La Elección

Capitulo 41

- Si ocupas algo que tratar con Elizabeth, estaré presente - Contestó con desdén sentándose al frente de él.

El Rey Stefan no estaba en el sur por algo sin importancia, Elizabeth no podía dejar que Henry escuchará aquella conversación y aunque sabía que se molestaría tenía que hacerlo.

-Estaré bien, Henry -Exclamó con una sonrisa para intentar no provocarlo.

-¿Cómo?-Contestó algo confuso, mientras soltaba una carcajada indignada por aquel comentario, ¿Cómo pueden darme órdenes en mi Reino?, Elizabeth lo conocía y su expresión y mirada con ira hacia ella decía aquellas palabras.-¿Es una broma?

- Ocupó hablar con él, sé que no me haría nada, no en tu Reino.

- No estés tan segura, aún lo sigo pensando -Soltó con una carcajada.

-Basta- Su sonrisa se borró mientras aclaró su garganta y se acomodaba.- Henry.

-Está bien -Soltó molesto mientras se paraba y azotaba la puerta dejándola a solas con su tío,

El nudo en el estómago de Elizabeth no tardó en hacerse presente, ella sabía que esta visita no era algo de amistad si no llevaría lo contrario, suspiró sentándose al frente de él sin mostrar alguna mirada de miedo.

-¿Que te trae a Findara?, Tío-Contestó ella con fastidio.

- Me enteré que dejaste la corona de Ledoux -Exclamó preocupado, mientras Elizabeth observaba su rostro tan falso e hipócrita.

-¿Y?¿Acaso te preocupa que ahora que no tengo un Reino vaya por los míos?- Contestó ella con una sonrisa mientras su mandíbula se tensaba.

-Jamás estaría preocupado por algo sin importancia como tú.-Replicó.

-La mayoría de los villanos pierden por su gran seguridad.

-Entonces perderíamos los dos, se te olvida que eres una villana también.

-Claro que no, pero suelo ganar siempre que deseo algo.

-¿No sé si eres ingenua o estúpida? Elizabeth ya tenías un Reino y a alguien, pero decidiste irte a permanecer en el Reino que más detesto, ¿Cómo podré dejarte ser feliz aquí!?Si aquí empezó todo.- Contestó con ira y desprecio.

-¿De qué demonios hablas?- Contestó ella confundida por sus palabras en código.

-No importa por ahora -Comento en un suspiro.

Se levantó de la mesa recorriendo todo el comedor lentamente hasta llegar atrás de ella.

La respiración de Elizabeth se aceleró pero no podía parecer que le afectaba su cercanía tenía que mantener su postura, Sus manos tocaron sus hombros mientras cerraba sus ojos aquel tacto, su perfume lo sentía cerca al igual que sus labios en mi oreja.

-Puedes tener cualquier Hombre que quieras, Elizabeth, pero Henry jamás .-Soltó de golpe haciéndola estremecer, Elizabeth se levanto de la silla para enfrentarlo.

-¿Me amenazas?-Contestó entre dientes.

-Tómalo cómo quieras.-Replicó fulminante.

-¿Piensas que haré lo que quieras?.

-Tendrás que hacerlo aunque no quieras, ¿Sabes que pensaría Harry sobre la muerte de su padre ?¿Qué crees que pensaría Harry que la mujer que tanto ama fue la culpable de arrebatarle lo único que le quedaba?

-¿Cómo sabes lo que hice!?-Comente con impotencia- ¿Fue Henry?

-Fue Elías, Cómo sabes cuándo huyó del castillo del Norte paró en el mío, Charlamos y nos ayudamos mutuamente.

-Ese bastardo...

-Ahora no digas que no te lo advertí, Elizabeth se inteligente y vuelve al Norte y se feliz con Harry o si no, no querrás que lo haga a la fuerza -Su mano agarró su muñeca mientras se acercaba de una manera muy enferma a ella.- Me estoy conteniendo.

-!!Suéltame!!-Contestó ella enojada mientras intentaba zafarse de su agarre pero aunque su edad era más que la suya era en vano, tenía fuerza.

-No dejaré que tú también estés maldita, en este paso solo terminarás como tú madre.-Contestó mientras la agarraba con fuerza la cintura y le acariciaba el mentón.

Elizabeth no sabía qué era lo que pasaba por su cabeza pero este tipo de acercamiento de un tío y su sobrina no era normal, estaba enfermo, pero pensaba en aquellas palabras que le dijo ese día en el jardín, "Eres igual a ella, a tu madre" , Él la amaba, su tío estaba enamorado de su madre y aunque su manera era repugnante no la miraba a ella cuando actuaba así ,
la está tratando de esta manera por qué la mira a ella, el la miraba como su madre.

-Tu la amabas - Murmuró ella en un susurro suficiente para que el escuchara, sus ojos llorosos decían que todo lo que había deducido era cierto, guardo silencio y poco a poco la soltó y le daba la espalda.

- Yo amaba a tu madre más que mi Hermano, pero él jamás la valoro por lo que realmente valía, yo la apoye- Un silencio se hizo presente, su puño impacto en la mesa mientras sus miradas se encontraban - Pero ella lo seguía eligiendo a el.

- Yo no soy mi madre...

- No terminarás como la Reina de Findara, No lo permitiré Elizabeth, si lo haces yo ...

- ¿Qué harías?- Contesto enojada.

- Haré que ellos te odien, Haré que ellos te den la espalda, te cazaran y querrán matarte y no tendrás a dónde ir ,entonces tú vendrás a mi y yo estaré esperando - Su mano tocó una parte de su cabello mientras lo enredaba en sus dedos.

La impotencia de Elizabeth al no poder hacer nada era tan grande, le dolía el pecho por no poder hacer algo al respecto solo guardo silencio, sus palabras eran tan seguras que podía sentir miedo al escuchar más detalles.

La puerta se abrió de golpe y la mano de Henry me tomo de la cintura jalándome hacía el.

-No toques a mi Mujer, Stefan.- El semblante de Henry era frío y calculador, su mano la apretaba en modo posesivo, como si ella hubiera tenido la culpa de aquel acercamiento si solo supiera por que fue todo esto.

-¿Tu Mujer?- Comentó mientras la fulminaba con la mirada, Elizabeth solo pudo esconderse en el pecho de Henry mientras pensaba en aquella amenaza.

- No vuelvas a tocar lo que me pertenece Stefan deberías volver a tu lugar, estás muy lejos de casa.




Reportar




Uso de Cookies
Con el fin de proporcionar una mejor experiencia de usuario, recopilamos y utilizamos cookies. Si continúa navegando por nuestro sitio web, acepta la recopilación y el uso de cookies.