- Déjame ver-Espetó Harry mientras agarraba su rostro.
Su expresión era fría y sería más severa cada vez que miraba en la herida, en cambio su mentón estaba fuertemente golpeado por Henry, lo que Elizabeth podía hacer en esos casos era tratar de ayudarlo.
Ella deslizó su mano y tocó sus heridas mientras Henry hacía un jadeo de dolor.
-Lo siento...- Comentó ella con la cara abajo.
- No tienes que disculparte, siempre estaré de tu lado Elizabeth.- Comentó con una sonrisa.
- ¿incluso aunque me convierta en un monstruo?- Comentó sería mientras se encontraba con su mirada.- ¿Estarás de mi lado, si la oscuridad se apodera de mi?.
- Incluso aunque seas un Monstruo ante todo Ledoux , Yo jamás te veré como uno.- Comentó él mientras agarraba sus cabellos para juntar sus labios con los míos.- Ya es tarde, Vamos a descansar.
Emir se había encargado de despedir a todos al nombre de los Reyes mientras Elizabeth y Harry se dirigían en silencio a la habitación.
Una parte de Elizabeth estaba con él ,pero la otra estaba con Henry, ella pensaba en aquellas palabras que había mencionado, aquel "Lo siento", son duda Henry era la persona más arrogante y narcisista que había conocido ella, su apodo en Findara era del "Príncipe Sanguinario", El pueblo comentaba que todo aquel juzgado por su orden, jamás aparecía , días después los encontraron sin vida y de la peor manera que alguien podría imaginar, sin Elizabeth no podía darme el lujo de confiar en el.
Henry ayudaría pero él tenía que ganar algo para que pasara eso, ¿Qué es lo que quiere de mí?, ¿Qué objeto o pertenencia tendré para que él pueda ayudarla?, Si bajaba la guardia podría incluso asesinarla, se mueve a su conveniencia, está al lado de mi Stefan sin duda lo hizo saber esa noche, pero si es tan cruel como par hacerle honor a su apodo, ¿Por que alguien como él diría esas letras, el comento que no es alguien que se disculpe.
- ¿En qué es en lo que piensas, Elizabeth?- Comentó Harry haciendo que parara en seco, mientras Elizabeth observaba que ya habían llegado a nuestra habitación.
- Ah- Comentó ella confundida, mientras trataba de reflexionar en todo lo que estaba pensando hace un instante.- Lo lamento, Harry, Ya sabes ahora que mi tío se dignó a venir, tengo que pensar en cómo protegerme de él.
- Entremos- Exclamó serio mientras abría las puertas y las cerraba una vez entrando los dos.- Es tu primer día Elizabeth no deberías preocuparte por eso ahora.
- No concuerdo contigo en estos momentos- Comento ella algo molesta por su respuesta- Ni siquiera se quién fue el que mató a mi bebé, tenía esperanza cuando Elías...Mejor dicho tu Hermano trato de encerrarme cómo un demente a su habitación y ahora vuelvo al inicio del laberinto, para terminar de cerrar con broche, resulta que mi tío me agarró desprevenido y es por qué tiene más poder que yo, y Elías huyó con el.
-Eliza...
-¡¡No!! -Bramo enojada -Pero aún no termino el imbécil de Henry me traicionó, el muy bastardo se largó con mi tío y me miento, justo cuando...
-¿Justo cuando que?- Exclamó serio mientras guardaba silencio.
-Justo cuando él podía ayudarme, A eso me refería, Harry, deja de engañarte con esos pensamientos, que no son.
-Deja de engañarte mejor tu, Elizabeth se que estás estresada pero jamás te has puesto así, de esta manera, todo esto es por el , es por Henry, mira cómo estás por qué te enteraste que te vendió con tu tío, estás enojada por eso, por nada más, toda mi vida solo eh querido una maldita cosa-Hizo una pausa-.A ti.
- Harry.
- Ni siquiera quería el reino, estaba dispuesto a dejar todo y dárselo a mi hermano para estar contigo, ahora mira me case contigo y ese día es el más hermoso que tengo en mi memoria pero, no eres mía, incluso aunque consumamos el matrimonio, no soy yo a quien quieres en la cama -agarro su mejilla y con delicadeza-Es a él, es siempre Henry.
- ¿Te estás oyendo?, sabes lo que siento por él es ODIO, Harry solamente odio y desprecio como es, como habla, como camina, como sonríe, odio todo el.-Comento ella evitando su mirada.
- Eso suena más como un comienzo de una historia, no como el final.
La cabezada de Elizabeth estaba frustrada, estaba en otro lado, no sabía qué era lo que quería, como se suponía que ella tenía que llevar las cosas, todo este tiempo solo quería ser la Reina de Ledoux para obtener poder de un hombre que estaba enamorado de mi, estaba utilizando a Harry y aunque ella quería justificarse sabía lo que estaba haciendo y no paró, él quiere su corazón, pero ahora ella no podía sentir nada.
- No puedo sentir nada por nadie, no deberías preocuparte por esos asuntos.- Una risa inundó la habitación, pero no era de felicidad más bien era de incredulidad.
- Supongo que seguirás negando- Espero frustrado mientras se desabotona el saco que llevaba consigo.- Bien, vamos a ver cuánto puedes aguantar, Elizabeth.
-¿Puedes dejar de hablar de Henry?, Solo por esta maldita noche, no quiero escuchar su voz, ni mucho menos su nombre.
- Si eso te hace sentir mejor....- Comento serio- Me da igual.
-¡¿QUÉ DEMONIOS QUIERES OIR DE MI EN REALIDAD, HARRY?!, - Espetó ella con los pelos de punta, su corazón latía con fuerza- ¡¿Qué quieres?!
-¡QUIERO QUE ME DIGAS LA VERDAD!- Comentó mientras me agarraba de los hombros- ¿Quiero que me digas cómo te hizo sentir su traición?
-Me dolió...- Sus ojos tiraban lágrimas sin parar, no podía detenerlas, sin importar cuánto quería ella quería oprimir su corazón herido le había ganado.
- Elizabeth...- Su tono era serio pero podía ver en su mirada, su asombro por aquella contestación, como si fuera espinado, había herido su corazón.
-¿Pero eso ya lo sabías no?, ¿Por qué te empeñas en hacer esto?- Comentó molesta mientras se alejaba.
- No lo sé, tal vez una parte de mi, creía que tú respuesta sería otra, pero no siempre tienes razón en lo que quieres.- se dirigió a la puerta para abrirla.