Las semanas siguientes la vida volvió a su cauce normal y entre preparativos el tiempo voló. La pancita seguía pequeña, pero haciéndose notar de a poco, el vestido que compró Vir para la boda era hermoso, con mangas, de corte romántico, largo y de una fina tela que lo hacía delicado, suave y daba la impresión de estar flotando. Tenía cola que caía desde los hombros en forma de suave capa, hasta el piso. El día de la ceremonia usó unos zapatos bellísimos con un suave bordado, decidieron hacer una pequeña recepción para todos sus amigos en la finca de Fede, en el zoom cerrado del lugar, porque el clima en esa época del año era bastante frío. El catering fue seleccionado con manjares tradicionales argentinos. Una mesa de dulces y más comida durante el baile.
Los padres y hermanos de Charlie habían llegado sobre la hora y les dieron una sorpresa que los llenó de alegría, también Kate estaba allí del brazo de Ben. Vir se sentía feliz de verlos juntos, porque sus dos amigos que eran dos hermosas personas, Kate merecía amor del bueno.
Vir se preparó para ir al altar del brazo de Fede, ubicado bajo una pérgola de la finca llena de pequeñas luces. Mientras caminaba, Fede le decía que la quería muchísimo y que lo hacía muy feliz poder llevarla al altar ya que era su hija después de todos estos años. Vir estaba muy sensible y comenzó a llorar enseguida. Charles estaba super emocionado y buen mozo con un traje de Hugo Boss a la medida, camisa blanca y zapatos oscuros. Lucía el pelo semilargo, peinado prolijamente hacia atrás. Vir tenía un recogido suave y maquillaje natural.
Habían elegido una canción muy significativa para ellos para acompañarlos, suave y melódica. Cuando la vio caminar hacia él, sus ojos se encontraron y ya no puedo apartar la miraba de ella. Siempre había pensado que no se casaría, pero ahora que lo estaba haciendo, estaba completamente seguro de amar a esa mujer y de querer envejecer junto a ella. Sus ojos lo traicionaron y brotaron lágrimas. Era la novia más hermosa que había visto, la miraba con amor desde su lugar. Charles había interpretado este rol muchas veces durante el ejercicio de su profesión, creía estar preparado, pero la emoción lo superó al verla caminar hacia él. Sí, era la mujer que había elegido para compartir su vida, era la mujer que su corazón amaba, su amiga, la madre de sus hijas, y la razón de todo lo demás. Indeclinablemente, sus vidas eran una sola desde que se amaron esa hermosa noche, cuando el amor finalmente tomó su lugar.
Fede le entregó la mano de Vir, dándole a ambos un significativo abrazo, le dijo a ambos, "nunca renuncien el uno al otro, ese es el secreto", luego de mirarse ambos, se tomaron las manos y miraron al frente.
La ceremonia fue muy conmovedora, se leyó también un pasaje de la biblia, corintios 13, que emocionó a todos, especialmente al recordar la historia de los novios: Virginia se emocionó mucho al escucharlo. "El amor es paciente; el amor es bondadoso; el amor no es envidioso ni jactancioso ni arrogante ni grosero. No insiste en su propio camino; no es irritable ni resentido; no se alegra del mal, sino que se alegra de la verdad. Todo lo soporta, todo lo cree, todo lo espera, todo lo soporta. El amor no tiene fin", luego vinieron los votos, únicos y divertidos.
Charles comenzó:
- Mi princesa del sur, prometo amarte cada día con fuerza, sostenerte a través de los días difíciles, amarte más cuando sea complicado hacerlo, nunca dejar de creer en vos, en nosotros y este amor. Prometo cuidar esta familia que es un regalo. Prometo comprarte chocolates, acompañarte en los desafíos que te presente la vida, escucharte y tener siempre tu helado favorito en casa para que lo ataques en la madrugada
Vir sonrió ante la confesión del helado, que ya todos conocían. Luego fue el turno de Vir:
- Mi amor, prometo cuidarte, acompañarte, aconsejarte, hacerte reír, pero por sobre todo amarte a través de los cambios que se presenten en nuestra vida. Prometo siempre dejar el auto sin combustible para que tengas que llenarlo antes de usarlo y soportar con valentía tu comida saludable a diario. Prometo sobre todo, brindarte siempre el calor de mis brazos para que sean tu refugio en los días difíciles y amarte cada día, como si fuera el primero.
Todos rieron durante los votos tan naturales de ambos; luego vino la pregunta formal del sacerdote y finalmente intercambiaron las alianzas que eran de oro rosado, la de Vir con un pequeño diamante incrustado y la de charles solo ancha y suave. Por dentro tenían ambos nombres entrelazados y la fecha de su boda.
Luego tuvieron la ceremonia por civil con la juez de paz, quien se encargó de cumplimentar la parte legal de la boda y lo hizo con mucha gracia y emoción.
La cena fue preciosa, se desarrolló con mucha emotividad, era como si las hormonas de Vir se hubiesen apoderado de todos. Pero la realidad era que sus seres queridos sabían cuánto se querían y lo mucho que les había costado llegar a este momento. Hubo brindis de las personas que tanto los amaban, quienes conocían toda su historia de amor y los habían apoyado.
La fiesta fue muy divertida, llena de cotillón, música, tragos y más comida. Todo en el lugar invitaba a pasarla bien. Pasaron de algunos clichés de las bodas como los videos, pero hubo algunos detalles por parte de sus amigos. A las 4 Vir ya no podía más de cansancio, si bien se había cambiado por ropa más cómoda y zapatos bajos, su pancita estaba agitada y necesitaba descansar. Char quería que se acostara y se relajara, había sido un día muy intenso. Mientras la ayudaba a colocarse la ropa de dormir, la miraba con devoción, no podía creer que esa mujer que tanto amaba, era quien lo acompañaría el resto de su vida. Si bien el pensamiento lo había tenido todo el día ahora lo exteriorizó con su esposa:
- No puedo creer la suerte que tengo, nunca ni por asomo imaginé vivir algo así
Virginia le sonreía enamorada