voy un par de horas y ya hay un millonario interesado en robarme a mi mujer?

- Ohhh claro, eso ocurre todo el tiempo, millonarios rendidos a mis pies, dijo divertida Vir, luego agregó: las personas no se roban Charlie, se van porque quieren y yo te amo, ¿estás celoso?

- Debo confesar que nunca me he sentido así, pueden ser celos, pero escuché bien o te invitó a salir delante de mí y aceptaste

Virginia sonriendo dijo:

- Es muy agradable Ben

- Oh ahora es "Ben", que bien

- Así es, Ben es muy agradable y educado, yo acepté desayunar con él, nunca dije que fuera a ir sola...Nunca te faltaría el respeto de esa manera, creo que me conoces mucho ya. Tampoco le regalo mi tiempo a nadie que no lo merezca

- Te amo nena, más de lo que podés imaginar. Me siento completamente desarmado al saber que vamos a estar lejos y estas situaciones pueden ocurrir

- ¿Qué queda para mí, que vos besas mujeres en tus películas y simulas intimidad?

- Te sentís insegura

- No lo sé, en realidad si querés seguir tu camino así lo harás, si querés pelear por éste amor, volverás a mí y no te va a interesar nadie más. Si alguien llega a estar con vos, es porque vos abriste esa puerta y diste permiso. Van a haber mil cenas, mil desayunos, mil reuniones en las que no vamos a estar juntos, de cualquier manera, de mi parte sólo vas a tener lealtad y amor. Espero lo mismo de vos, con eso basta.

Esa noche cenaron en familia con las chicas, que luego se fueron a la fogata con dos amigos que habían conocido en el hotel.

Virginia les puso un horario razonable para acostarse y se retiró a ver televisión con Charlie. Luego subieron, tomaron una ducha juntos e hicieron el amor. Al preparase para ir a la cama, él dijo:

- No puedo perderte mujer, estoy loco por vos, de ninguna manera podría amar así a nadie más




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