En ocasiones Elizabeth se cuestionaba si en un momento de ira podría lastimar a alguien importante, por eso tenía la mentalidad desde el principio que no podía sentir nada, era su primera noche con Harry y sin pensarlo solo obtuvo decepción.
Elizabeth esperaba pacientemente en la habitación, había escuchado ruidos en el pasillos y después la sombra de alguien en la rendija apareció, se quedó inmóvil por unos instantes y luego depositó un sobre debajo de la puerta.
-¿Qué es esto?-Exclamó Elizabeth saliendo de la habitación pero solo era el eco lo que estaba ahí, los pasillos estaban solos los guardias se habían ido sin ninguna explicación, Cerró la puerta para tomar asiento en la pequeña mesa cerca de la ventana, Elizabeth abrió con delicadeza el sobre, era un sello con flores verdes, suspiro lentamente por saber de donde se trataba, esa sello pertenecía al Reino de Terca, eso hizo que su curiosidad aumenta con rapidez, eran dos cartas en una.
-El sello del este y este...-Como algo así puede llegar a mi, Esta carta debería llegar a la mano del Rey, su mente se cuestionaba repetidas veces, estaba en debate, bien podría ir con el Rey Eduardo y entregarla como una descuido o puedo saber de qué se trata este asunto.
Al fin de unos minutos por fin se decidió.
<<Eduardo, Todo salió mal, Stefan atacó antes de lo previsto, Mientras estás leyendo esta carta vamos en camino a tu reino con nuestra pequeña hija, Stefan quiere encontrarla y matarla ,sabe que ella es la única persona que puede quitarle los dos Reinos, Eduardo has sido un gran amigo espero que puedas ayudarnos esta vez, Si algo nos pasa por favor protege a mi hija a mi pequeña Elizabeth, Si logras mantenerla a salvo entonces que crezca de manera segura dale una familia que la haga desaparecer antes los ojos de Stefan y dale el apellido de mi Familia antes de casarme, Neville.
-La Reina Melissa.>>
-No.-Elizabeth Abrió la otra carta sin importar el destinatario, Esa carta era del actual Rey como es la forma del papel es de años atrás..
<< Rey del Norte, debo agradecer por hacer lo correcto, sin duda si no fuera por su ayuda no hubiera encontrado a Mi hermana y a mi Cuñado, por ahora lo único que queda para garantizar su Reino y el mío por supuesto es encontrar a mi sobrina, Se que hará un gran trabajo, seguimos en contacto.>>
-El Rey del Este y Oeste, Stefan.
-Los entrego....A mis verdaderos Padres-Elizabeth dejó caer las cartas llorando por lo que había leído, Son tiempos donde las verdaderas personas malvadas se esconden con buenas intenciones, incapaces de reconocer o desconfiar de ellos, Una persona enojada tiende a decir lo que piensa, pero una persona herida suele actuar a la situación, ella no decide si no las emociones, No sabes como te mueves ni a donde vas solo actúas y haces lo que sea para que pare el dolor.
Hace unos minutos si le preguntaran dónde están las armaduras, ¿Qué clase de mujer sabría?, Elizabeth caminaba con una espada de gran filo en su mano derecha, descalza y con una túnica blanca que cubre todo mi cuerpo, mi cabellos desalineado y con ojos rojos de ira e impotencia, En su mente miles de recuerdos y escenas atroces.
<< -¿Por qué es bueno conmigo?
-Algún día lo sabrás.
La puerta se derrumbó al instante, El rey Eduardo mantenía la calma como si no pudiera verla, Su mirada pasa rápidamente en ella recorriendo toda su figura.
-Te estaba esperando.-Dijo sin expresión alguna.- No sé supone que tienes que estar con mi hijo.
- ¡Si dices que me estabas esperando, sabias que eso no duraría mucho!.- Espeto Elizabeth molesta, mientras la sangre le hervía por su empatía en el asunto-¡A esto te referías cuando hablarías conmigo!.-Agregó ella controlando la poca paciencia que tenía.
-Si, aunque quería un ambiente no tan dramático.-Dijo mirando mi espada-¿Sabes usarla? Siquiera
-No ocupo saber usarla para matar a alguien, aparte no se supone que tu diste orden, entrenaron.
-Tienes razón.-Espetó haciendo una mueca.
-¡Te lo volveré a preguntar una vez más, ¿Por qué eres tan bueno conmigo?¿Al grado de no solo de darme a tu hijo si no también tu corona.!?
-Sabes la respuesta, Elizabeth, ¿por qué preguntarme?-Dejó al fin los documentos para poner atención al fin.
-¡¡¡¿QUÉ FUE LO QUE LES HICE HE?,¿POR QUE A MIIII? .- Elizabeth tiró todo lo que se encontraba en el escritorio.
-Solo eras una niña...-Espetó con lástima.
-¿POR QUÉ LOS TRAICIONASTE?¡¡ ERAN TUS AMIGOS.!!-En ese grado era imposible para ella poder mantener el control en sus ojos, salían como si se tratara de una llave que estuviera descompuesta.
-Debes calmarte...Harry vendrá si sigues gritando.-El tono que usó era preocupante.
-¿Crees que le tengo miedo?-Dijo enojada.
-No, lo decía por lo que harás.
-¿Que haré?-Espeto apretando el mango de la espada.
-No tenía Elección, Amenazaron a mi familia a mi esposa y hijos, lo único que pude hacer esa noche fue rescatarte antes que llegara tu tío, Cuando él se enteró que posiblemente te escondí, entro al castillo junto con su ejército y reviso cada parte, sabía que si eras valiosa no podía dejarte con cualquiera, de una forma u otra te tendría aquí conmigo, así que te mande con el duque, sabía su reputación y como era con las mujeres, pero estarías a salvo tu madre me pidió que no te dijera nada hasta que estuvieras lista, hasta que tengas poder para atacar, El mató a la madre de Harry...Por no hacer lo que quería, no pido que me perdones, en estas condiciones no estas para perdonar a nadie, solo quiero que entiendas lo que tuve que hacer para salvar a mi familia.
-Eran mis padres....
-Haz lo que tengas que hacer, Elizabeth.
-¿Dónde están sus guardias?-Dijo Elizabeth revisando atrás de ella, estaba tan enojada que no puedo ver bien el entorno donde había pasado, ¿Por que no habían venido dé repente a estas alturas?