Los ojos de Elizabeth se abrían lentamente algo mareada por el tiempo que al parecer había estado inconsciente, Harry se acercó a ella tomando asiento al lado de ella con una mirada preocupada.
-¿Estás bien?-Comentó con media sonrisa.-No puedo creer que fuera hecho eso delante de todo el pueblo.
-No lo reconozco.-Mencionó Elizabeth con algo de nostalgia.
-Lo importante es que estés bien ahora.
La puerta se abrió y Eleonor se inclinó.-Príncipe Harry, Su majestad el Rey Eduardo ordena que se presente en el trono, Ha llegado Su alteza Real el príncipe Heredero del Sur.
-Iré primero-Comentó Harry con una pequeña sonrisa de costado, su actitud había cambiado de repente por aquellas palabras que Eleonor había mencionado, Elizabeth lo observó detenidamente pero era imposible saber la razón por aquel cambio repentino.-Te dejaré un momento para que te prepares.
-Iré enseguida .-Contestó ella con una sonrisa.
-Señora déjeme ayudarla -Exclamo Eleonor una vez que Harry había cerrado la puerta, Eleonor agarró el vestido color esmeralda y ayudó Elizabeth a cambiarse, el pequeño bulto en su vientre aun no se hacia notar, riso su cabello y lo dejó suelto.
-Es hora de bajar-Comentó Elizabeth dando una bocanada de aire, abrió la puerta y cada vez que daba un paso hacia el trono su corazón latía con algo de fuerza.
-Ven a mi lado-Comentó el Rey Eduardo con una sonrisa.-Ven al lado de mi.
Elizabeth solo agradeció con una sonrisa pero fue incapaz de soltar alguna palabra, obedeció y caminó hacia él.
-Estas hermosa-Comentó Harry con una ligera sonrisa.
-Gracias-Comentó Elizabeth algo tímida por estar presente el Rey.
-¿Estás listo hijo?-Exclamó algo tenso el Rey Eduardo, Harry no mencionó nada en cambio asentía con la cabeza, los guardias estaban en fila por si algo se presentaba acudir ayudar a su rey, la trompeta se escuchó y las enormes puertas empezaban abrirse.
El Príncipe Henry de Findara había llegado, caminaba lentamente hacia el trono con una expresión fría e orgullosa, cabello negro y esos ojos oscuros, su capa larga pero sin arrastrar el piso, Observo detenidamente a Harry con algo de desdén pero su mirada fue robada por aquella figura femenina al lado del rey, era la Duquesa Elizabeth su presencia le sorprendió por un pequeño instante pero no bajo la guardia.
-Majestad- Comentó el Príncipe Henry observando a Elizabeth con insistencia.
-Príncipe Henry, Es un placer, Veo que trajo a su pequeña Hermana.-Exclamó el rey con una sonrisa.
-Ella es Lucia, Ella no habla, no le gusta al parecer relacionarse con cualquier persona -comentó con una mirada fría.
-Ya veo.-Exclamó el rey serio, Los ojos oscuros fulminantes se encontraron con Harry, desvió la mirada con Elizabeth y le regaló una sonrisa con burla.
-Harry, pensé que no asistirás a la reunión.
-¿Por qué no asistiria? Después de todo seré el siguiente Monarca de la nación.-Comentó desafiante.
-Eso veremos, sabes que yo soy mejor para ese puesto.-Henry sonrió con cierta ironía desde hace poco quería conquistar los reinos de alrededor para beneficio personal.
-Deberías decirle a tu padre que el Norte jamás será suyo.-Contraataco Harry.
-Basta chicos- Comentó el Rey Eduardo serio.
-Sí padre,-Exclamó Harry sereno, Henry observó a Elizabeth con cierta amargura.
-Príncipe Henry, Le presentó a la Duquesa Elizabeth Neville, Por el momento es nuestra visita en el palacio.
-Encantada-Comentó Elizabeth con una pequeña sonrisa, intentó inclinarse pero el dolor que sintió en el vientre la paro.
-¿Una Mujer que no es la reina que hace en tal posición?-Comentó Henry con desprecio.-¿Cómo está el Duque Lennox?,¿Escuche que te dejó por la Duquesa Vanessa?, Es verdad ese rumor.
-Si-Exclamó Elizabeth desafiante y sería mientras asimilaba su comportamiento egocéntrico y narcisista.-Aun tengo comunicación con el Duque, con gusto le mandare sus saludos ya que lo mire muy interesado por la vida de otros.
-¿Aún tienes comunicación con él a pesar de lo que te hizo?-rió.-¿Crees que tengo interés en alguien tan insípida como tú.?- Exclamó Henry molesto.
-Muestra respeto Henry-Espetó Harry enojado.
-Yo siempre digo lo que quiero.-Comentó con autoridad, Elizabeth estaba cansada de esa fachada tan falsa, tenía que ponerle un alto, tenía que hacerse notar y no dejaría que nadie pudiera hacerle daño una vez más.
-Conozco a los hombres como tu , el típico Príncipe que nació en una cuna de oro y podía tener lo que quisiera humillar a las personas era su especialidad y ignorar a esas personas como tú, es la mía,-Agregó Elizabeth bajando las escaleras- Así que si, sigo teniendo comunicación con el, ¿Sabe la razón?.
-No.-Replicó evitando la mirada.
-Entonces no debía hablar si no conoce del tema Alteza, ¿Qué pensarán de usted si sigue interesado en una mujer tan insípida, como yo?-Exclamó Elizabeth con sarcasmo.
-¿Cómo te atreves a hablarme así?¿Majestad acaso no puede manejar a su pueblo? ,ahora también son groseros con un rango mayor.-Exclamo Henry con rabia.
-Ella puede hacer lo que quiera.-Elizabeth volteo sorprendida por aquellas palabras, había pasado del limite aun cuando su Rey estaba en la misma habitación.
-¿Que hiciste para esos beneficios? supongo que algo bueno-Exclamó Henry observando detenidamente el cuerpo de Elizabeth sin vergüenza, lamió y mordió su labio.
-¡HENRY!, NO PERMITIRÉ QUE INSULTES A ELIZABETH.-Gritó Harry bajando las escaleras para enfrentarse a Henry, Elizabeth extendió su mano Henry freno parándose en seco.
-Basta Harry.-Comentó con autoridad.
-Pero Elizabeth.-Cuestionó Harry enojado.
-El no es alguien que valga la pena.
-Esta bien.-Obedeció.
-Te contestare la pregunta que le hiciste a su Majestad, Henry-Comento Elizabeth enfrentándolo aunque tenía que subir su mirada por lo alto que era, pero aun así no le temía, fuego abrazador de poder y liderazgo. eso era lo que sentía en ese momento-No es que no controle a su Reino, al contrario lo hizo mucho mejor que tu padre por que a diferencia de él, nosotros amamos a nuestro Rey, mientras el tuyo es cruel y está cegado de poder, tanto que no le importa usar a su hijo como títere-Elizabeth acerco aun mas cerca, Henry no dio paso atrás y bajó su postura hasta llegar al misma altura que Elizabeth, una parte de él le gustaba lo que estaba viendo.- Incluso tu lo odias tanto también que quisiste matarlo.