- Elizabeth- La voz de Henry apenas salió en un susurro.- Harry.
- Rey del Sur - Exclamó Harry serio a lado de ella.- ¿A qué se debe su visita?
- Vine a Hablar con La Reina del Norte- Su voz sonaba más fuerte que al principio, su mirada volvió hacerse como de costumbre, oscura, está vez no tenía capa, de hecho no estaba presentable, estaba desaliñado, en él era algo extraño.
Su mirada recorrió a Elizabeth cada centímetro.- ¿Elizabeth?- agregó con una mirada pícara.
- ¿Estás bien, Elizabeth?- Harry la llamó amablemente mientras tocaba su hombro.
- Lo estoy, Te agradezco.-Comentó mientras le regalaba una pequeña sonrisa.
- Tengo algo que enseñarte, si estás de acuerdo.- Comentó Henry serio mientras tomaba asiento en la silla y cruzaba los brazos y las piernas al mismo tiempo.
- ¿Es urgente?, Tengo que encargarme de asuntos políticos.-Agregó ella.
-¿Asuntos Políticos?- Comentó en modo sarcástico.- ¿Qué no estás para eso tú?
- Henry- Comentó Elizabeth con un suspiro.
-No tengo que darte explicaciones, de lo que se hace en nuestro Reino, pero me sorprende que vengas y entres a mi castillo como si fuera tuyo, aún cuando hace poco me trataste de matar.
- Algún día lo haré- Comentó con una sonrisa mientras su mirada se encontraba con Elizabeth.
-¡¿Cómo te atreves amenazarme en mi territorio?!- Comentó Harry Enojado mientras trataba de sacar la espada de su costado.
La mano de Elizabeth agarró la suya, mientras lo fulminaba con la mirada, Lentamente dejo de apretar mientras le quitaba la mano y trataba de respirar.
- Si viniste a tratar de hacer enojar a mi esposo, entonces te pido amablemente que se marche, Rey del Sur, estamos ocupados por el momento.- Comentó sería mientras observaba su mirada penetrante en el momento que menciono la palabra "Esposo".
- No vine a eso- Comentó serio- Reina del Norte.
Era la segunda vez que mencionaba esas palabras, Elizabeth sabía cuál era su punto, pero en realidad no tenía tiempo de cosas tan infantiles.
- ¿Entonces?- Comento sería.
- Ya te lo mencioné- Comentó mientras ponía los ojos en blanco- Sabes que no me gusta volver a repetir.
- ¿Dónde está ese objeto que ocupas enseñarme?-Cuestionó ella.
- En mi Reino.-Dijo rápidamente.
Una carcajada salió rápidamente de ella, esto tenía que ser una broma.
- ¿Es un chiste para ti?- Comentó enojado.
- Sueles serlo a veces- Comento Elizabeth con una mueca- ¿Ocupas algo más, Majestad,?
- Por ahora solo eso- Comento con una sonrisa- Ya veremos después.
- Fue sarcasmo- Replicó sería - ¿Enserio crees que iré a tu reino?
- Lo harás.-Afirmó con seguridad.
- Ya no escucharé más- Comentó Elizabeth mientras se dirigía a la puerta, su mano la paró en seco, mientras la hacía retroceder.
- Aún no he terminado- Comentó mientras se ponía de pie avanzando en segundos su altura.
- Ya lo termine yo- Comento ella enojada, mientras la soltaba de su agarre y salía de la habitación, sin embargo, Henry la seguía junto con Harry como niños pequeños.- Algún día dejarán de seguirme.
- Hasta que aceptes.
-Henry, Elizabeth no irá a tu Reino.- Comentó Harry enojado mientras. Se posicionó a lado de ella.
- Elizabeth, Esto te conviene.- Exclamó frustrado mientras le daba entender que por ese asunto lucía de esa manera, su insistencia con el tema era evidente, no sé detendría hasta que ella aceptará.
- Si deseas que vaya a ver lo que tanto dices, tendrás que darme más que eso.- Exclamé sería.
- Pero Elizabeth - Harry me tocó el hombro mientras la cuestionaba con la mirada.
- No tienes que ser tan protector conmigo, Harry , confío en el Rey del Sur.
-No le conviene tenerla como enemiga.
- Cierto.- Comentó Henry con una mueca.- Es sobre tu venganza.
La última palabra bastó para que Elizabeth reaccionara.
Aunque confiar en él era demasiado arriesgado, sin importar la cercanía que tenían Henry y ella, éramos enemigos por naturaleza.
El norte y el Sur se odiaban a muerte por culpa de los antiguos Reinados, pero sin importar las historias Elizabeth sabía que Henry no era un gran hombre, pero algo que jamás se me cuestiona es su palabra como Caballero.
- Iré- Comentó sería mientras buscaba a Emir por los pasillos.- ¿Cuándo tendremos que partir?
- Entre más rápido mejor- Comento serio.
- Está bien, alista todo.
- Elizabeth - La mano de Harry la paró en seco, sin duda se les estaba haciendo la costumbre de pararla cuando se les dé la gana,- No puedes ir con el.
- Harry, sabes que estoy en esta posición por ello, él tiene algo que pueda ayudarme, él no mentiría de esa manera, ¿Cierto, Henry?.
- Por supuesto- Comentó con una mirada triunfante hacía Harry.
- Vamos - Comente mientras salíamos del castillo, dos caballos en frente de nosotros, dejando a Elizabeth aún más enojada de lo que ya me encontraba, solo esto le faltaba, no había carruajes, caballos estaban en su lugar.
- No es Hermoso- Comentó Harry con una sonrisa mientras acariciaba aquel animal con delicadeza,
Elizabeth se le había hecho era demasiado hermoso, su pelaje Blanco y su cabellera del mismo color pero con brillo, era intimidante, era el tipo de animal que ella amaría sin duda, jamás se detuvo agarrar uno con gran detalle, las mujeres no suelen montar no lo ocupan, para eso están los carruajes, pero ella no se consideraba como todas.
- Es hermoso...- Comentó mientras trataba de agarrarlo lentamente .
- Lo es, aunque es un poco salvaje, no cualquiera puede montarlo, nadie puede tocarlo más que yo- Comentó mientras sostenía su mano- No deja que nadie lo agarre, él puede lastimarte, Elizabeth.
- Entiendo- Comente seria- Puedes soltarme.
-En cambio este es para ti, ella es tímida, es digna para una mujer.- comentó para después soltarla y la llevaba con ella.