Capitulo 35

-¿Puedes parar?- Comentó Henry algo fatigado mientras trataba de rebasarla.

Elizabeth solo podía ignorar sus palabras mientras se concentraba en las palabras que me había dicho hace un momento.

El caballo dio un freno inesperado, Henry había bloqueado su camino con un semblante frío.

- Tenemos que descansar- Comentó serio- Es una orden.

-Me encuentro bien- Comentó enojada- Apártate de mi camino.

-Tu estás bien, pero Escanor no lo está- Comentó mientras Elizabeth observaba cómo Escanor estaba lastimado y cansado.

- Está bien- Exclamó ella algo agitada mientras se bajaba del caballo.

- Ey- Exclamó Henry mientras la agarraba la mejilla, haciéndola sorprender y retrocedía un poco.- No escapara, no hay prisa.

Elizabeth al fin pudo sacar un suspiro de alivio, al saber que sin importar que se detenga podría vengar al fin a su hijo, pero la duda de que está persona delante de mí le ayudará la invadió, ¿Qué ganaba?, Seguro es por conveniencia no puede ser algo más que eso.

- ¿Qué quieres de mí?- Su pregunta salió con un susurro pero suficiente para que él lo escuchará.

- Todo...- Exclamó agitado mientras evitaba la mirada.

- Te lo daré todo- Comentó Elizabeth mientras volteaba su rostro hacia la dirección de ella - Te lo daré todo, Solo tienes que entregarme al culpable.

- Lo haré, Elizabeth- Exclamó mientras la abrazaba- Solo espera.

Por un momento Elizabeth había olvidado que Amelia se encontraba en su viaje, entonces se sonrojo mientras recordaba toda esta escena que habían hecho hace un momento.

Al parecer Henry sabía que vendría, Amelia saco un pequeño aperitivo pero para ser sincera Elizabeth no tenía mucho apetito, después de unos minutos se levantaron para seguir el camino, el sol estaba escondiéndose en la colina cuando ella se subió a Escanor, Lo acaricio un poco para transmitir una disculpa por su brusquedad con el.

- ¿Estás lista?- Espeto Henry.

- Lo estoy- Comentó ella mientras seguían el camino hacia Findara.

Después de unos minutos en el fondo un enorme castillo junto al mar, era la primera vez que Elizabeth venía a este lugar, jamás olvidaría ese camino, aunque para ser verdad Henry no era tan bueno dando indicaciones, Escanor frenó de golpe, sin duda Elizabeth quería observar con más a detalle el castillo.

- Es hermoso - Comentó Amelia atrás de ella, mientras mostraba una sonrisa.

- Lo es...- Comentó Elizabeth observando mientras que esperaban que la compuerta se abriera.

- Bienvenida a mi Reino- Espeto Henry con una sonrisa de lado- Majestad

Las puertas se abrieron dejando ver soldados en una perfecta hilera, adelante de ellos un hombre bien parecido los acompañaba con diferente uniforme, su cabello negro, y en forma, nos acercamos lentamente.

- Majestad- Los soldado junto con el Joven hicieron una reverencia

- Déjame ayudarte- Comentó Henry mientras sostenía con fuerza la cintura de Elizabeth pegándola a él por un instante.

- Gracias- Comente ella algo nerviosa, Henry ayudó a bajar a Amelia para dirigirse a los soldados.

- No era necesario- Espeto serio- Nadie se atrevería a hacerme algo.

- Señor, aún así no creo que deba confiarse, ninguno de los Reinos es nuestro Aliado, Más los del Norte,

Elizabeth sacó una pequeña sonrisa.

-Déjame que los presente- Comentó Henry con una sonrisa- Ella es la Reina de Ledoux, Elizabeth, El Capitán de mi guardia, Damián.

- Majestad- Comentó con una reverencia- no suelo retractarme de lo que digo.

- ¡Damián!!- Comentó Henry molesto.

- Lo siento, Mi rey- Comento algo apenado, entonces ella se dio cuenta que solo lo hacía por qué realmente apreciaba a Henry, no solo eran Rey y Capitán si no había una amistad de verdad, eso de una forma la hizo recordar a Eleonor.

- No tienes que disculparte - Exclamó sinceramente - Me gusta.

-¿Perdón?- Comentó mientras la observaba confundido.

-¡¡Elizabeth!!- Espeto Henry mientras me agarraba del brazo.

- A lo que me refiero es que me gusta como es tu manera de expresarse, no cualquiera puede hacer eso, Tienes carácter.

- Gracias, Majestad.-Comentó el en modo neutral.

- Como sea- Espeto Henry con un semblante frío- Vamos entre más rápido mejor.

- Tienes razón- Comentó ella mientras crecía algo dentro de su pecho, una sensación que sabía que no terminaría bien.

-¿Cómo está?- Espetó Henry mientras caminaban por los pasillos.

- Está en el calabozo, la estamos alimentando pero no quiere comer.- Espeto serio mientras que Elizabeth solo se limitaba a escuchar.

- ¿¡Estás lista!? - Exclamó mientras nos acercamos al calabozo.

- Solo llévame.- Comentó ella mientras tragaba saliva.

- ¿Trajiste lo que te pedí?- Comentó mientras se dirigía Amelia.

- Si, Majestad- Comentó mientras le entregaba un frasco.

- ¿Qué es esto?- Comentó Elizabeth cuando se lo entregó.

- Es el encargo que solicitaste.- Comentó mientras bajaban los escalones.

Entonces en una celda se podía observar a una mujer encadenada, pero aún no podía verse su rostro.

-Elizabeth....- La voz desagradable al mencionar su nombre la dejó un poco helada, no ocupaba ver su rostro para saber de quién se trataba.

- Vanessa- Comentó ella asqueada, mientras se acercaba, entonces pudo ver cómo estaba tirada con unos trapos gastados, su cuerpo lastimado, pero tenía un pequeño bulto en su vientre.

- ¿Está embarazada?- Comente algo sorprendida.

- Si- Exclamó Henry atrás de ella- La encontré de esta manera.

- ¿¡POR QUE NO SOLO TERMINAS!?- Exclamó desesperada.

- Pero acabo de llegar- Comentó Elizabeth con una sonrisa mientras observaba su cara ojerosa y pálida.- ¿Por qué ?¿Por qué lo hiciste?

- ¡¡Eras un estorbo para mí- Comentó con una sonrisa- Espere para que Elías te dejará y cuando por fin lo hizo, tu le dijiste sobre el bebé y arruinaste mis malditos planes.!!