Elizabeth volvió a la fiesta enfurecida por aquella conversación con Elías, paró en seco observando detenidamente a todos cómo se relacionaban sin ningún problema, en cambio ella era la única dama sin compañía en el baile, tal vez era por su posición o el miedo que mostraba cada vez que alguien cruzaba mirada con ella, Una chica de mediana edad se acercaba a ella lentamente mientras que las mujeres alrededor de Elizabeth hablaban de ella.
-¿Ella qué hace aquí? Escuché que el barón estaba en quiebra, personas como ella no deberían ser invitadas.-La chica me miró con rostro avergonzado para frenar de golpe, observó detenidamente a Elizabeth como si tuviera una lucha interior y se dio vuelta rápidamente.
-Sabes que es un insulto, acercarte a la Duquesa Elizabeth, mas si es la invitada de honor-Exclamaron con desprecio, las chicas interrumpieron en su camino sin piedad la insultaban con comentarios referentes a su padre, Elizabeth observaba detenidamente a la chica desde la esquina esperando a que en algún momento ella pusiera un alto.
-Lo siento.....-Comentó la chica avergonzada a punto de irse de nuevo, Elizabeth algo molesta por su actitud sumisa se acercó lentamente a ellas.
-¡Te di permiso para que te fueras!-Las mujeres extravagantes estaban sorprendidas por la importancia que le dio Elizabeth a una mujer insípida y querían llamar su atención de la misma manera.
-Duquesa, Elizabeth es un placer conocerla- Exclamó la chica rubia al lado de Elizabeth con una voz chillona.
-Acércate-Comentó Elizabeth ignorando a la rubia sin piedad.
-¡Duquesa!-insistió con ese tono de voz que daba un dolor de cabeza.
-No estoy hablando contigo-Replicó Elizabeth asqueada por su comportamiento tan grosero.
-Pero.... - las interrumpió.
-No oyeron lo que dije-Comente con voz dura.
-Lo siento- Comentaron entre dientes saliendo de su vista.
-¿Cómo te llamas?-Cuestiono Elizabeth seria.
-Amelia Gilbert, Duquesa.
-Es un nombre bonito, ¿Querías hablar conmigo?, dime de qué se trata.
-Quería decirle que soy una admiradora de usted, por lo que hizo por su ,Majestad, el pueblo comenta que usted es la primera en la especialidad de botánica.
-Gracias me da alegría tus palabras, pero no es gran cosa, lo que hice es darle un remedio a alguien envenenado.
-No diga eso ,Señora de hecho yo estudio igual Botánica pero no soy tan buena como usted.
-¿Enserio? .- Elizabeth quedó sorprendida por la respuesta no a cualquiera se le permitía estudiar esa especialidad sólo los médicos imperiales tenían ese lujo, las mujeres teníamos que conseguir el permiso, Elías lo consiguió para mi como regalo de bodas.-¿Como obtuviste ese permiso?
-Nadie sabe lo que yo hago ,Por favor no le diga a nadie-Comentó con angustia.
-Eres buena chica Amelia, tal vez algún día me ayudes a salvar a más personas.
-¿Enserio Señora? .-Comentó Amelia con entusiasmo.
-Claro.-Un caballero con traje imperial se acercó lentamente a Elizabeth y Amelia, optaron por cortar el tema para que nadie se enterara lo que Amelia estaba haciendo escondidas del Reino.
-Señora.-Llamó el guardia con respeto .
-¿Si?.
-Su Majestad quiere hablar con usted, la espera en su oficina.
-Llévame hacia el.-Comentó Elizabeth con una sonrisa Cortés.
-Por aquí, por favor.-Señaló el guardia hacia los pasillos.
- Nos veremos luego Amelia, Tengo muchas cosas que hablar contigo.-Comentó Elizabeth que sigue al guardia que la escoltaba.
-Faltaba poco para llegar a la oficina del Rey, -Comentó el guardia para detenerse en una enorme puerta abriéndose lentamente dejando ver a su Majestad sentado sus azules se encontraron con los de Elizabeth.
-Majestad- Salude con respeto.
-Eduardo- sonrió -Llámame así a partir de ahora.
-Claro-Comentó Elizabeth incómoda por la conversación que se aproximaba. -¿Quería verme?
-Este tema es muy delicado Elizabeth, Hablaremos de Mi hijo- Su majestad se levantó del escritorio tomando asiento al frente de mi en el sillón blanco-Ven toma asiento.
-¿He hecho algo malo con su alteza Señor?-Exclamó Elizabeth algo asustada mientras tomaba asiento enfrente de él.
-Tranquila, Elizabeth no es eso, Es algo más-Comentó serio.
-Lo escucho.-Comento seria.
-Mira sabes que lo más importante es mi hijo, Yo en cambio soy mayor, no me queda tiempo.
-Señor No diga eso, goza de excelente salud.
-Elizabeth mi hijo está interesado en ti-Soltó de golpe dejando a Elizabeth helada.-No me queda tiempo lo sabes, quiero que mi hijo se quede con alguien que esté con él, y que sobre todo que el ame, Hable con él ayer sobre el tema de elegir a una emperatriz, le mostré varias candidatas, incluso le había elegido a la hija del Duque Cullen ,La duquesa Vanessa Cullen, pero él no quiso aceptar esa propuesta y te menciono a ti, se que estas divorciada y es recientemente pero sé también que no había amor es esa Relación ¿Cierto?.
-Cierto.-El rey tenía un punto, no había amor entre Elías y Elizabeth un trato que había hecho su padre.- Pero Señor como dice ya estuve en una relación el amor no es algo que me interese por ahora, no quiero ofender.
-Se que eres leal a mi, tú misma me dijiste que jamás me cuestionarías, se lo que estoy haciendo y las decisiones que esto implica, Dale una oportunidad.-Exclamo serio.
-Lo hice Señor jure que siempre seré leal, si no cumplo con mi palabra cometería traición.
-Sabes el castigo para eso.-Comentó amenazante.
-¿Me amenaza?-Comente Elizabeth ofendida.
-Jamás.-Espeto serio.-El es buen chico y será un excelente Rey y también sé que si aceptas, puede que encuentres a tu verdadero amor, ya lo intentaste una vez y fracasó, ahora es momento de salir y buscar otra oportunidad.
- Acepto Señor - Exclamó suspirando y confundida, Elizabeth le dio sus servicios de lealtad a él una orden de él tenía que cumplirla aunque no quisiera.- Por que no tengo otra opción.